Richard se fue después de una hora que estuvimos juntos los tres, Sebastián está acostado hecho bolita en el sillón sin hablar, ni nada. Lo miro desde la cocina y me siento culpable por verlo así, desearía verlo alegre.
— Cariño, ¿quieres ir al parqué a jugar? — negó con la cabeza — ¿quieres un helado? Ah, lo estaba olvidando, prepare espagueti con albóndigas.
— No gracias, mamá — se puso de pie y se fue arrastrando los pies al pasillo — iré a mi habitación.
Veo a mi pequeño caminar por el pasillo cabizbajo y me da una punzada en el pecho. La puerta se abre y veo a Lassie llegar con unas bolsas en la mano.
— Ya llegué, dios, debiste ver la locura que es haya afuera una mujer me empujó para quitarme una lata de sopa instantánea, pero por suerte traía un par de canicas de Sebastián en el bolsillo entonces las arroje al piso para ... — por fin se da la vuelta y me mira — oh no, ¿cómo está?
— Triste estuvo casi una hora acostado en el sillón viendo a la mesa de centro como si fuera lo más interesante del mundo — le explique.
— Pobre de mi niño debe de estar triste por el imbécil de su padre, no sabes cómo fantaseo con que camina por la calle y le caiga un edificio encima — dice dejando las bolsas en la mesa.
— No puedo evitar sentirme culpable por todo esto, no me arrepiento de separarme, pero ojalá no afectara a Sebastián.
— Tranquila hija, esas cosas pasan además mira no tenemos por qué preocuparnos se acaba de enterar de la noticia en unos días volverá a estar como antes corriendo por ahí.
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— Buenos días — lo saludo en cuanto se sienta en la mesa.
— Buenos días — repite sin ánimo.
— Tu abuela querida te hizo unos deliciosos panqueques con chispas de colores, pastelito — le dice Lassie poniéndole el plato enfrente.
— Gracias, abuela — dice serio.
Sostengo con fuerza la taza del café e intento olvidar que fue culpa nuestra que este así. No sé cómo se tomará la noticia de que hoy iremos a firmar los papeles el matrimonio que no debió suceder jamás por fin se acaba hoy.
— Cariño, tu abuela te llevará hoy a la escuela y yo pasaré por ti más tarde, ¿te parece bien? — solo se encoge de hombros.
— Abuela, ¿podemos irnos ya? — pregunta y se me hace un nudo en el estómago,
— No has empezado el desayuno especial que te hice, solo dale unos bocados y nos iremos — lo anima.
Me mira con sus ojos grandes, pero vuelve la mirada a su plato con cara triste.
—Sabes, creo que nunca hemos faltado a la escuela, tal vez hoy podría ser tu primera vez — dije no muy segura.
—¿Faltar? — me preguntan ambos.
—No te ves muy bien pareces algo enfermo, si quieres puedes quedarte, solo por hoy aquí en casa — dije mirándolo.
—¿Quién se quedará con él? — me pregunta Lassie preocupada.
—Le llamaré a mi padre para preguntarle si puede quedarse con él mientras hago lo de "ya sabes" — dije entre dientes.
—Bien, entonces me iré para regresar más temprano — se acerca a Sebastián que sigue con la vista en el plato — adiós, cariño.
Lassie camina hasta la puerta donde me deseo suerte para después salir. Me acerqué a la mesa para sentarme justo frente a él con mi taza.
—¿Quieres que veamos un rato la televisión? — le pregunte.
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𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)
Teen Fiction𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨: ¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐯𝐞𝐳 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐚𝐬 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐩𝐮�...