𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)

Capítulo 73

Siento como mi mano se cae de la cama cuando la estiro y me levanto de golpe para ver que sucede. Estoy en la orilla de la cama literalmente me doy una vuelta y caigo al suelo creo que me moví muy deprisa porque me dolió muchísimo el cuello.

Me fijo en al ventana y se ve oscuro todavía quiere decir que no es tan tarde como pienso, reviso la hora en el reloj que cuelga de la pared y son las cinco de la mañana. Mierda, me siento en la cama y un dolor horrendo por todo mi cuerpo me deja boquiabierta la garganta me duele pero no tanto como las piernas. De acuerdo que tardaré pensando en que cosa me duele menos siento como si hubiera ido al gimnasio y cargado mucho peso

-Mierda - solté bajito con la voz ronca

Me levanté de la cama lento para no gemir del dolor, miro al otro lado contrario esta Erik dormido pacíficamente boca arriba con los labios entreabiertos, quiero besarlo pero la imagen de él cogiendome anoche sin piedad me hace controlarme. Salgo desnuda y adolorida de la habitación con la bata en la mano para ir a la cocina a hacerme un té para mi dolor de garganta. Mientras pongo el agua en la estufa pasó mi mano por mi cuello y recuerdo sus labios besarme, no puedo evitar sonreír como tonta.

El agua tardará en estar lista así que regreso por el pasillo y entro al baño para darme una ducha caliente que me relaje el cuerpo. Arqueo la espalda en cuanto el chorro de agua caliente me golpea relajando mis músculos al segundo hay una nube de vapor por todo el baño pero no me importa paso la esponja espumosa por mi piel y empiezo a notar... ¿qué son estos? Tengo pequeños círculos de color rojo en las muñecas y en el valle de mis senos... ¿okey? No tenía ni idea de eso tal parece ser que entre más relajado, más salvaje el hombre

Salgo de la ducha y me secó rápido con una toalla para ponerme la bata encima, escucho la tetera sonar y salgo deprisa capaz se me quema. Saco una taza negra y le pongo dos bolsitas de té de manzanilla antes de echarle el agua veo arriba del refrigerador mi diario escondido de Erik que es un chismoso y lo quiere leer lo agarro y tal vez es un buen momento para escribir

Me siento en la mesa con mi taza y el diario, y lo abro en la página en blanco

Querido diario:
¿Me extrañaste? Estoy segura de que si, por donde empezar todo anoche fue el primer Halloween donde Sebastián pidió dulces, se veía muy tierno vestido de minero además su vocecita en las casas diciendo "dulce o truco". Todo fue perfecto con él aunque su padre trajo problemas ¿en qué está pensando metiendo a mi hijo en esa situación adúltera? Bueno olvídalo no quiero hablar de él aunque tengo curiosidad de saber si es cierto que su padre vendrá para quitarle la coronoa, no es como que él no pueda manejar ni a seis persona...

Alargo la letra y veo el reloj van a ser las seis de la mañana...¡el vuelo de Erik! Ni siquiera sé cómo se despertará hoy, ebrio o drogado aún ¿quién sabe? Me pongo de pie y corro a la habitación lamentandome porque me duele todo ahora esta boca abajo en el colchón con la concha tapándo la mita de su cuerpo

-Erik - me acerco y muevo su brazo - Erik tienes que despertar

-Hmm... - se queja entre sueños y se da la vuelta

-Erik tienes que ducharte y vestirte en cuestión de minutos para ir al aeropuerto - dije tocando su espalda pero nada -¡Erik!

Ni eso lo despertó, miro al lado en mi buró y veo un vaso con agua. Lo lamento pero ni puedo lidiar contigo ahora agarro el vaso y se lo lanzo a la espalda sin nada más