—Alteza — me giro y me encuentro con Roberta que me sostiene el celular — el amo Richard la llama.
—Gracias — le digo y tomo el celular —¿Sí?
—¿Desde cuándo contestas tú de esa manera tan educada?
—Desde que me diste un sermón de tres horas sobre por qué no puedo responder a las llamadas con un ¿qué? — le recuerdo y puse los ojos en blanco —¿ya has terminado tus asuntos?
—¿Me volteaste los ojos? — ignore la pregunta y siguió — Casi estoy apunto llamaba para saber qué cosas hacías sin mi — explica.
—Estuve un rato leyendo, pero ahora estoy en el jardín con Sebastián y mi padre — le informó
—¿Tu padre está ahí? — pregunta curioso
—Si, llego de su viaje y supongo que quería ver a su nieto — mire al jardín encontrándome con la imagen de ambos sentados en el césped mirando el cielo que sorprendentemente es azul hoy.
—Que detalle de su parte, pero sabes que no me gusta que Sebastián pierda el tiempo, le he dicho que en su tiempo libre practique el piano.
Puse los ojos en blanco y me puse un mechón rizado detrás de la oreja —¿por qué no cuando llegues tú mismo le enseñas a usar el piano? Así pasarían más tiempo juntos.
—¿Por qué te interesa lo de pasar más tiempo juntos?
—Porque es tu HIJO y no pasas mucho tiempo con él, hace un rato me ha hecho una pregunta que me sorprendió.
—¿Cuál fue?
—¿Por qué papá se aleja de mí? — dije y se quedó en silencio — ¿qué crees que debemos pensar de esa pregunta?
—Estaré en el palacio a las cuatro — eso es todo lo que dice y me corta.
Tomo el celular entre mis manos y deseo estrellarlo contra el suelo, pero me he vuelto algo calmada con los años
—¡Mamá! ¡mamá! — dice corriendo hacia acá — el abuelo encontró un gusano que parecía que bailaba.
Me río al verlo tan feliz por un gusano o todo lo que esté en la tierra
—Le he dicho que debe lavarse para abrir su regalo — dice
—Vamos a dentro para que puedas limpiarte y después abras el regalo de tu abuelo, ¿te parece?
—Si — dice emocionado.
Corre por el camino y abre la puerta de cristal por la que salimos. Mi padre se queda a mi lado también mirando por el lugar en el desaparecido
—No pude evitar escuchar la conversación que mantenía con él — dice sin mirarme —¿qué es lo que harán al respecto?
—No lo sé... debemos hablar para solucionar esto.
—Si te soy sincero, Richard siempre me ha parecido una persona que no es fan de los niños — dice ahora girándose hacia a mí.
—Bueno si te soy sincera yo jamás lo fui en verdad, el tan solo pensar en tener un hijo me daba náuseas, pero... — levanto la mirada y veo la ventana de la habitación de Sebastián que tiene un dibujo de un barco que hizo la otra noche — es lo mejor que me ha pasado.
Mi padre sonríe por lo bajo — Los hijos son algo increíble para aquellos que los quieren y me alegra que ames tanto a ese niño, aunque ¿cómo no amarlo?
Me río porque es cierto Sebastián a diferencia de mí y de Richard es muy ligero tiene bastante paciencia para ser un niño y me da la impresión de que sería muy sociable
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𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: ¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐚𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐩𝐮�...