Capítulo 67

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Si me preguntaran que es lo mejor del mundo creo que en este momento les diría que justo esto, este mismo instante es lo mejor del mundo para mí, me desperté con la cálida sensación de la luz del sol que se está colando por mi ventana, sin sonido y con el brazo de Erik rodeándome la cintura y manteniéndome pegado a él.

Miré de reojo y le vi dormido profundamente, esta tan tranquilo, no tiene expresión en el rostro y solo la boca un poco abierta de la cual salen algunos ronquidos que me ayudan a dormir, ¿es raro no? Como los seres humanos podemos sentirnos en paz y en total calma por una persona, no voy a mentir en algún momento llegue a preguntarme si alguna vez en mi vida podría tener esto con alguien especial, y me alegra saber que si lo tengo.

—Deja de pensar, interrumpes mi sueño de belleza — murmura con la voz ronca y coloca su cabeza en mi cuello — me gusta demasiado como hueles recién levantada.

Me reí —¿A qué se supone que huelo?

—No lo sé, a lavanda o algo así, no lo sé bien, pero me gusta — deja un beso ahí y me muevo entre su brazo y la cama.

—Pues a mí me gusta despertar contigo y escucharte roncar.

—Yo no ronco.

—Oh créeme, si lo haces, creo que eso me gusta, te hace lucir como un animal rabioso, muy sexy — me burlé y su mano me pellizca la espalda y me reí.

—Calla, ya sé que soy demasiado sexy, pero no necesitas contemplarme todo el tiempo.

—Soy adicta a hacerlo. —Pegué mis labios con los suyos y mordí su labio despacio. Sus manos me sujetaron la cintura y con fuerza me puso encima de él.

—No puedes hacer eso, no puedes despertar dulce y sexy para provocarme, no saldremos del cuarto en días.

Jale su cabello haciendo que echara la cabeza hacia atrás y bese su cuello —Mmm... llámame loca, pero estoy feliz de tenerte aquí.

Cuando lamo el sitio donde se encuentra su manzana de Adán jadea y presiona con fuerza mi culo.

—¿Solo feliz?

Sonreí y me aparté un poco para poder verlo —Si, no sé si alguna vez has escuchado que cuando las mujeres están a un par de días de su ciclo se sienten muy hormonales. — Asiente — mezcla eso y el hecho que estuviste lejos durante días y no hubo nada para mí.

Sonríe coqueto —¿Intentas decirme que me estas provocando porque te sientes con ganas?

Me eche el cabello hacia atrás —Si, estoy intentando a mi modo expresarme mejor.

—Te hace falta mucha práctica, mi amor. Pero aprecio el esfuerzo y por eso mismo no diré más y calmare tus ganas — metió sus manos debajo de mi blusa y llega hasta mis senos.

—¡Espera! — de inmediato saco sus manos y me miro preocupado.

—¿Que hice? ¿estas bien?

—Si, lo siento, solo quería intentar algo diferente. Pensé que podríamos experimentar.

Levanta las cejas —¿Experimentar? — agarra mis caderas y las presiona — ¿Qué es lo que te ocurre hoy? Estas muy entusiasta y dispuesta. ¿Dónde está mi Rory?

Sentí un sonrojo ligeramente y cuando me pega a su pecho mientras ríe sé que me vio. No dije nada más solo disfruté de su tacto y el sonido de su risa llenando el ruido de mi mañana.

Te amo.

Las palabras estaban en mi boca, pero no me sentí capaz de decirlas sin cambiar el ambiente. Solo quiero disfrutar esto y si lo digo se vendrán otras cosas como con los demás.

𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora