Estoy montándome en el coche como una bala, Inna va a ser la que conduzca que, viniendo de ella y conociéndola ira rápido a la ceremonia. Lizy me ayuda a meterme con cuidado junto con la pequeña cola del vestido. En realidad, pesa un poco ahora que llevo un rato con él, pero es hermoso, de ello no hay duda alguna.
Una vez que Inna arranca el motor del coche es cuando me doy cuenta de lo que estoy viviendo y empiezo a ponerme nerviosa. Tenemos menos de media hora para presentarnos al otro lado de la ciudad y no sé si vamos a llegar a tiempo y eso me pone más de los nervios.
Estoy mirando por la ventana intentando mantener la respiración normal. Lizy que está a mi lado me da la mano para que me tranquilizara, sabe que me estoy empezando a poner nerviosa. El coche no es de Inna, se lo ha dejado Rodrigo y porque pudimos convencer a James de ello, él quería que una limusina nos recogiera y no en mi casa, sino en un salón de belleza costoso. Está como una cabra. Claramente me negué a ello, él al menos cedió cuando escucho que Inna le podía pedir el coche al hermano y así llevarnos. Después convencer a Rodrigo fue otra historia que Inna sabe mucho mejor...
Me llegan recuerdos de hace tres meses cuando fui a la inauguración del hotel. James estaba tan guapo, elegante y sensual.
Flashback
No me puedo creer todavía que me haya pedido matrimonio y mucho menos aquí delante de tantísima gente y encima en toda la cara de Carol, que me cae un poco mejor después de haberme salvado de las garras de Aaron, puede que después de todo tenga un buen corazón.
Estoy sola en la cafetería de este enorme hotel, es mucho más majestuoso que el de Tarifa. He venido aquí para estar un rato alejada de la multitud pero en seguida veo a Carol entrando y mirándome.
Sin pedir permiso coge la silla de mi lado y se sienta.
―Te felicito ―me tiende la mano y yo se la acepto.
―Gracias ―le doy una media sonrisa. ¿A qué viene?
―Sé que no te tengo que agradar mucho... la verdad es que lo entiendo, si yo fuera tú también me odiaría ―dice abriendo su bolso―. Nunca pensé que el corazón brindado de acero de James fuese a quebrarse con tus encantos.
―¿Gracias supongo? ―le miro entrecerrando los ojos―. ¿Por qué has venido a hablar conmigo?
―No sé, supongo que me caes bien y te quiero contar mi historia con James, porque aunque todo fuese estructurado por una negociación, realmente caí en sus encantos y sensualidad. Pensé que él también estaba sintiendo lo mismo por mí, pero me da que no.
―¿Crees que es bueno que le cuentes tus sentimientos a la mujer que le ha pedido la mano en toda tu cara? ―ella se ríe irónicamente.
―Me caes bien aunque no lo creas Alex, he podido observar por lo que James ha caído en ti, la verdad es que tienes buenas proporciones y también eres pura y de buen corazón, cualidades que son raras de encontrar cuando vas cumpliendo más de veinte años.
―De acuerdo...
―Mi cagada fue estar en el juego sin él. Si tú vas a jugar hazlo con él, nunca perdona una traición y menos si eres el amor de su vida ―Se levanta de la silla y se marcha con un cigarro en la mano.
Cuando ella sale veo entrando a James, que la fulmina con la mirada mientras que ella le da una sonrisa radiante y sale de la cafetería.
―¿Te ha molestado? ―me pregunta dándome un beso en la frente.
―No ―le doy una sonrisa.
―Me encantaría llevarte ahora mismo a casa y quitarte ese vestido tan sexy que llevas puesto ―Pasa su dedo índice por el filo de la tela del escote.
―Todavía no me creo que me hayas pedido matrimonio ―me acerco a él.
―Yo tampoco, pero no me arrepiento si esa es tu duda ―Roza sus labios con los míos.
―Tenemos que hablar ―Me aparto lentamente estropeando el momento romántico.
―Tienes razón ―me da media sonrisa mientras que coloca un mechón de pelo y lo coloca detrás de mi oreja.
―Quiero que empieces tú ―le declaro con dulzura.
―Está bien ―me da media sonrisa―. Me arrepiento de muchas cosas que te he hecho y ocultado, entiendo que sigas incluso molesta conmigo porque yo lo sigo conmigo. La historia que tenemos Carol y yo terminó hace mucho tiempo, como ya sabes ―asiento―, ella ha aceptado que lo único que nos puede unir es una relación de amistad algo tensa, pero solo eso. Nunca pensé que podría acabar loco por una mujer, has roto todos mis esquemas y mi orden de vida, pero me alegra tanto que lo hayas hecho.
―No me creo que seas James ―me río y a la vez se me escapan algunas lágrimas.
―Bueno, entonces, ¿no te arrepientes de casarte conmigo? ―niego con la cabeza y me acerco a él para unir nuestros labios.
Fin Flashback
Inna pega un frenazo con el coche y casi me como el asiento de delante si no fuera porque Lizy me aguantó con su mano.
―¡Por dios Inna! ―le grito histérica―. Quisiera llegar viva y sin matar a nadie a la boda.
―Perdón, no me había dado cuenta que alguien iba a cruzar... este paso está muy mal y no se ve bien si alguien va a cruzar por la carretera.
―¡Está bien, venga! ―le grita Lizy
―Normal que me vaya a chocar con alguien, si me estáis presionando todo el rato para que vaya rápido ―dice ella histérica también.
Cojo aire, ahora que me doy cuenta ya no nos queda mucho camino, pero quedan menos de quince minutos para llegar, vamos muy justitas de tiempo y temo a que si llego un poco tarde, James se piense que le estoy dando plantón.
La zona de la ceremonia es secreta para mí, James quiso organizarlo todo, solo nos dio la dirección e Inna es la única que sabe un poco del plan de James, y debo reconocer que eso me asusta un poco.
Solo espero que todo salga bien.
04/01/2020
¡Feliz año nuevos mis queridos lectores y lectoras!🎉🎊 ¿Qué tal el comienzo del año? Yo me he propuesto ahorrar más, terminar este libro antes de verano y empezar otro en verano, a ver si es verdad JAJAJA, porque estamos en el segundo capítulo y ya voy con una semana de atraso 🤣 bien por mí.
Espero que os esté gustando el comienzo de la segunda parte de "Ardiente Deseo", y os quiero mucho mucho mucho.💞
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Deseo Incontrolable II [+18]
RomanceSegunda parte de "Ardiente Deseo". Mi vida cambió en aquella sesión de fotos. Conocí al sexy empresario de la franquicia hotelera más prestigiosa de toda Europa. James Evans y su mundo oscuro. Y ahora yo, pertenezco a ese mundo oscuro.