𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝑫𝒆 𝑼𝒏𝒂 𝑹𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒁𝒐𝒓𝒓𝒂 (Editando)

Capítulo 89

Entro a la casa y veo a mi pequeño parado sobre un par de libros para alcanzar algo arriba del refrigerador

-¡Sebastián! ¿Qué estás haciendo? - corro para quitarlo sobre los libros que se tambalean

-Quiero las chispas - dice apuntando con el dedo

-Bueno yo te las alcanzo - me estiro y tomo el frasco que tiene las chispas de colores -¿para qué las quieres?

-Shh... es sorpresa - dice empujandome fuera de la cocina - vete mientras termino

-Pero solo pregunté que era lo ibas a... - choco con el cuerpo de Erik que acaba de entrar por la puerta - ay lo siento, me empujó

-Descuida - dice sonriendo - tu padre ya se fue dijo que tenía unas cosas que hacer

-¿Y de qué hablaron? - le pregunte pero sentí la mirada de mi hijo en mi espalda

Me giro y esta de brazos cruzados con mala cara y mi mandil que le queda gigante puesto
-El chef está trabajando - suelta molesto

-Lo sentimos, chef hablaremos en otro sitio - le dice él y me agarra la mano para sacarme de ahí

-¿Qué haces no puedo dejarlo solo?

Pasamos por el pasillo y me mete en el cuarto donde esta la lavadora. Cierra la puerta detrás suyo y ahora si estoy confundida

-¿Qué está pasando? Todo está muy extraño

-Hable con él y me contó un par de cosas pero sobretodo me suplico que te convenciera de no llevarlo al psicólogo - lo miro incrédula - hablamos sobre que a su papá no le gusta que me lleve bien con él y sobre esa nueva bebé que no le gusta

-Ajá

-Todo lo del bebé es normal, mi amor a todos los niños con hermanos les pasa es la persona que los quita del trono por así decirlo pero discutimos cosas para que no crea que su papá no lo quiere y parece más calmado y no te quiere en la cocina porque está decorando un pastel que te compre hace un rato

-Dije que nada de cumpleaños - le recuerdo

-No es por tu cumpleaños, es porque eres muy golosa y te gustan los postres - dice pegándose mucho a mí con poca convicción

-¿Me llamas gorda? Porque si es así a mucha honra - bromeo

-Tu padre me dijo que te recordara pensar sabiamente en la decisión que tomes sobre tus cosas - dice y asiento poniéndome tensa otra vez - pero no te pongas así porque hoy es tu no cumpleaños y es un día para relajarte de todo, mañana ya te pondrías estresada

Tiene razón necesito un momento de paz en medio de todo el caos en que se ha convertido esta mañana.

-¿Podrías distraerme un rato? - no dijo nada solo me acarició las piernas y se acercó a mi cuello.

-Será un sacrificio que estoy dispuesto a aceptar pero más tarde

No me gusta ese plan y meto la mano por debajo de su pantalón hasta que lo acarició con mis dedos. Gruñe. Me agarra por detrás de las piernas y me levanta para sentarme sobre la lavadora. No pierde el tiempo en nada en cuanto estoy quieta se baja el pantalón y yo mi ropa interior por las piernas. Inmediatamente me besa con una desesperación. Me siento sorprendentemente cómoda con él encima de la lavadora que se supone que debería ser algo incómodo.

Pasa sus manos por mis piernas desnudas y gime.

-Me estás volviendo loco pero no podemos hacer esto... lo haremos luego

Muerdo su labio inferior como respuesta. Lo deseo. Mi lado racional me dice que no hagamos esto pero... al diablo

-No, hagámoslo ahora, rápido