Me levanto con dificultad ya que sigo teniendo las manos atadas detrás de mi espalda. Voy hacia la ventana y me asomo para ver hacia dónde da. Los malditos sabían perfectamente que daban al muro y al descampado, y desde allí no valía de nada que estuviera asomada. Y está muy alto.
Escucho la puerta abrirse y es Erick entrando con una botella de agua. Se va acercando a mí pero yo me alejo hasta que toco la pared y no puedo retroceder.
―No quiero hacerte daño, solo darte un poco de agua ―me dice con una mirada triste por mi rechazo.
―No puedo confiar en ti después de todo esto... ―le digo mirando hacia el suelo.
―Yo... yo solo quiero que me ames y que estemos juntos, que el maldito de James desaparezca de nuestras vidas ―me dice levanto un poco la voz―. Te deseo desde que te conocí y por estúpido, nunca te confesé mi amor cuando estabas soltera.
―A lo mejor si me lo hubieras dicho...
―¿Hubiera habido alguna posibilidad? ―me pregunta
―Es posible ―nunca―, incluso... ―me quedo callada.
―¿Incluso...? No te quedes callada.
―No puedo decirlo, espero un bebé de James ―le digo sin atreverme a mirarle a los ojos.
―¿Y qué más da? ¿Qué importa? Yo puedo criarlo, ¿qué coño ibas a decir?
―Cuando recobré la memoria, la primera persona que me vino a la cabeza fuiste tú ―le dije―. No sabía por qué me estaban viniendo todos los recuerdos que habíamos vivido, y entonces me di cuenta que cada atención tuya significaba tu amor hacia mí, desde que nos conocimos como has dicho antes.
―¿Qué quieres decir con todo eso? ―Él se acerca y me acaricia la mejilla. Siento una gran repulsión en mi garganta pero esta es la única manera de poder hacer algo.
―Lizy se quedó embaraza de ti, ha tenido una niña hermosa, ¿cómo iba a poder hacerle eso a mi amiga y su hija? ―le digo―. Ellas te necesitaban antes que yo.
―No te estoy entiendo ―empiezo a mover mis pestañas rápidamente y consigo que se pongan lagrimosos.
―Erick, me has empezado a gustar, ¿pero cómo me iba a acercar a ti? Yo casada y tú con una hija que tenías que cuidar. Ni siquiera sabía dónde estabas metido, ¿cómo iba a poder contactar contigo?
―No te creo ―me dice. Mierda―. Estás mintiendo, ¿es para que te libere verdad? ―niego la cabeza con velocidad.
―No quiero que me liberes, me quiero ir contigo y que dejemos a esos dos idiotas morir aquí ―le digo mirándole a los ojos directamente y derramando alguna que otra lágrima por la mejilla. Ha llegado un punto que no sé si las lágrimas son de cocodrilo o de verdad estoy llorando de lo repulsivo y asqueroso que está siendo todo esto.
―¿Morir? Yo creo que no van a morir, van a conseguir muchos billetes y nos vamos a ir a Marruecos, en donde ya no podrán tener a la policía de su lado y podremos irnos por donde queramos en África ―me dice acariciándome la mejilla y quitando las pocas lágrimas que han salido de mis ojos.
―Tú no lo entiendes ―le digo―. Yo llamé a James, es cierto, tengo miedo. Pero no tengo miedo de ti, tengo miedo de Aaron y mi padre, ellos son personas crueles, no les va a importar en absoluto que yo acabe muerta, al contrario que tú, mientras tengas los millones que quieren, serán felices ―le digo apoyando mi frente en su pecho. Al principio dudo pero veo a Erick receptivo―. Tú no quieres que yo muera, tú me quieres de verdad, solo te has metido en un mal bando.
―Es posible que tengas razón, mi princesa ―me acaricia el cabello. La bilis me recorre toda la garganta y siento el ácido en mi boca.
―Por favor, no quiero que te hagan daños, van a morir, van a explotar las puertas, pero no sabéis que ello están preparados, ellos saben perfectamente vuestros planes ―le digo volviendo a mirarlo―. James me dijo que queríais venir al puerto de Almería para llevarme a Marruecos, ¿de verdad crees que no habrá analizado cada rincón del lugar? ―le pregunto.
―Si es así... si explotamos las puertas sabrán que iremos hacia los túneles...
―Sí, tenemos que irnos nosotros antes de que ellos se den cuenta ―le digo―. Tienes... tienes que desatarme e irnos corriendo hacia el barco.
―Pero hay un problema ―dice―. El barco es privado y es contratado por Aaron, si no lo ve a él, no nos dejará partir ―se aleja de mí un par de metros―. Estamos jodidos entonces ―se ríe levemente.
―No, no lo estamos ―me acerco de nuevo a él―. Podemos irnos por el túnel y cuando salgamos nos vamos en otra dirección, nos largamos ―le digo―. No hace falta que vayamos hacia el barco, podemos correr hacia la ciudad y escondernos, mientras Aaron y mi padre estarán entretenidos, ni siquiera se darán cuenta de que yo no estoy, y eso nos hará ganar tiempo ―le digo con los ojos suplicante. Al cabo de un rato él asiente. Le doy una sonrisa y él me la devuelve.
―Antes necesito una cosa ―me agarra del mentón y acerca su cara a la mía. Casi me aparto pero entonces mi plan se hubiera ido a la mierda, así que le permito que pose sus labios encima de los míos y le correspondo el beso. Lo peor llega cuando me acaricia los labios con su lengua y me indica que abra la boca para introducirla. Siento mucha repulsión y ganas de vomitas pero aun así me lo ahorro y le correspondo en todo.
Cuando termina de besarme se gira y se coloca a mi espalda para sacar una pequeña navaja guardada en sus pantalones y me corta las bridas marcadas en mi piel. Me llevo las manos hacia delante y me duele todo el brazo, especialmente los hombros. Muevo mis muñecas mientras suelto algún que otro jadeo.
―Tenemos que irnos ya mientras están entretenidos ―dice y vamos hacia la puerta en donde primero abre Erick y se asoma para ver que no viene ninguno de los dos―. Hay que bajar las escaleras de nuevo hasta el sótano ―dice y me tiende la mano. Yo se la agarro y salimos de aquella habitación. Empezamos a camina por el pequeño pasillo hasta que llegamos a las primeras escaleras y me paro haciendo que Erick se vuelva y me mire con la ceja levantada.
―Es que... ―empiezo a decir―. Tengo algo de miedo... ¿y si no sale bien? ¿Y si te hace daño? ―le pregunto poniéndome una mano en el pecho para dar énfasis al drama.
―No tienes nada que temer, tengo aquí una pistola, si las cosas se ponen feas los mato yo mismo ―dice con media sonrisa ladeada. Si realmente tiene un arma, esto que estoy haciendo se ha vuelto todavía más arriesgado. Joder. Asiento con la cabeza y empiezo a caminar de nuevo.
Veo que le asoma por el bolsillo la pequeña navaja que ha utilizado para quitarme las cuerdas. Me acerco más a él, pensará que me quiero refugiar. Y con un rápido movimiento...
De repente siento que todo se mueve y hay una gran explosión que me hace caer al suelo junto con Erick. Estamos algos aturdidos pero visualizo que la navaja está en el suelo cerca de mí y la miro con mucho deseo, vuelvo a mirar a Erick que está boca arriba y levantando la cabeza para mirarme.
Mierda.
Se ha dado cuenta de que he mirado la navaja. La adrenalina me hace reaccionar y con un rápido movimiento voy a cogerla. Erick intenta impedírmelo, pero antes he llegado yo y la cojo para luego clavársela en la barriga. Puedo sentir como le rajo la capa de la piel y se introduce el cuchillo.
Es la sensación más desagradable que he sentido nunca.
19/06/2022
Holaaaaaaa❤️
¿A alguien le ha dado pena Erick? En realidad no sabemos si está muerto... solo gravemente herido je je je 🥰
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Deseo Incontrolable II [+18]
RomanceSegunda parte de "Ardiente Deseo". Mi vida cambió en aquella sesión de fotos. Conocí al sexy empresario de la franquicia hotelera más prestigiosa de toda Europa. James Evans y su mundo oscuro. Y ahora yo, pertenezco a ese mundo oscuro.