Capítulo 78: Momentos delicados

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Tengo los ojos cerrados mientras salen un mar de lágrimas por ellos. James me está acariciando y besándome la frente.

―Está en una fase muy delicada ―escucho decirme y abro los ojos de golpe para observarle―. De momento estáis en observación, en cualquier momento podría...

―¿Sigue vivo? ¿Sigue aquí con nosotros? ―pregunto agarrando el brazo de James. Él asiente y sonrío. No puedo evitar que se me escapen más lágrimas.

―James...

―Nena, tienes que estar tranquila y en reposo ―me dice y a la vez se sienta en la silla que está al lado de la cama―. Por culpa de todo el ajetreo que habéis sufrido el bebé ha sufrido bastante, las caídas, los golpes y todo el estrés que has vivido, también lo ha sufrido el bebé.

―Es un luchador ―le digo casi en un susurro.

―Como su madre ―me sonríe.

―He pasado mucho miedo ―digo jadeando.

―Lo sé, mi vida, lo sé ―apoya su frente en la mía―. Pero ya ha pasado todo y has sabido luchar como una buena guerrera. Ahora tienes que descansar, yo voy a salir un momento, hay cosas que tengo que hablar todavía.

―¿Hablar? ¿Con quién? ―le pregunto sintiéndome nerviosa.

―Es complicado, es mejor que descanses y después te lo cuento, ¿vale? ―yo asiento dudando―. No te preocupes que ya estás a salvo y no te va a pasar nada.

Veo como James sale de la habitación no sin antes girarse y dedicarme una hermosa sonrisa que logra tranquilizarme.

Narra James:

Salgo de la habitación con la tensión por todo el cuerpo. No he podido decirle toda la verdad... Es cierto que el bebé sigue vivo pero es muy posible que no sobreviva las próximas veinticuatro horas. No podía hundirle la vida después de lograr que por fin estuviera algo tranquila.

Me llevo las manos a la cabeza.

No puedo vivir sin Alexa, pero tampoco quiero perder a mi hijo.

Si mi hijo logra pasar las próximas horas, seguramente sea un embarazo normal pero aun así hay probabilidades de que haya riesgos en el parto. Maldita sea.

―¡Joder! ―grito mientras llevo las palmas de mis manos a la pared.

―¡Hey! James tranquilo ―Mi hermano Rodrigo apoya su mano en mi hombro e intenta darme algo de ánimos. Si no hubiera sido por él, Óscar y Steve, hubiera perdido la cabeza en todos estos días que hemos estado buscando a Alexa, y sobre todo esta noche cuando la he visto con sangre y moratones.

―Es muy difícil verla así, no he podido ni siquiera decirle toda la verdad ―le digo mientras apoyo mi espalda en la pared. Óscar y Steve se acercan hasta nosotros.

―Ella es muy fuerte, seguro que logra que vuestro hijo sobreviva ―me dice mi hermano.

―Ojalá... ―digo suspirando―. ¿Y Erick? ¿Está vivo? ―Óscar niega con la cabeza.

―Demasiada sangre perdida, hizo daño a un órgano por lo que me ha comentado la médica y ya era irreparable ―dice Steve.

―Que se pudra en el infierno ―digo cerrando los ojos―. ¿Y Aaron?

―La bala le dio en un nervio, por lo que ha perdido casi la movilidad total de la pierna ―comenta de nuevo Steve―. Además, ya no va a salir de la cárcel nunca más.

―Me parece estupendo ―digo y veo a las chicas venir hacia nosotros con unos cafés.

―¿Está despierta? ―pregunta Lizy.

―Le he dicho que vuelva a descansar ―le doy un media sonrisa ladeada. La verdad es que tiene unas buenas amigas.

[...]

Narra Alexa:

Me despierta con un dolor agudo y fuerte en el estómago por lo que me empiezo a asustar de inmediato. Miro hacia mi alrededor y no encuentro a nadie. Mi respiración cada vez es más rápida y siento los latidos de mi corazón muy rápidos.

De nuevo tengo la sensación de humedad templada en mi zona íntima y dirijo mi mano hacia allí. Cuando la saco hay sangre, por lo que me quito la manta y puedo ver una gran mancha roja. Estoy sangrando mucho más que cuando me encontró James.

―Ayuda ―apenas me sale la voz―. Ayuda... ―No puedo gritar. Quiero seguir moviéndome pero no me muevo. Me estoy quedando paralizada en la cama y solo puedo mirar hacia la sangre, que cada vez se va poniendo más oscura y oscura.

Nadie viene, nadie me ayuda y estoy perdiendo a mi bebé. La voz no me sale, no se atreve a salir de mi garganta. Estoy desesperada.

―Alexa... ―escucho la voz de James a lo lejos―. Eres la culpable ―intento mirar hacia algún lado pero no lo consigo. Mi mirada está fija hacia la sangre―. Tú has hecho que muera nuestro hijo... ―la voz de James se va distorsionando cada vez más―. Alexa... Alexa... Ale....

Consigo mover todo mi cuerpo sentándome en la cama y me quedo paralizada. Mi respiración va a todo pulmón y ya mi corazón está fuera de mí. James apoya sus manos en mis brazos y me mira a los ojos. Está muy preocupado. Miro a mi alrededor y me viene la sangre a la cabeza. Corriendo me destapo y no veo ninguna mancha.

Expulso todo el aire que tenía cargado en los pulmones.

―Nena, ¿qué ocurre? ―me pregunta acariciándome el cabello.

―He tenido la peor pesadilla de mi vida ―digo volviendo a tumbarme lentamente―. He soñado que volvía a sangrar y que nadie me ayudaba, me quedaba paralizada y ni siquiera la voz me salía.

―Nena, todo está bien ―me dedica una hermosa sonrisa―. Ayer no me pude atrever a decírtelo... pero ya han pasado las suficientes horas para decirle que nuestro bebé está fuera de peligro, mi amor ―me besa levemente en los labios y se separa unos centímetros―. Ya no tienes que temer por ella, porque es toda una campeona.

―¿Ella? ¿Campeona? ―digo casi sin respiración―. Es... ¿es una niña? ―James asiente y me vuelve a besar, esta vez el beso es más largo.

―Será una hermosa niña con la fuerza y el temperamento de su mamá ―dice riendo flojito.

―Solo quiero que nazca sana ―digo más bien como una petición.

―Seguro que sí, pero nena, tienes que cuidarte mucho más que una madre normal, la pequeña ha sufrido mucho, entonces es algo más delicada.

―Voy a hacer todo lo imposible para que esta niña nazca, te lo prometo ―le digo a James con una sonrisa enorme.

―Sé que lo vas a hacer muy bien.

―¿Cuándo nos darán el alta? ―pregunto por curiosidad ya que en realidad sé que todavía queda bastante para que pueda salir del hospital.

―Seguramente que un par de semanas o tres, no estoy muy seguro, todo dependerá del progreso que tenga la niña y tú ―me dice pasando su mano suave por mi brazo.

Nos quedamos un rato charlando hasta que los médicos vienen para hacerme pruebas de nuevo y ver que mi niña esté bien.

Nos quedamos un rato charlando hasta que los médicos vienen para hacerme pruebas de nuevo y ver que mi niña esté bien

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25/06/2022

¡Holaa! Tremendo susto que os di, ¿no?🤭

A tomar por culo los desgraciados 😤😤

Deseo Incontrolable II [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora