Capítulo 45: Claveles

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Me encuentro en la decadencia, no sé si por las cervezas de anoche, por la discusión con James o porque mi cerebro está trabajando en que vuelvan mis recuerdos, pero la cuestión es que tengo un dolor de cabeza insoportable.

Estoy en la tienda y me ha costado mucho no llamar a Steve para decirle que me encuentro mal, pero no puedo faltar a la mínima que me encuentro mal, debo de ser responsable y profesional.

Lo que sí agradezco es que hoy la cosa está bastante tranquila, además, Steve ha salido para un invernadero a recoger algunas cosas, así que para mí es mejor, ya que no tengo que estar incómoda con él y no tienen que venir clientes a recoger pedidos, solo encargarlos.

Me levanto de la silla para ir a por un poco de agua pero en eso abren la puerta y me giro para recibir al cliente. Entonces me doy cuenta que es James entrando con cara relajada pero seguro de sí mismo.

―¿Qué haces aquí? ¿Vienes a vigilarme en primera persona? ―le cuestiono cruzándome de brazos.

―Por favor... Alexa... ―dice con un tono triste―. Solo quería venir para una cosita... ―veo que mira por toda la tienda y empieza a acercarse a todas las flores, concretamente se para en los claveles que están de exposición con sus pequeñas macetas y coge una de ellas. Se acerca hasta mí y me pone la maceta en el mostrador―. ¿Sabes el origen del nombre que tiene esta hermosa flor? ―yo niego con resentimiento―. Del antiguo griego, y significa "La flor de Dios". Yo no soy Dios, no puedo ser alguien que hizo tantas cosas hermosas, como crearte a ti, pero... lo único que sé es que eres mi flor, y debo cuidarte para no marchitarte. Sé que soy muy celoso y ahora más, porque temo a que por no recordarme... me olvides y te alejes de mí ―mira hacia el suelo y ahora sí siento lástima por él. Creo que me he pasado y he sido algo injusta con él.

―Creo que deberíamos hablar de algunas cosas... ―digo acercándome un poco a él―. Es muy bonito lo que me acabas de decir ―le miro ahora a los ojos―. James, ¿por qué crees que estoy contigo? ―le pregunto.

―No lo sé...

―En el poco tiempo que llevo despierta del coma he podido encontrar en ti a un hombre con unos sentimientos frágiles, alguien que es romántico y protector, te preocupas por mí y veo que me amas, muchísimo ―hago una pausa para coger aire―. Te escogí de nuevo, James, no hagas que me arrepienta ―Me acerco para darle un beso en la mejilla y me alejo de nuevo hacia detrás del mostrador.

―Gracias, nena... te prometo que voy a intentar controlarme más y no voy a ser tan impulsivo ―me da un beso en la frente―. Quiero llevarme estos claveles.

―¿Si? ―le pregunto y él asiente.

―Los quiero colocar en nuestra casa para que todos los días veamos crecer nuestro amor.

―Vale ―me río tímidamente―. Espera, voy a coger una buena bolsa para que no se estropee en el camino.

Entro un poco en el almacén y empiezo a buscar las nuevas bolsas grandes ecológicas que compró por último Steve. Me lleva un tiempo encontrarlas ya que las tenía bien escondidas. Todavía no se han acabado las anteriores y por eso no las hemos repuesto.

Cuando por fin consigo una me vuelvo hacia la recepción pero escucho que James está hablando con alguien y me quedo un poco escondida en la puerta para cotillear.

―Me alegra que Alexa esté trabajando aquí, es un sitio seguro para ella y sé que le hace feliz estar rodeada de tantas hermosas flores, pero te advierto una cosa, Steve, ella es mía, y no pienso tolerar ningún acercamiento tuyo ―dice James con un tono muy ronco y enfadado.

―No te preocupes, James ―dice Steve con cierto tono de superioridad―. Si ella decide venir hacia mí, entonces estaré dispuesto a quitártela, pero si no es así, no me interpondré en vuestra relación.

―Te lo estoy advirtiendo y mejor no quieras que te amenace ―le dice James ahora―. Lo digo en serio, Steve, juro que te mato si la tocas aunque sea un solo cabello de manera lujuriosa.

―De acuerda, lo he comprendido ―dice Steve levantando sus dos manos, pero sigue vacilándole, por lo que James se acerca un par de pasos a él y se pone a centímetros de su cara.

James es más alto que Steve pero aun así no se deja intimidar por él. Esto me parece absurdo y también me cabrea, ya que acabo de hablar con James y esto no me está demostrando nada de lo que ha dicho con anterioridad.

―Ya he encontrado la bolsa ―digo entrando de pronto. Hago como que no he escuchado nada. Rápidamente los dos se separan y me hago la sorprendida al ver a Steve―. Qué temprano has llegado, pensaba que te ibas a atrasar más tiempo.

―Ha sido rápido al final, pero creo que la semana que viene voy a tener que volver ―dice con una leve sonrisa tranquila. Este chico es increíble―. Voy a descargar las cosas, por cierto, recoge tus cosas que te doy el día libre, se te ve cansada y con ojeras ―Me llevo las manos a la cara y me toco por debajo de los ojos.

―Gracias... ―le digo―. Antes le voy a cobrar el clavel a James ―digo señalando la flor que está presenciando todo el drama.

Cojo la bolsa y meto con cuidado el clavel dentro de ella, además añado un poco de fertilizando y algo de abono para flores. Lógicamente estas dos cosas las voy a pagar yo para poder cuidar a la planta, no creo que James sepa mucho de ello, yo tampoco, pero estando aquí voy aprendiendo.

James pone su tarjeta para pagar y después saco yo la mía, en ese momento James me mira con mala cara pero no dice nada, o al menos por ahora.

―Listo ―digo―. ¿Nos vamos a casa juntos?

―Claro que sí ―me da un beso en la frente delante de Steve y éste nos ve seriamente.

―Entro para coger mis cosa y vuelvo ―le miro por unos segundos para ver si así pilla la indirecta de que no se acerque a Steve.

A los pocos minutos salgo de nuevo y Steve está poniendo algunas cosas en las repisas.

―Bueno, muchas gracias de nuevo ―digo con una sonrisa forzada―. Espero que no te vengan muchas personas.

―No te preocupes, he puesto el cartel de que estamos cerrados, yo tampoco me encuentro muy bien así que cuando termine de poner todas las cosas, me iré a mi casa ―me comenta tranquilamente sin apenas mirarme.

―De acuerdo... nos vemos el lunes entonces ―le doy una pequeña sonrisa me dirijo a la puerta.

―Alexa ―me llama Steve y me vuelvo para verlo―. Que tengas un bonito día y nos vemos el lunes ―me guiña un ojo y ahora me da una sonrisa amplia. Yo asiento y le doy una igual.

Al salir de la tienda me encuentro con James a unos pocos metros al lado de un coche estacionado. Está hablando por teléfono y parece que no le está agradando la conversación pero cuando llego a él ya ha colgado, por lo que no he podido enterarme de nada.

Eres muy cotilla.

Eres muy cotilla

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25/01/2022

¡Buenos días! 😃☀️ ¿cómo estáis? Os traigo la reconciliación... MUY ENTRE COMILLAS JAJAJAJA James no está dispuesto a perder a Alexa, y Steve busca la mínima oportunidad para conquistarla.

¿Os ha gustado? Házmelo saber con una estrellita 🥺🥺

GRACIAS Y OS AMO❤️

Deseo Incontrolable II [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora