Mi celular suena recuerdo que puse la alarma anoche para recordar la hora exacta para ir por Sebastián a la escuela.
—Parece que alguien tiene un problema con dejar ir a su pequeño — bromea mirándome.
—No es un problema, solo que me conozco y sé que pude olvidarlo... — me mira incrédulo — ¡cállate no tengo un problema! — solté con fastidio.
Soltó una carcajada, pero ya que llegamos a su auto presionó el botón y se acercó para abrirme la puerta.
—Vamos te llevo para que lo recojas — le agradezco y subí.
Una vez ambos dentro enciende la radio, pero le baja el volumen para que solo quede de fondo.
—¿Qué tal el trabajo? — le pregunte y soy un asco socialmente lo sé.
—Bien, como dije ahora estoy de vacaciones puedo decirlo así porque no tome desde que entre.
—¿Tienes muchos años trabajando ahí?
—No, en realidad cuando mi abuela falleció me mude a Filadelfia inicie la universidad de inmediato, entonces el segundo año debía ser pasante, encontré una empresa en la que me aceptaron y es donde trabajo ahora ellos me pagaban así que pude estudiar y trabajar como dicen, hace unos meses me gradué.
—Felicidades.
—Gracias cinco años estudiando, pero al fin terminé y por suerte ya tengo un puesto ahí así que todo está bien — responde
—¿Vives tu solo no? — no sé por qué le pregunto eso.
Asintió — Vivía con mi prometida, pero antes de venir le regresé todas sus cosas — me explica.
Asiento y me muerdo la mejilla intentando no hacer ninguna mueca que pueda ser mal pensada.
Suena de nuevo mi celular, pero estaba vez sé que es llamada, reviso el bolsillo y alcanzo a leer el nombre de Coleman así que deslizó de nuevo para ignorar. Creo que ve mi molestia porque pregunta
—¿No vas a responder?
—No es nadie — le asegure
Dio vuelta a la derecha y vi ya varios autos fuera de la escuela además de padres ansiosos
—¿Qué tal gente, ¿cómo están el día de hoy? Les saluda su amiga de la radio para comentarles una buena, ¿cuántos de ustedes sabían que el príncipe Sebastián está asistiendo a una escuela pública y que junto a su madre dejaron el palacio hace tiempo debido a un nuevo participe? — dice divertida.
Mire boquiabierta la radio y me doy cuenta, hay cámaras afuera de la escuela, gente esperándome a mí para poder interrogar sobre la situación.
—¡Carajo! — golpee el tablero.
—Olvídala, mejor pensemos en cómo sacar a Sebastián de ahí sin que la gente lo acose — dice estacionándose.
—Ve tú por él — dije mirándolo — le llamaré a la maestra para que te espere yo saldré y caminare haciendo que se vengan sobre mi mientras tú lo sacas, sé que no tienes por qué ayudar, pero...
—Vamos — dice apagando el motor tomó mi bolsa y sacó mis lentes de sol para intentar no ser tan llamativa.
Salgo del auto dando un portazo e inmediatamente alguien se gira a verme haciendo que los demás también, en segundos veo desaparecer a Erik y yo camino despacio hacia ellos. Le envié un mensaje rápido a la directora espero que lo lea.
—¡Reina Aurora! — grita una reportera corriendo hacia mí con alguien detrás —¡Por aquí, majestad!
Me dirijo hacia ella poniéndome los lentes de sol mientras veo que demás ya viene tras ella. De pronto me siento demasiado abrumada por las cámaras y micrófonos cerca de mí.
—Majestad, es un gusto verla por fin después de tanto tiempo, ¿puede decirle a nuestra audiencia por qué la repentina desaparición?
—No haré comentarios sobre eso, gracias.
—Por favor, alteza, díganos ¿por qué de pronto tanto cambio en el palacio? El rey dijo al pueblo que las cosas estaban bien y ahora después de meses de no ver a ninguno de la familia en cámara usted aparece totalmente cambiada.
—Los cambios son buenos — murmure con sarcasmo — ya lo he dicho antes, pero se lo repetiré, no diré nada de mi relación solo les pido de la mejor forma que no se acerquen a mi hijo es un niño pequeño y aún no entiende mucho de su trabajo — señale a una mujer empujando a los camarógrafos.
—¿Quiere decir que el príncipe aún no sabe nada sobre la separación de usted y el rey Richard?
¿Podría caer un rayo sobre estas personas? Te lo ruego.
—¿Acaso el matrimonio terminará como el famoso caso de Diana de Gales en Inglaterra? — pregunta un hombre acercando un micrófono a mi cara.
—Uno; no me pegue eso en la cara y dos; no terminará así porque por suerte yo no estoy muerta, les agradezco su interés, pero esto solo nos concierne a los dos.
Veo a Erik salir con Sebastián en brazos mirando a todos lados como si esperara a alguien detrás, pero cuando me mira señala el auto.
—Tengo que irme, pero de verdad espero que si tienen algo de decencia no se acercaran aquí de nuevo — me giré apartando a algunos de mi camino.
—¿Eso espera, Reina Coleman? — me detengo de golpe y giro la cabeza eso me lo ha dicho un hombre alto de cuarenta y tantos con el pelo rubio que da las noticias en la noche.
Lo mire de frente —Yo no soy la reina Coleman, ni siquiera llevo su apellido así que se lo digo de la mejor manera que puedo. No vuelva a llamarme de esa manera a menos que quiera perder su trabajo — le espete molesta
Todos me miran intrigados y ansiosos por preguntar más, pero él en específico se queda callado. Camine veloz al auto aun recibiendo más atención de lo que quisiera aun cuando entró al auto veo que nos fotografían y parece que tienen la intención de seguirnos.
—¿Podrías dar una vuelta para que se pierdan?
—Claro — enciende el auto y gira el volante con destreza cuando salimos por fin de la calle deseo arrancar el radio y lanzarlo por la ventana del auto.
Veo por el retrovisor a mi hijo asustado y nervioso mirando por la ventana
—¿Cómo estás cariño? Lamento si esas personas te asustaron — me mira pálido
—¿Por qué nos siguen, mami? ¿Nos harán algo malo? — murmura en voz baja.
Iba a abrir la boca cuando Erik me interrumpió —Solo son de las noticias, amigo, ellos no te harán daño, además no lo permitiría — le asegura mirándolo de reojo.
Sonreí un poco al escucharlo, pero me giro para ver a Sebastián — Tranquilo, haré todo lo posible para que se alejen de ti, no pienses en ellos ya pasó, mejor piensa en que se te antoja cenar — le dije y vi que Erik me miraba — si es que Erik no se ha arrepentido de su invitación.
—Por supuesto que no, iremos a cenar los tres a un buen restaurante que visite hace poco — responde con una sonrisa.
—¿Podemos cenar pollo en forma de dinosaurio? — pregunta de la anda.
Me río al igual que él — Creo que deben de tener un poco de eso — dice mirándolo por el retrovisor.
—¿Cómo fue tu primer día? Sin contar el incidente de la salida con la gente.
—Tuve que leer frente a todo el salón porque muchos no sabían leer, también pinté en el mural de las estrellas e hice dos amigos nuevos uno se llama Frede y el otro Aarón.
—Eso estuvo muy bien para ser el primer día
—Me la pasé muy bien, ¿volveré mañana verdad? — me pregunta ansioso.
—Por supuesto.
Mi celular sonó por tercera vez con la misma persona. Richard por lo que más quieras ojalá se te caiga el dedo de tanto marcar, lo ignoro, pero suena de nuevo y otra vez saque el celular del bolsillo para responder.
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𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: ¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐚𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐩𝐮�...