Capítulo 49: Bendito despacho

1.5K 99 12
                                    

Me quedo en la sala de espera pensando en lo que he hablado con Óscar. Inna hace un rato que se marchó porque tenía que trabajar y Lizy está a mi lado bastante cansada. Yo creo que aquí poco más tenemos que hacer, pero me siento mal si me voy.

―Lizy, ¿por qué no vas a casa a descansar y a comer algo? Ya está todo bien ―le digo animándola para que se vaya.

―Quiero quedarme contigo ―me dice con una sonrisa―. Además, lo mismo te puedo decir a ti también, ya está todo controlado por lo que podemos irnos.

―Ya... pero es que me siento tan culpable de esto que no quiero irme.

―¿Has pensado en James? ―pregunta de golpe y sin tapujos.

―Mucho... ―digo en un susurro―. Creo que tendría que hablar con él.

―Yo también lo creo, seguro que hablándolo podéis llegar a hacer las paces ―me dice acariciándome la espalda.

―Sí... las paces... ―asiento con la cabeza y nos levantamos de las sillas incómodas. Vamos hacia la habitación para darle un aviso a Óscar que nos vamos.

―Gracias chicas por estar todo el rato pendiente de mi hermano ―dice una vez que está afuera en el pasillo junto a nosotras.

―No tienes que agradecer nada ―dice Lizy un poco tímida. La verdad es que se nota que siente algo por Óscar, porque se pone nerviosa y coqueta cada vez que lo ve.

―Cualquier cosa nos avisas ―le digo y asiente.

Terminamos de despedirnos y nos dirigimos al coche de Lizy. Le digo que me deje en la empresa de James para que pueda hablar con él en la tranquilidad de su amplio despacho.

Me bajo del coche y Lizy me da ánimos. Entro en la amplia sala y me dirijo a la chica de recepción. De momento me dice que suba a la planta y despacho por el ascensor y le hago caso. Seguramente le haya avisado por el teléfono de que estoy subiendo a su despacho.

Llego a la puerta y abro con sigilo, me lo encuentro apoyado en la mesa de su escritorio con los brazos cruzados. Lleva una camisa azul marina que le queda de muerte. Es todo un adonis y me entran ganas de follármelo ahora mismo. Pero me quito esos pensamientos rápidamente. Tengo que controlarme, vengo por un objetivo claro y no me puedo dejar llevar por su belleza inhumana.

―Hola ―digo para empezar una conversación. James eleva un poco su cabeza y me mira con tristeza pero a la vez sus fracciones indican rudeza, dominación y sexo. Eso me pone cachonda.

―Hola... ―dice con voz ronca y siento mi vagina humedecerse.

―Creo que deberíamos hablar ―me acerco quedándome a un par de metros de él.

―Sí ―dice tan tranquilamente que incluso me pone nerviosa.

―¿Sabes que estuvo horrible lo que hiciste, no? ―le pregunto y él se queda mirándome sin decir nada―. ¿No? ―Vuelvo a insistir pero no me dice nada―. ¡James! Habla de una puta vez.

―No digas palabrotas ―se acerca a mí con un cartel en la frente gritando peligro.

Me coge de la cintura y en un ágil movimiento me lleva hacia el escritorio en donde me sube y me presiona su pelvis contra mi intimidad. Me pongo todavía más cachonda.

―James no... ―estampa sus labios carnosos en los míos y empieza a moverlos con desesperación. No puedo resistirme y le sigo con desesperación.

Después empieza a mover sus manos por mi espalda llegando hasta los pantalones. Me levanta un poco y me los quita. No sé cómo me estoy dejando llevar pero es algo que necesito ahora mismo.

Deseo Incontrolable II [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora