Mis sentimientos han estado en lugares
Que no han sido míos, se sienten ajenos.
Mis labios han besado otros labios
Que mienten y sonríen, al decir,
"Te quiero".Pero te conocí y aprendí
Que el amor de verdad,
No es un viajero
Aunque le demos vuelta al mundo
A un sólo lugar, pertenecemosNo tengo otro lugar a donde ir
Pues mi amor por ti es el sol,
Y tu corazón, para mí es el cielo.—¿Estás lista para ver el lugar? — me pregunta poniéndome su mano en mi muslo dando un apretón
Cierro el libro y asiento algo nerviosa. Me he sentido rara desde que salimos de ahí, sé que son los nervios lo que me manejan ahora y no me gusta para nada pero es parte de mí
—¿Es lindo? — le preguntó
—No, es un lugar horrendo que compré por casi nada hay ratas por doquier, el piso tiene un agujero que lleva al sótano y los Adams son nuestros vecinos — explica en broma
Lo miró mal mientras ríe por su ocurrencia idiota
—¿Te crees gracioso?
—No me creo, yo soy gracioso pero no puedes verlo porque estás asustada por el cambio
Gruño y miro hacía atrás donde viene Sebastián junto a Oso. Tiene la vista fija en la tableta de Erik mientras que el perro duerme en sus piernas. Al menos a él no le afectó como a mí la mudanza
—¿Ya casi llegamos? — quise saber y da un giro a la derecha para llegar a una cuadra dónde no se ve mucha gente pero es lindo alrededor y se ve tranquilo
—¿Ves esa casa? — señala al frente y llama mi atención una casa algo grande aunque no demasiado, de estilo moderno pero sencillo tiene un camino con rosales a los lados y césped alrededor de color beige con el tejado azul que combina con las puertas entre marrón y naranja
—¿Esa es la casa? — le preguntó sorprendida
—Es nuestra casa — dice agarrando mi mano para besarla, gira la cabeza hacia atrás — Seb, mira la nueva casa
Él se gira y abre la boca impresionado hasta que casi se le salen los ojos. Brinca en el asiento contento
—¿Es nuestra? — asiente —¿podemos bajar ya?
Se estaciona frente a la casa y se baja para abrirle la puerta a Sebastián que corre hacia abajo casi ahorcando al pobre perro por traerlo de la correa. Corre a abrir la puerta principal y regresa para abrirme la puerta a mí
—¿Lista, señorita? — solo miro la casa feliz sin decir nada
—Estoy lista, señor — acepto la mano que me ofrece y salgo del auto
Atravesamos el camino juntos de la mano cruzamos la puerta y veo lo espacioso que es aunque puede ser que se vea así por estar vacía. Hay dos ventanas en la pared que da al frente y la que da al otro lado de la casa. No hay escaleras ya que solo es un piso pero me gusta
—Ya hemos llegado.
El suelo es de madera oscura, las paredes son blancas. No espero a que me diga nada, recorro el lugar en la entrada es un espacio muy grande en el siguiente espacio hay muchos enchufes así que estoy segura de que es la cocina porque también es un espacio considerable está cerrada como si fuera un cuarto de tres paredes enfrente hay una puerta y es un baño. Camino por una especie de pasillo ancho y veo otra puerta que parece ser como estudio por así decirlo. Luego hay una pared que divide para llegar a tres puertas y un enorme espacio que da vista al jardín. La casa no tiene una forma típica eso es seguro, siento que estoy en un laberinto pero es bonita.
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𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)
Novela Juvenil𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: ¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐚𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐩𝐮�...