Capítulo 64

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Erik:

Salgo del baño y lo primero que veo y con lo que casi me estrello es con Lena.

—¡Jesús! ¿ahora también sigues a las visitas al baño?

No me mira con buena cara, pero tampoco tenía una buena cuando estábamos comiendo, por cierto, su comida puede ser una razón por la cual me duele el estómago.

— Necesitamos hablar, ahora — ordena y da la vuelta para ir a la sala. Está vacía y una vez ahí se deja caer en el sillón. — Siéntate.

—¿Qué sucede? Pareces loca.

—No.

Parpadee y agita la cabeza lentamente — ¿Perdón? Creo que no comprendo a que dices no.

—A ella, digo que no a ella.

—Ok, ahora déjame recordar si en algún un momento te pregunte tu opinión.

—Ella no es la chica para ti, Erik, y lo sabes bien.

—¿Podrías compartir tus ideas con el grupo? Tal vez así logre comprender tus objeciones.

—¿Quieres mis objeciones? Bien, primero que todo es divorciada, tiene un hijo, tiene un muy mal historial en el pueblo, cuando jóvenes te rechazo por otro y para empezar ella, vive aquí, no en Filadelfia que es donde esta tu trabajo, sin mencionar que ella no se ve del tipo de relaciones largas y tú eres chico de matrimonio, casa linda, hijos y un perro.

—¿Podrías no decir eso en voz alta? No quiero que piense que estamos hablando de matrimonio.

—¿Por qué? — hace una mueca — ¿tienes miedo de que crea que algún día se lo propongas y te bote? ¿Con esa chica quieres estar?

—Yo no tengo miedo, solo no quiero hacer que se sienta incomoda.

—Aja, vete con otro a contarle ese cuento, ella no es para ti, Erik, y sinceramente no puedo imaginarlos juntos. Son diferentes y eso no siempre es bueno.

—No somos diferentes.

—Sigue negándolo todo lo que quieras, un día te despertaras y veras que cometiste un error al estar con ella y con ese bastardito suyo.

Hoy en día son pocas las cosas que realmente me enfurecen, que me molestan son bastantes, pero cosas que hagan que me tense, me hierva la sangre y haga que mi vista se nuble haciéndome ver rojo son muy pocas, pero Lena siempre ha sido una de ellas. Sé que tengo mucho que agradecerle, pero que alguien te brinde su ayuda no significa que debas dejar que te humille y trate mal.

—¿Qué dijiste? — solté de golpe.

—¿Qué? — me mira y la veo sorprenderse, no se esperaba que me molestara.

—Te pregunte la mierda que acabas de decir, no sé porque siempre tengo la mínima esperanza de que un día cambies. Cada día te vuelves más amargada y estúpida, eres una idiota con tu hija y luego vienes aquí a querer hacerte la que lo sabe todo en las relaciones, intentas influir en mi vida, pero no eres capaz de ver todo lo malo que haces o dices. Pareciera que no tuvimos los mismos padres.

—¿A ti en que te afecta lo que dije? Abre los ojos, Erik ese niño no es tuyo, y no dejare que vengas y digas que soy una mala madre. Soy una madre presente, le doy a mi hija lo que necesita.

—Que le des un techo y mala comida no te hace la mejor madre del mundo, esa es tu puta responsabilidad. Eres grosera y la ofendes todo el tiempo, es una niña, Lena. No necesita que la estes regañado todo el tiempo, ni que le hables mierdas sobre su estúpido padre.

𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora