Capítulo 48

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- Si Ero-Sennin hubiera sido el Quinto Hokage él no te hubiera dejado ir, nunca - Dice Naruto para luego irse.

Se hizo el silencio de nuevo.

- ¿____... ? -

Todos en la habitación me miran esperando alguna reacción de mi parte, pero yo estaba mirando un punto fijo en el suelo con los ojos abiertos de par en par sin poder creerlo aún.

- Dijo que volvería y que comeríamos ramen juntos... - Murmuré - Me lo prometió... -

Varias lágrimas caen al suelo, yo apretaba los dientes y temblaba, pero me limpié las lágrimas con un brazo y me fui sin mirar a nadie más.

Fui hasta un bosque y me quedé allí.

Levanté mi mano derecha y creé el rasengan recordando cuando él me lo enseñó en el viaje de entrenamiento con Naruto...

Apreté los dientes aguantando el llanto pero aún así las lágrimas corrieron por mis mejillas una tras otra.

- ¡No! - Destruí un árbol con el rasengan mientras gritaba.

Apreté los dientes y por impulso comencé a cortar varios árboles con más rasengan hasta caer al suelo de rodillas y llorando.

- ¿Por qué... ? Fuiste lo más parecido a un padre... ¡¿Por qué?! -

Glopeé el suelo y sin poder guardarlo por más tiempo solté un grito, levanté la cabeza y desgarré mi garganta mientras lloraba.

Me quedé allí de esa manera hasta que pasaron varias horas y se hizo de noche y por fin me digné a levantarme, abrazándome a mi misma fui hasta mi casa.

En el camino me encontré con algunos de los chicos. Akamaru estaba allí, chilló al momento que yo pasé de largo y seguí mi camino. No estaba de ánimos para sus preguntas de si estaba bien, claramente no lo estaba y no podía ocultarlo.

Abrí la puerta de casa y entré.

- Cariño... - Pasé de largo y subí hasta mi habitación y cerré la puerta.

Caminé hasta el centro de mi habitación y me dejé caer al suelo de rodillas, apoyé una mano en el suelo y la otra cubriendo mi boca mientras trataba de callar mi llanto pero me era casi imposible.

Ahora mismo no podía pensar en nada, ni siquiera en que debería haber ido con Naruto, de seguro estaba igual que yo... o peor...

Aunque conociéndolo... no sería tan violento como lo fui yo.

Escuché la voz de mi madre tras la puerta y luego como esta se abría.

- Mamá... quiero estar sola por favor... - Dije con la voz rota pero no hubo respuesta, en su lugar sentí unos brazos rodearme con fuerza sorprendiéndome y debilitandome más.

Se aferró con fuerza escondiendo su rostro en mi cuello y yo comencé a llorar más fuerte de nuevo.

Me di vuelta entre los brazos de Naruto y apoyé mi cabeza en su hombro mientras lo abrazaba y él a mi.

No sé en qué momento de mi llanto me había quedado dormida aunque sí sentí cuando Naruto me dejó en mi Futón pero no me dejó sola.

***

***

- Vamos ____-chan debes comer, estas muy delgada - Dice Choji dándome un tazón con ramen.

- ¿Te atreves a usar mis propias frases contra mi Choji? - Dije sonriendo un poco.

- Si, ahora come - Dice y yo me reí entre dientes.

Ino estaba a mi otro lado al igual que Shikamaru.

- Vamos fastidiosa, deprimirse no es la solución y nosotros lo sabemos - Dice Shikamaru.

- Lo sé... pero no puedo evitarlo ni aunque quisiera y ustedes lo saben - Dije y comí ramen - Jiraiya me debe ramen... - Murmuré para mi misma.

Sabía que nunca me la pagaría pero aún tiene esa deuda.

- Bueno, yo tengo que irme, aún hay que descifrar el código que dejó Jiraiya - Dice Shikamaru.

- ¿Huh? ¿Código? Puedo ayudar - Dije.

- ¿Segura? Sabemos que sí, pero no te lo pedimos para que no te deprimas más - Dice.

- Estoy bien, aún así me voy a deprimir, así que... ¿Por qué no? - Dije sonriendo y caminando a su lado.

¡NO TE RINDAS! || Naruto Uzumaki x Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora