El cura empieza con el discurso y Lizy me da un codazo para que vaya discretamente a buscar las alianzas. Asiento y me voy hacia atrás de todos los invitados y cojo el pequeño cofre con un cojín dentro de él y los anillos perfectamente colocados.
Cuando escucho las palabras claves del cura empieza a caminar por la alfombra roja que lleva hacia el altar. Estoy algo nerviosa pero adopto la misma actitud y seguridad que ha tenido Inna.
Cuando llego, mi amiga y yo nos sonreímos con los ojos lagrimosos y llenas de felicidad.
—Pueden decirse sus votos —dice el cura.
—Querida Inna, no es la primera vez que te lo digo, ni será la última, eres la luz de mi vida, la que me ha guiado y ha sabido hacer que mejore como persona. Nunca me has juzgado y has hecho por mí lo que nadie haría nunca, siempre has estado atenta a mis necesidades y emociones. No sé qué podría hacer sin ti y espero que siempre tengas paciencia con este hombre que está locamente enamorado de ti —dice Rodrigo con una enorme sonrisa en los labios—. Quiero casarme contigo, hoy y todos los días.
—Yo quiero pertenecer en tu vida, quiero despertar cada mañana y poder ver tu hermoso rostro. Quiero experimentar contigo todo lo que la vida nos pueda ofrecer, quiero casarme contigo y... —se le escapa un sollozo y se le quiebra la voz. Rodrigo se acerca a ella y le acaricia—. Coño... quiero ser tu esposa —consigue decir y todos empezamos a reírnos. Inna siempre será Inna.
Elevo mis brazos y Rodrigo coge un anillo para ponérselo en el dedo a su mujer e Inna hace lo mismo después.
Me escabullo y voy en donde las chicas para poder presenciar las ultimas palabras del cura y llegar al tan anhelado beso.
Todos aplaudimos y cogemos la bolsita de arroz para tirarlo por encima de los novios. Reímos, chillamos, saltamos... todos estamos siendo feliz, por fin todo está saliendo bien.
Cuando terminamos, empezamos a hablar con todos los invitados y a mezclarnos unos con los otros.
—Voy a buscar a James —le digo a Carol y ella asiente mientras bebe la copa de champán.
Llego hasta Óscar y le pregunto si sabe dónde está James.
—Ha ido al baño un momento, es por ahí —me indica y sigo la indicación que me ha dado.
Mientras por el camino voy pensando en que al final, después de tantas cosas y sufrimiento, todos hemos acabado bien. Steve y Carol están teniendo una relación, están felices juntos y van en serio, cosa que me alegra muchísimo.
Óscar, Lizy y Leyla son prácticamente una familia, para él es como si fuera su hija. Estoy tan contenta por Lizy, se lo merece.
Inna y Rodrigo se acaban de casar y tienen un montón de planes. Se entienden a la perfección y tienen la luna de miel para pasar muchísimo tiempo juntos, algo que Inna quería con ganas.
Yo y James... James es perfecto, es el hombre que he deseado toda mi vida, incluso ha cambiado aquellas cosas tóxicas, ha aprendido a perdonar y pedir disculpas por sus errores.
He conocido a mi padre y ahora tenemos una relación más estrecha y unida.
Estoy feliz, estoy muy feliz.
Siento mis ojos aguados de la felicidad que tengo y la enorme sonrisa que llevo en los labios.
Hasta que lo que acabo de ver me la borra.
Miro horrorizada la escena.
Todo el aire de mis pulmones me ha abandonado y pareciera que el corazón me dejara de latir.
James está besándose con la mujer que estaba a su lado.
No me doy más tiempo para observar aquella escena y me giro para salir corriendo de allí. Con lágrimas en los ojos veo todo borroso pero logro visualizar a mi padre al lado del ponche y con una copa en las manos. Me está observando con preocupación y se va acercando a mí a la vez que yo me acerco a él y pongo mis manos encima de sus brazos.
—Por favor, papá, necesito salir de aquí —digo sintiendo que se me cierra la garganta.
—Un momento, hija —me dice preocupado—, bebe agua e intenta calmarte un poco. Si salimos así, te van a ver tus amigas y se van a preocupar.
Tiene razón. Asiento con la cabeza y cierro los ojos mientras me vuelvo para darle la espalda a todo el mundo y limpiarme con cuidado las lágrimas. Todo mi cuerpo está temblando.
Mi padre me tienda un vaso de agua y lo bebo rápidamente, la verdad es que refresca mi garganta y hace que pueda respirar mejor. Me agarro del brazo de mi padre y empezamos a salir discretamente.
—¿Qué ha ocurrido, cariño? ¿Qué te tiene así? —me pregunta preocupado.
Hemos llegado a los aparcamientos y estamos al lado del coche de mi padre.
—No puedo creer lo que he visto allí —me llevo las manos hacia el pelo—. ¿Así va a ser? ¿Ese es nuestro matrimonio? Ahora entiendo por qué no me celaba como antes, ahora entiendo porque estaba más tranquilo si otro hombre estaba cerca de mí.
—No te entiendo hija —me dice intentando acariciarme pero no le dejo.
—Tiene una amante y encima ha tenido la puta poca vergüenza de traerla a la boda de mi mejor amiga, ¿cómo coño ha podido hacerme esto? —siento que estoy un poco mareada de todas las emociones que he sentido.
—Hija, vamos al coche y damos una vuelta lejos de aquí, ¿te parece? —yo asiento y entro en el asiento de copiloto a la vez que veo a mi padre un poco borroso entrar al asiento del conductor.
—Papá... se ha besado con otra... en mi cara, en la boda de mi amiga... —digo sintiéndome más débil—. Papá... no me estoy encontrando bien...
—Claro que no, mi querida hija tonta —veo cómo puedo una sonrisa maliciosa en su rostro y empiezo a asustarme.
¿Es mi imaginación?
—¿Papá...? —cada vez me puede más la pesadez del cuerpo.
—Me ha resultado todo tan sencillo y fácil... —logró escuchar—. No sabía que James podía ser tan estúpido —empieza a reírse y sale del lugar con el coche.
Nos estamos alejando del hotel y ya no puedo seguir con los ojos abiertos. Me pesa todo.
—No... —susurro antes de caer e la inconsciencia y la traición por mi propio padre.
¿Todo ha sido una falsa?
10/05/2022
Dos...
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Deseo Incontrolable II [+18]
RomanceSegunda parte de "Ardiente Deseo". Mi vida cambió en aquella sesión de fotos. Conocí al sexy empresario de la franquicia hotelera más prestigiosa de toda Europa. James Evans y su mundo oscuro. Y ahora yo, pertenezco a ese mundo oscuro.