Capítulo 17: Tratado de paz

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Desayunamos con tranquilidad y en un silencio cómodo, después de todo para que James está calmado y no quiere que discutamos. Pero eso no quita que haya una conversación pendiente, porque primero no puede decir por mí lo que yo haga en mi vida con mis amistades o ex-amistades, y segundo no puede imponerme que utilice su dinero si yo tengo el mío.

De momento dejo de lado esa conversación y me centro en el momento, cuando la luna de miel acabe ya se hablarán las cosas bien y se dejarán algunas cosas claras.

―¿En qué piensas? ―me pregunta James.

―Quisiera que vayamos a la playa esta tarde ―le doy una pequeña sonrisa. Quiero estrenar uno de los bikinis para dejarlo con la boca abierta.

―Mmm me parece buena idea, además hace algo de calor ―me da una perversa mirada y le frunzo el ceño. A saber en lo que está pensando ahora.

―Entonces después del almuerzo nos preparamos para ir, ¿te parece?

―Sí, además quiero llevarte a un restaurante con deliciosa comida y variedad de platos saludables ―Se mete el último bocado de su desayuno y recoge los platos y cubiertos para dejarlos en la cocina―. Ahora también quiero que demos una vuelta por la ciudad, juntos ―Recalca el “juntos”, qué cabrón.

―Me parece bien ambas cosas ―me levanto y voy a limpiar los platos pero me detiene.

―No te he traído aquí para que hagas de limpiadora, ya lo hará la limpiadora cuando nos vayamos ―me da un beso en la frente y antes de marcharse a la habitación para ponerse la ropa me da una nalgada. Pego un respingón y voy detrás de él para también escoger la ropa.

Cuando veo que entra al cuarto de baño, cojo una de las bolsas y me coloco el bikini lo más rápido posible para que no lo vea, y después encima un vestido de los que compré ayer también. James sale y me ve por unos segundos.

―Es nuevo ―yo asiento―. Me gusta mucho, date la vuelta ―le hago caso―. Te ves muy bien en él, me va a dar celos que otros te miren por la calle ―me giro para mirarlo.

―No empieces con tus celos tonto, da igual quien vaya a mirar que tú solo lo vas a poder disfrutar ―le doy un beso en los labios y cuando me separo me coge por la cintura para volver a juntarlos.

[…]

Estamos andando por las calles de la mano y no sé por qué pero me pone nerviosa, no solemos estar cogidos de la mano por mucho tiempo y menos ante el público. Siento mis cachetes enrojecidos y hasta las piernas de vez en cuando me tiemblan, sé que es estúpido pero realmente estoy nerviosa.

Veo a las chicas mirando a James y como se les cae la baba de fulanas, después me miran a mí y luego a nuestras manos entrelazadas y entonces me fulminan. Me siento victoriosa ante ello.

―Me gusta que estés sonrojada ―me suelta cerca de mi oreja en un susurro James. Su aliento caliente me hace estremecer y se me escapa un leve gemido que me pone más roja como un tomate. Escucho como suelta unas risitas bajas y no puedo evitar sonreír de lo nerviosa que me encuentro.

Después de estar recorriendo bastantes calles de Seattle, nos paramos enfrente de un restaurante sencillo para James y caro pero tampoco tanto para mí.

―¿Es aquí? ―James asiento y empezamos a caminar adentro de él.

―Espero que te guste, hace mucho tiempo que no vengo aquí y espero que siga estando el mismo cocinero, es más quisiera presentarte, es un viejo amigo mío ―me dice James mientras nos recibe un hombre con traje.

―Oh señor Evans cuánto tiempo hace que usted no viene por aquí ―le hombre le estrecha la mano y se dan un apretón contundente―. Y por lo que veo traes a un hermosa chica con usted ―Su inglés tan profundo me hace dudar de vez en cuando si lo que dice es lo que entiendo en mi cabeza, pero supondré que me ha dicho bonita y le daré una sonrisa.

Voy pegada con el inglés…

―Sí, hace bastante. Estamos mi mujer y yo de luna de miel y por eso he querido traerla aquí, sé que le va a gustar mucho, ¿sigue están Fran en la cocina?―pregunta James con su mejor acento en inglés, parece que fuese de aquí de toda la vida, por mi madre que no tiene ningún defecto este hombre aparte de ser celoso.

―Claro que sí, le aviso de que estáis aquí y se acerca a vuestra mesa ―nos da una sonrisa y nos guía con la mano por el camino que tenemos que tomar― Hemos ampliado el local y hemos puesto una nueva zona más relajante, la mesa es más cara pero a usted se la voy a dejar como las demás, hace mucho tiempo que no nos vemos y realmente me agrada volver a verle.

―De verdad no es necesario, si no me cobra la mesa como corresponde sabe que en la cuenta le daré de más por asegurado ―James aparta una de las sillas para que yo me siente y es entonces cuando nuestras manos se separan. La echo de menos…

Tomo asiento y después lo hace James, finalmente el hombre trajeado se marcha al interior del restaurante para unos minutos después aparecer un hombre, calculo que de unos cincuenta y pocos años. Viene hacia nosotros, así que supongo que será Fran.

―Querido amigo, ¡cuánto tiempo!

―James se vuelve a levantar para recibir en un amistoso abrazo a Fran, yo también me levanto y nos damos la mano suavemente―. Me alegra tanto verte por aquí y como me ha contado Luis, traes a una hermosa chica contigo, te doy mis felicitaciones ―Después de escuchar tanto extranjero me pierdo, por lo que dejo que los hombres sigan hablando a lo suyo y yo finjo una sonrisa de: claramente estoy entendiendo todo lo que decís.

Poco rato después cuando ya se marchan los hombres James y yo nos quedamos en la mesa callados y mirando la carta. Veo muchísima comida que tiene muy buena pinta y no sé cuál escoger.

―Me muero de hambre ―digo en un susurro sin darme cuenta, pero escucho la risa de James y entonces caigo en la cuenta que lo he dicho en voz alta.

―¿Quieres que escoja por ti? ―Asiento con timidez y finalmente James llama al camarero y le dice todo lo que queremos.

No tardan mucho en empezar a traernos los platos que me quedo con la boca abierta y la babita saliendo por un ladito, lógicamente en sentido metafórico, menos lo de la boca abierta, realmente me impresiona la buena pinta que tiene todo.

―Venga preciosa, engulle como si fuera mi polla ―las palabras de James me dejan asombrada, pero lo peor de todo es que le hago caso sin molestarme en responderle una grosería.

De acuerdo… lo disfrutaré como si de tu polla se tratase.

De acuerdo… lo disfrutaré como si de tu polla se tratase

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26/05/2021

¡Muy buena! ¿Cómo están?💕 Os traigo un capítulo de tranquileo entre la pareja ardiente, después de tal pelea que tuvieron en capítulos anteriores.😜

¡Muchas gracias!

Hadala09

Deseo Incontrolable II [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora