—Coleman, no puedes quedarte aquí, entiende eso.
—Ryland, aunque intentes echarme, no me iré, mi hijo me necesita y además la tormenta ya comenzó.
No hace falta que me lo recuerdes. Comienzo a estresarme, Lassie y Erik no llegan y el clima se está poniendo peor. Dios mío, no permitas que les pase algo, ni que tenga que pasar la tormenta con Coleman.
La puerta se abrio de golpe y Lassie aparecio empapada.
—¡Ya estamos aquí! — exclama emocionada sosteniendo unas bolsas.
¡Aleluya!
Erik viene detrás y sostiene unas cinco bolsas en sus brazos y carga una caja con botellas de agua. Me acerque para ayudarlo, cerré la puerta y pronto lo ayude con las bolsas. Tiene comida ya hecha, latas, un kit de primeros auxilios, cintas, velas, bastantes la verdad.
—¿Por qué se tardaron tanto? Estaba preocupada.
Deja la caja en la mesa y suspira antes de hablarme —Es una locura allá afuera, toda la gente esta enloquecida. Apenas pude traer esto, y nos tardamos porque yo compre unas cosas primero y fui con Lena a preparar su casa y darle lo que compré y Lassie escogió todo lo de aquí.
Asentí y una sensación de tranquilidad me invadió.
—¿Fuiste con tu hermana? — asiente — me da mucho gusto, mi amor.
No lo pude evitar lo tome de la camisa y pegue sus labios con los mios que inmediatamente se abrieron gustosos de recibirlos, le rodeé el cuello y él mi cintura. Adoro a este hombre, en verdad.
Me separé un poco —¿Por qué tantas bolsas entonces?
—Compré mantas, la gente se las estaba casi robando por el frio que comenzó a hacer.
—Gracias a Dios que tenemos una chimenea, pero ni siquiera se sirve.
—Sirve, la revisé y conseguí madera.
Sonreí y volví a besarlo, me encantaría hacerlo hasta que todo esto pasé.
Alguien se aclara la garganta y nos interrumpe, no hace falta decir que ser humano molesto nos acompaña.
Erik giró su cabeza y frunció el ceño al verlo.
—Lamento interrumpir tan lastimoso acto, pero, Sebastián dice que su luz prende y apaga.
—Iré a revisarla, ahora vuelvo.
Asentí con la cabeza y me soltó —Aún queda agua caliente, Lassie y tú deberian darse una ducha para no enfermar.
—Yo la tomaré primero, Romeo, yo soy vieja y tú no.
Lassie se escapa al baño, Erik con Sebastián y Coleman permanece de pie mirándome, por favor que me caiga un rayo.
***
La tormenta eléctrica empeoró, mi pánico empeoró, y lo único bueno es que no estoy sola.
¿Pero cuál es la cosa mala? Que así me siento. No, en realidad tengo que admitir sin gusto que, me siento como una niña pequeña que tiene miedo y no quiere decirle a sus padres. La lluvia se ha vuelto algo horrible para mí, pero la última vez que pase por una tormenta con mi madre fue unos días después de que Steve falleciera. Me sentía tan triste, tan perdida y tan sola que necesitaba que alguien me consolara, pero, todos consolaban a mamá y decidi que eso era lo mejor. Miré a través de la ventana la calle oscura y los árboles aferrándose con fuerza a la tierra de el viento tan fuerte que hay.
Un golpe en la puerta de la habitación me hizo salir de mis pensamientos y lo vi de pie, recargado en la puerta. Mi hombre.
Lleva una vela en la mano y sonreí, la luz se fue hace un rato, por suerte ya estamos todos bien, es algo temprano, pero Sebastián está dormido en su habitación, sintiéndose mejor, Richard después de todo logro quedarse, y después de una disputa algo acalorada con Lassie, ella le dejo en claro que jamás en la vida, en esta o las que puedan existir, le daría el sillón para dormir. Le di una manta extra y Richard se fue a dormir en el suelo con su hijo.
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𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: ¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐚𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐩𝐮�...