𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)

Capítulo 50

— ¿Y ahora sí? Porque siento que si bebo cualquier otra cosa estaré ebria — se río.

— Si bueno estoy algo ebrio no tanto como puedes pensar, pero tienes mucha razón lo mejor será hablar mañana, estando sobrio.

— Claro — le da una calada al cigarro y sus labios se mueven de cierta forma que me hace temblar.

Hay un silencio y lo veo negar con la cabeza —No puedo hacerlo más, ya sé que dirás que digo esto porque estoy ebrio, pero no es así, Rory me estoy volviendo loco, en verdad. En verdad le he estado intentando controlar, pero no puedo y con toda la sinceridad, me estas matando.

Lo mire y continua —Quiero besarte, no he dejado de pensar en que cada que beso tu mejilla quisiera ir más abajo y tocar tus labios, que cada que pongo mi mano en tu muslo quiero sentir lo suave de tu piel y me gusta verte al poner los ojos en blanco... mira en realidad toda tu, Rory, eres como un afrodisiaco para mí. Y puede que creas que todo lo hago para acostarme contigo, pero no, estoy aquí porque te quiero y si tú te niegas me alejare para no ponerte incomoda.

Estoy perdida, eso es obvio la verdad solo puedo pensar en él y la forma en la que se mueven sus labios mientras me dice quién sabe qué cosas. De pronto todo lo que pensaba hacer o decir se borró de mi mente, me acerque a su rostro y el olor a tequila combinado con colonia de hombre me hace viajar a otro lado. Apaga el cigarro contra el cenicero del mueble. Él roza su mano con mi piel que no está cubierta y comienza a acariciarla despacio con las yemas de los dedos, me mira fijamente.

— ¿Quieres que me detenga? — pregunta mirando mis labios ahora.

Pero no respondí, le tome su mano y la lleve más arriba de donde la tenía él, dejo que vaya a donde yo deseo, que llegue a donde quiera, cuando se topa con la tela de mezclilla que me cubre se siente más profunda la mirada que me da.

— Rory — le pongo la mano en la nuca y lo acerque a mi — pued...

— Cállate... — no necesito terminar de hablar cuando sus labios se estampan con los míos.

Un montón de sensaciones me invaden nublando mi mente, le respondo el beso con una rapidez que me sorprende. No es un beso dulce como el ultimo que nos dimos, es un beso agresivo cargado con años de presión, nuestros labios se mueven en sincronía rápida, y entrelazo mis dedos en su cabello para acércalo más a mí mientras él se agarra de mi cintura con ambas manos.

Nuestras respiraciones se vuelven pesadas, y nuestros movimientos torpes mientras tratamos de controlar lo bien que esto se siente. Nunca me había sentido tan bien cuando alguien me besaba, nunca sentí nada como esto una seguridad que me hace sentir cómoda con todo a mi alrededor.

Me presiona la cintura para acercarme más a él, sus labios se sienten tan bien contra los míos, suaves y rápidos. Él sabe a tequila, su lengua roza mis labios de manera provocadora antes de besarme de nuevo con mucho más impacto.

Cuando llega a mi cuello, ladeo la cabeza y coloca la boca sobre mi piel, chupando con suavidad. Gimoteo de placer y me estremezco con más fuerza contra él. Pasa su lengua por mi piel mientras su mano derecha se dirige a los botones de mi short para abrirlos deprisa.

Yo solo puedo seguir con la cabeza hacia atrás disfrutando todas las caricias que me da, hacía tiempo que no tenía nada de atención como la que me está dando y creo que eso es lo que más estoy disfrutando, la sensación de sus manos rápidas o de sus labios tratando de encontrar el punto exacto donde besarme esa clase de atención que tiene por saber de mi cuerpo.

Mi mano se dirige al borde de su camiseta para tocar debajo de ella y sentir su abdomen duro. Mierda. Me separe un poco para tomarle el rostro con ambas manos y hacer que me mire de nuevo. Pegue mis labios a los suyos que me reciben ansiosos haciendo un beso más tierno por así decirlo y desesperado a la vez. De pronto su lengua acaricia mi labio abro la boca para dejarlo. Pero la falta de aire hace que nos separemos y logro quitarle la camiseta por la cabeza con su ayuda dejándolo desnudo de arriba.