Capítulo 09

331 44 1
                                    

—Mamá, tu dinosaurio es verde — apunta alegre.

—Ajá, es un lindo dinosaurio verde igual al tuyo — dije mirándolo.

Él sonríe mostrando sus dientes casi la mayoría.

—Miren esto — dice Richard mostrando su dibujo era un dinosaurio naranja comiendo un par de hojas —¿no es curioso?

—Si, lo es.

—Papá — lo llama y ambos lo miramos —¿tú y mamá se quieren?

La pregunta deja en silencio en el ambiente sentí algo en la garganta como si tuviera una enorme píldora que no puedo tragar.

—Yo quiero que sepas que amo a tu mamá tanto como a ti, ustedes son lo más importante en mi vida.

Me sonríe un poco cuando lo dice y le sonrió igual. —Nos amamos, aunque no se note mucho porque decidimos demostrarlo en privado.

—¿Por qué?

–Bueno, a veces los adultos nos sentimos más cómodos estando en privado — le explica.

—¿Entonces ustedes se besan en su cuarto?

—Si, aunque también podríamos estar haciendo otra cos...

—¡Richard! — grite asustada pero solo sonrió.

—Iba a decir que podríamos estar haciendo alguna otra cosa no nada en específico — dice burlón se mira el reloj de la muñeca – hijo llego tu hora de dormir.

Me pongo en pie al igual que él mientras que Sebastián se queda sentando.

—¿Qué sucede, cariño? — pregunte.

—¿Pueden acostarme los dos? —pregunta con ilusión.

—Por supuesto — Richard lo tomó en brazos y nos dirigimos al cuarto donde dormiría.

Salimos del pequeño lugar y entramos a la habitación oscura, encendí la lámpara que estaba al lado de la cama con la que suele dormir por las noches. Le acomodó las sábanas y Richard lo deja acostado con cuidado.

—¿Pueden acostarse conmigo? — pregunta y nos miramos entre nosotros

—Claro que si — me acomodó en la orilla y él del otro lado para quedar juntos los tres

—¿Pueden contarme una historia? — pienso en que contarle, pero se me adelantan.

—¿Alguna vez te hemos contado la historia del príncipe pobre? — niega con la cabeza — todo empieza en un pueblo muy pequeño casi en la nada que estaba habitado por gente muy pobre excepto su rey que vivía entre los lujos

—¿Y qué pasó? — pregunta curioso.

—Un día una joven mujer se acercó al palacio y tocó la puerta en cuanto se abrieron logro ver al príncipe sentado en su trono disfrutando de todas las maravillas posibles, en ese momento la joven infló su pecho y con valor se dirigió a él diciéndole "Yo deseo que mi pueblo tenga las mismas riquezas que usted posee aquí".

Sebastián comenzó a acomodarse en la cama, pero aún con los ojos cansados miraba con emoción.

—¿Qué más paso?

—El rey se levantó y dijo "¿quién se ha atrevido a hablarme de esa manera?

—Entonces la joven lo miro con valor y le grito "yo fui la que hablo porque mi pueblo necesita algo de lo que usted tiene" — seguí yo.

—El rey bajo de su trono y camino hasta estar frente a la chica la miro con atención para después respirar profundamente — me mira — le dijo "¿quién sois vos para exigirme algo a mí?

—"Soy una chica que desea que su pueblo tenga más cosas buenas que malas y algo de felicidad, no tengo interés en su posición".

Me sonrió y estoy segura de que recuerda aquella vez en la que mencioné que no me importaba si era príncipe no me dejaría mandar.

Miré de reojo y encontré que ya estaba dormido con los labios entre abiertos mientras su mano descansa en el estómago de Richard.

—Se ha dormido — dice mirándolo.

—Tenemos que irnos — dije y con cuidado me aparto de su lado.

Entramos en la habitación en la que estaba hace un rato sola pero cuando entra él siento que todo se vuelve más pequeño.

—¿Quieres hablar? Hazlo.

Respiro hondo y exhalo —Tenemos que arreglar esto.

—No entiendo.

—¿Acaso piensas que la relación va bien?

—No del todo, pero no pensé que fuera tan malo para que estés culpándome — dice y es como si me comenzara a arder el cuerpo.

—No estoy culpando a nadie ambos hemos cambiado tenemos cinco años juntos y a veces en las relaciones vienen problemas así que...

—¿Tú cómo sabes que las relaciones tienen problemas tu única relación formal es esta? – el tono en lo que lo dice me molesta muchísimo y creo que lo nota porque me mira apenado — no pretendía decirlo así solo...

—Te voy a dar dos opciones Richard una: ambos ponemos de nuestro mayor esfuerzo y buscamos no se... ayuda para mejorar nuestra relación o dos: me dejas luchar a mi sola sin poner nada a cambio y yo tomo a mi hijo, mis cosas y una mañana te llega el divorcio a tu escritorio.

—No podemos separarnos — aseguro nervioso.

—¿Quieres ver? Si no pones de tu parte para que podamos tener los tres una vida feliz entonces no estés seguro de que me quedaré a tu lado.

—Tú me amas al igual que yo a ti, ¿qué pasó con lo que hablas de darle a nuestro hijo una familia feliz? — suelta gesticulando con las manos.

—¿Acaso no escuchaste lo que nos preguntó? ¡hasta él sabe que no está bien que mamá y papá se peleen tanto!

—Las peleas son parte de cualquier relación, yo si te amo y créeme estoy dispuesto a hacer lo necesario para demostrarlo.

—Bien, entonces demuéstrame que vas a cambiar y que serás parte de nuestras vidas — dije agotada.

—Dime que no vas a dejarme — dice tomándome de la cintura.

—Eso lo veremos luego.

–No, dímelo ahora — insiste.

Suspire agotada y me deje caer en su pecho mientras me agarraba cerré los ojos me moví un poco entre sus brazos en busca de la sensación de confianza que antes tenía, pero eso no apareció.

Ni siquiera cuando estábamos acostados en la cama, a pesar de eso verlo tan sereno mirando al techo mientras yo lo miro a él me hace sentir bien saber que lo tengo a mi lado aun sabiendo las peleas que tenemos, me quedaría con él para siempre si me lo pide, pero si mi hijo no es feliz lo dejaré todo. 

𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora