Capitulo 12

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Me pongo en pie y sujeto ambas maletas con cuidado de no hacer ruido al correr del clóset. Apago la luz y cierro la puerta pongo las maletas en el suelo y busco el vestido que traía puesto no quiero usarlo de nuevo, pero será lo mejor. ¿Dónde puse las llaves?

¡En el cajón de mi tocador! Corrí hasta él y lo abrí, ¡sí! Las llaves del auto que me regalo hace meses están aquí y también mi viejo llavero de Garfield lo tomo y lo echo en la maleta. Me pongo el vestido lo más rápido que puedo para ir a la habitación de Sebastián cuando cruzo el pasillo agradezco no tener que toparme con ninguno de los empleados que me harían preguntas que no puedo responder.

Entro a la habitación y veo que está dormido en su cama tranquilo sin saber lo que está a punto de pasar. Me dirijo a su pequeño clóset para tomar la mochila que le compre hace un año si un día asistía a la escuela para llenarla de ropa intento tomar los conjuntos más sencillos que tenga y uso la maleta del viaje para echar la ropa en lugar de la mochila porque tengo que llevarme también un par de sus cosas como algunos juguetes o libros.

La puerta se abre y me quedo helada donde estoy cuando me giro lento veo a Jeffrey mirándome con cautela.

—Alteza, creo que si hará lo que estoy pensando necesitará ayuda terminaré esto por usted mientras termina sus pertenencias — dice sin inmutarse.

—¿Hablas en serio Jeffrey? — pregunte confundida.

—Por supuesto señorita, yo entiendo así que vaya haga lo que tenga que hacer antes de que se dé cuenta el rey Richard.

—Necesito que me ayudes a sacar a mi auto a la entrada y que la abras por mi — le pedí nerviosa.

—Lo hará con gusto usted, corra. Necesitamos cerrar ese círculo vicioso de los Coleman.

Asiento agitada y le entregue la mochila para ir de nuevo a la habitación, gracias a dios sigue en el baño necesito mi celular junto al cargador y estoy lista para irme. Lo tomo del mueble junto a mi libro de poemas que me acomodó en el brazo para tomar ambas maletas y salir de una vez.

—¿Aurora? — escucho y la llave se cierra lo ignore casi corriendo a la puerta para cerrarla con dificultad.

Roberta me miró confundida, pero la ignore caminando hacia las escaleras.

—¿Necesita ayuda alteza? — dice detrás mío, al diablo solo tengo unos minutos.

—Dile a Jeffrey que saque las cosas junto a la silla del auto para Sebastián y tú tráemelo sin despertarlo — ordeno y asiente.

Desaparece y bajo las escaleras lo más rápido que puedo Rino está en la puerta principal y al verme la abre, con todas mis fuerzas mi corazón latiendo a mil por la falta de tiempo gracias a dios los miles de empleados han acatado la orden de Jeffrey mi auto está estacionado frente a mí sostengo las maletas hasta llegar al auto y dejarlas en la grava

—¡Alteza! — Roberta viene rápido con Sebastián en los brazos aún dormido

Saco las llaves de la maleta y abro el auto para meterla, por suerte o no sé qué la silla de bebé está en el auto.

—Gracias — lo tomo en mis brazos con cuidado y como puedo me siento en la parte de atrás del auto — de acuerdo bebé, mami y tú harán un nuevo viaje solo los dos así que te pido que no despiertes ahora.

Termino de abrochar los cinturones de seguridad sobre él que sigue durmiendo con un peluche en la mano. Salí cerrando la puerta del auto Jeffrey viene con las maletas de Sebastián en los brazos cansados. Abro la cajuela del auto y meto mis maletas primero hasta que llega a mi lado.

𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora