Estoy cogiendo la diadema de flores que me tengo que poner en la cabeza. Me tiemblan hasta las manos pero consigo ponérmela bien. Me miro en el espejo y sé que estoy lista para ir con Inna y las chicas.
James sale del cuarto de baño, está con una toalla al rededor de su cintura. Se ve muy bien el condenado. Se acerca hasta mí y me planta un beso en la frente para no llenarse de pinta labios.
—Siempre te diré que eres la más hermosa del mundo —me dice y me sonrojo—. Me alegro cada segundo de mi vida que hayas recuperado la memoria, nena.
—Yo también —le dedico una sonrisa—. Tienes el traje en la cama preparado y planchado, yo me tengo que ir ya para los últimos arreglos con Inna.
—De acuerdo, suerte y ánimo, Inna tiene que estar muy nerviosa.
—Sí —le digo acercándome hasta él y le doy un beso en los labios rápidamente para mánchenle con el pinta labios.
Le miro y segundo y salgo huyendo de la habitación entre risas.
Estoy caminando hacia la habitación de Inna. Estamos en el hotel de James en Málaga, ya que ella y Rodrigo querían celebrarlo aquí.
No había estado aquí y estoy totalmente enamorada del lugar, es precioso, está todo tan cuidado a detalle que me asombra. James es un buen diseñador y arquitecto, todo un hombre de negocios.
Mientras yo... he estado en una floristería y ahora enchufada seguramente que en la empresa de James o en la de mi padre. La verdad no me parece justo, quisiera también ganarme la vida y tener una carrera profesional de la que estuviera orgullosa, y no quiero decir que me arrepiento, es sólo que quisiera ser un poco como mi padre o James.
Quiero montar mi propia empresa... ¿pero de qué?
Suspiro.
En fin, tendré mi sueño apartado y más adelante lo retomaré.
Toco a la puerta y me abre Lizy con una amplia sonrisa.
—Estabas tardando mucho ya, eh —me dice ella y me coge del brazo para que entre.
Estamos las tres con el mismo vestido y los mismos accesorios, ya que las tres somos las damas de honor de Inna, aunque yo tengo algo diferente a ellas, y es que tengo un lazo azul de tela traslúcida alrededor de mi cintura, que hace juego con los encajes blancos de mi vestido.
Y es que soy la que entregará los anillos a la pareja, lo cual me tiene un poco nerviosa porque espero no cagarla en el último momento y tropezarme con el vestido.
—Estás muy guapa, Inna —le digo mientras me acerco a ella y nos damos las manos para después un pequeño abrazo.
—Vosotras también estáis muy guapas —dice ella con la voz entrecortada.
—Ay, mi querida amiga, no me creo que te vayas a casar —le digo acariciándole la mejilla.
—Yo pensaba que antes se nos iba a casar Lizy que nosotras dos —Empezamos a reírnos todas pero Inna para abanicándose con las manos los ojos para que no se corra el maquillaje.
—¿Ya has terminado con todos los detalles? —le pregunto y ella asiente.
—Estamos muy adelantadas —dice Carol que por fin ha hablado.
—Ya solo queda que venga Óscar para que avise de que podemos ir hacia el altar —dice Lizy y le sonrío.
Estamos las cuatro mirándonos en el espejo y viendo alguna imperfección, sobre todo en Inna, pero la verdad es que está perfecta. Ella tiene unos rasgos que le hace una mujer guapa y elegante, con una personalidad fuerte y de carácter, todo eso junto le hace ser muy atractiva y llamativa.
Me acuerdo que en la universidad siempre estaba llamando la atención de los chicos, teníamos que irnos muchas veces en los descansos para que no la acosaran con citas absurdas. Inna siempre ha sido una chica solitaria, no quería amoríos.
Ahora la veo y puedo asegurar que parece otra chica, una mucho más feliz y que está logrando todo aquello que nos proponíamos.
Escuchamos que llaman a la puerta y me saca de mis pensamientos con un pequeño sobresalto. Inna pone los ojos como platos de los nervios.
Lizy abre la puerta y se ve a Óscar saludándonos y dándole un beso dulce a Lizy en los labios.
Eso ha sido algo que también me hace sentir muy orgullosa de mi amiga, y es que ha dejado que Óscar conquiste su corazón. Con la experiencia que ha vivido por culpa de Erick, pensaba que se iba a negar a tener algo con alguien. Pero Óscar no la ha conquistado con joyas y dinero por su cuerpo, la ha conquistado con atención, cariño y respeto. Se ha preocupado en todo momento por ella, que no le faltara nada ni tampoco a la pequeña, ha sido todo un acto de humanidad por parte de él.
Siempre está intentando cuidar a Leyla para que Lizy descanse, me parece muy tierno.
Dejo atrás de nuevo los pensamientos y salimos por la puerta con Inna detrás, está tan nerviosa que no sabe ni controlar los tacones.
Empezamos a caminar hacia el enorme jardín del hotel, que es en donde se va a celebrar la boda, y cuando llegamos a la puerta antes de salir se empieza a escuchar la música de boda.
Lizy, Carol y yo nos adelantamos para empezar a caminar hacia el altar y ponernos en nuestros puestos.
Veo a James situado en la primera fila y me guiña un ojo, yo le sonrío un poco nerviosa. Steve está a su lado derecho y al izquierdo me sorprende encontrar a una mujer que no conozco ni me suena que sea conocida de Inna, a lo mejor es de Rodrigo. No le doy importancia y sigo hacia delante poniéndome en el lado derecho.
Saludamos a Rodrigo que está en el altar muy elegante y guapo con su traje oscuro de etiqueta.
Al poco empezamos a ver que entra Inna con el brazo envuelto en el de Óscar, esto es algo que yo no sabía y cobra sentido que no estuviera al lado de James y su hermano.
Rodrigo le dedica toda su atención a Inna que empieza a caminar como toda una diosa hacia nosotros, siento hasta cosquilleos en el estómago al ver la escena y poder recordar por fin, cuando yo me casé. También lo viví como mi amiga lo está viviendo hoy.
Cuando llegan al altar, Rodrigo le tiende su mano y ella lo acepta con mucho amor. Se posicionan uno en frente del otro y después miran al cura, que asiente con alegría.
—Podemos empezar con la boda.
10/05/2022
Tres...
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Deseo Incontrolable II [+18]
RomanceSegunda parte de "Ardiente Deseo". Mi vida cambió en aquella sesión de fotos. Conocí al sexy empresario de la franquicia hotelera más prestigiosa de toda Europa. James Evans y su mundo oscuro. Y ahora yo, pertenezco a ese mundo oscuro.