Capítulo 19

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Sali del baño envuelta en una toalla con los brazos arriba para que el desodorante se seque y no quede en mi ropa.

Entre a mi cuarto y vi que en la cama esta un viejo vestido mío de satín con tirantes por toda la espalda para la novedad es lila, fue el primer vestido que me compré después de empezar a trabajar de cajera en la tienda de abarrotes el verano antes de conocerlo a él. Lo tome y lo mire con recelo estoy totalmente segura de que no me quedara.

—Pruébatelo, estoy segura de que te verás grandiosa — dice Lassie detrás de mí.

—No lo creo cuando lo compre tenía un cuerpo normal no esté — dije apuntándome

—Cariño, estás estupenda te ves muy bien desde que empezaste a ganar peso porque estabas tan delgada que te podías esconder detrás de un poste de luz.

—Lassie – me río — mi cuerpo ha pasado por todo tuve una figura buena que me gustaba, pero quedé embarazada y mis caderas expulsaron un bebé de mi interior para volverse anchas luego me mantuve a dieta hasta casi quedar en los huesos y ahora que no me cuido he engordado.

—Si, entiendo es mucho proceso, pero mira las caderas están bien y el lado bueno es que tienes la suerte de que toda la porquería que comes se va a tus senos o el trasero, así que no lloriquees que de mal cuerpo porque esa soy ahora vístete y sal.

Sale de mi cuarto cerrando la puerta y vuelvo la mirada al vestido tal vez se me vea bien y si no es así al menos tendré una excusa para no ir.

Mierda, me gire viéndome en el espejo de cuerpo completo me veo bien todo en su lugar, no tengo puesto sostén y se ve bien. Pero que sensual esa chica del espejo.

—Te lo dije — dice con la cara en la puerta entreabierta — te ves increíble.

—¿Verdad? — dije emocionada — ni siquiera se nota que me he estirado como goma.

—Ahora solo acomódate el cabello y vete — exclama.

—Muy amable — suelto con sarcasmo — no me voy a maquillar porque no creo necesitarlo.

—Te ves perfecta así o como quieras irte — cierra la puerta antes echándome un vistazo.

Me cepillo el cabello para dejármelo suelto solo así, para no tener ganas de salir me están saliendo las cosas muy bien, ya tengo todo mi celular, las llaves, algo de dinero y un gas pimienta que compre hace una semana solo por si acaso.

Salí del cuarto y atravesé el pasillo, veo como Sebastián está sentado en el sillón viendo su caricatura con su peluche en la mano, veo el reloj que cuelga de la pared son las nueve doce creo que no ideal que me vaya ahora casi es la hora de dormir de él y tal vez quiera que lo acueste.

—Te ves absolutamente preciosa, mujer — dice Lassie orgullosa — ¿estás lista?

—Estaba pensando en esperar para acostar yo a Sebastián.

—Sobre mi cadáver — dice levantando un dedo — yo sé que si lo haces luego me vas a convencer de que estás cansada y quieres dormir para no salir, no te preocupes solo despídete de él y vete.

—Vaya, que agresiva — suelto, me acerqué hasta él, al verme se puso derecho — cariño saldré un rato, ¿de acuerdo? no me tardaré demasiado aquí estará tu abuela si necesitas algo y no olvides que tienes solo media hora más para ver la televisión y luego ir a la cama.

—Si, mami — lo abrazo y huele algo a flores — te ves como una princesa.

Sonreí y me mire —¿Te parece?

—Una princesa muy bonita — dice y le acaricie una mejilla.

—Te amo — dije y me separé — Lassie me voy buscaré algún lugar donde estacionarme para que los que me miren piensen que es trabajo.

𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora