Capítulo 33: Dudas

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Te has casado con un hombre que te ha estado engañando por un año, a saber si todavía no te está engañando. Si lo has podido perdonar e incluso llevarte bien con la zorra de Carol, conmigo no deberías ni de rechistar...

Abro los ojos recordando de nuevo aquel día tan horrible. De momento siento los brazos de James acariciando mi cabello para tranquilizarme. Ayer se quedó conmigo por petición mía. Sentí que era lo correcto, después de todo estamos casados y yo lo he amado.

Pero ahora tengo dudas, unas dudas muy importantes y que me hacen replantearme muchas cosas. ¿Cómo que me he casado con un hombre que me ha engañado por un año? ¿A qué se refiere Lizy con eso? ¿He sido tan estúpida para perdonar una infidelidad? Pero no me atrevo a preguntarle.

Él se muestra tan atento conmigo, siempre está cuidando de todo a mi alrededor, pendiente a que esté cómoda y que no me falte nada, ¿por qué me iba a tratar así si no fuera porque me ama?

Me siento tan confundida.

Necesito aire y dar una vuelta. Me levanto de la cama y James me mira extraño.

―¿Te sientes mal? ―¿Cómo ha podido notarlo?

―No... no es eso, solo quiero salir un poco, quiero estirar las piernas ―le doy una sonrisa y parece que cuela.

―Si quieres podemos dar una vuelta por el centro.

―Mm sí, claro ―le digo y entro al baño.

Quería estar sola mejor, pero puede que dar una vuelta con él me sienta mejor. Podríamos hablar un poco de su vida y sus gustos, y que también me contara cosas de nuestra relación, puede que así recuerde algo.

Me doy una ducha rápida y cuando estoy afuera veo a James duchado también, habrá ido a alguno de los otros baños. Al poco rato ambos estamos listos para salir a dar una vuelta en pareja.

Cogemos el coche pero sin chofer para ir hasta el centro y aparcar en algún sitio libre. Se nos hace un poco complicado pero al final conseguimos un lugar al lado de una cafetería.

―Podríamos tomarnos aquí el desayuno ―le digo un poco emocionada.

―Sí, me parece genial ―siento que James también está contento y eso me agrada.

Bajamos del coche y entramos a la cafetería en donde cogemos sitio rápidamente al lado de la cristalera para poder ver la calle. Ahora que me doy cuenta justo en frente se puede ver una floristería con expositores en la calle, que además de darle una buena imagen hace que sea apetecible ir allí.

―Luego... ¿nos podemos pasar por esa floristería? ―le digo a James y él mira hacia donde yo.

―Claro que sí, allí compré tu ramo de boda ―me mira ensimismado. Parece que estuviera recordando cuando nos casamos.

―Háblame de la boda ―le animo.

―Bueno... fue el mejor día de mi vida ―dice un poco tímido―. Me hiciste el hombre más feliz cuando pude escuchar de tus labios que aceptabas ser mi esposa delante del cura y todos los invitados. Aquel día supe que nada nos iba a poder separar, que estábamos hechos el uno para el otro. Tus votos fueron muy emotivos para mí, me derretiste el corazón y quise besarte en ese momento hasta fundirnos en el beso sin importar quién nos mirara ―dice con una sonrisa pequeña en sus labios.

―Vaya... yo... ―siento mis ojos humedecerse―. ¿Cuáles fueron tus votos? ―me atrevo a preguntarle.

—Me entrego a ti este día, para compartir mi vida contigo. Puedes confiar en mi amor, porque es real. Prometo ser un esposo fiel y compartir y apoyarte en tus esperanzas, sueños y metas. Mi voto estará contigo para siempre. Cuando caigas te levantaré, cuando llores te confortaré, cuando rías compartiré contigo tu gozo. Todo lo que soy y todo lo que tengo es tuyo desde este momento hasta la eternidad ―hace una breve pausa―. Yo, James Evans acepto ser tu esposo.

Deseo Incontrolable II [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora