𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)

Capítulo 07

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—La plaza libertad ha sido víctima del vandalismo anoche por parte de gente sin escrúpulos y sin motivo por el cual hacerlo al menos esperemos que la policía pueda dar con los responsables del acto, pero mientras tanto en otras noticias más interesantes para ustedes nuestra audiencia. No has informado que el rey Richard y la reina Aurora saldrán de viaje el día de hoy hacia un rumbo desconocido, ¿qué opinan querida audiencia? Nuestro líder prefiere ignorar los problemas en su hogar mientras está en un avión privado volando con su esposa "trofeo" — dice burlona.

La voz de la chica del radio me está volviendo loca, inicio un programa en el radio local llamado "Secretos del reino" solo habla de cosas que suceden aquí y del maravilloso tema estelar "los reyes" la semana pasada pasó veinte minutos hablando sobre ¿por qué la reina dejó de salir al público? Acaso no tiene algún trabajo de verdad.

—Gustavo, ¿puedes apagar la radio antes de que a Aurora se le rompan los dientes? – dice Richard mirando el periódico.

—¿Acaso no te molesta que hablé pestes de nosotros? — solté brusca.

—Me molesta mucho como a ti cariño pero que puedo hacer — dice sin mirarme.

—Cancelar el programa — dije obvia.

—No puedo hacerlo eso iniciaría rumores sobre que la realeza acaba con todo lo que este en contra suya — pasa la página con un dedo

—No la vas a matar, solo cancelarán el programa.

—Me encargaré yo, porque estoy seguro de que si lo dejo en tus manos terminaremos en prisión — dice en medio broma.

—Muy gracioso, esposito mío — dije girando los ojos

Sebastián está en el medio de nosotros dormido con la cabeza recargada en Richard.

—¿Crees que siga dormido en el avión? — me pregunta mirándolo.

—No lo sé, aunque se ve tranquilo así no crees tan pacífico.

—Es tranquilo, es un buen niño — dice acariciando su mejilla con las puntas de su dedo.

—Si, aunque debo admitir que se parece mucho más a ti que a mi — dije riendo.

—Eso piensas tiene tus ojos y esa pequeña nariz — dice y sonrió.

—¿Nunca has pensado que pasaría si no lo hubiéramos tenido?

—No me gusta pensar en mi vida sin él y sin ti — dice mirándome serio.

—A veces trato de imaginar esa vida, pero no logro ver nada que no sean ustedes — eso es cierto a veces suelo tratar de imaginar cómo sería mi vida, pero ahora no puedo pensar en nada diferente.

Se estira un poco y me besa sus labios saben algo a café dulce. En cuanto llegamos a la pista Gustavo se estaciona y miro a Richard.

—Es hora — no soy fan de esto llegar a un lugar que este a reventar de gente que quiere acercarse para tomar fotos o decirnos cosas por supuesto no todo el tiempo son malas, pero si la mayoría.

Abren mi puerta y siento el calor de inmediato muevo un poco del brazo a Sebastián, pero está profundamente dormido.

—Tendré que llevarle en brazos está muy dormido — digo desabrochándole el cinturón.

—Bien, le diré a los guardias que estén muy cerca tuyo — cierra la puerta y como puedo tomó a mi somnoliento para salir del auto algo bastante complicado.

—Bien...ahora vamos a salir, bebé — con bastante dificultad salimos ambos del auto y Richard nos espera.

Lo acomodó y empezamos a caminar escuchando como la gente atrás de las líneas de seguridad nos gritan. Siempre me pongo nerviosa porque siento que las ligas no son lo demasiado fuertes para detener a esa gente.