Capítulo 66: Precipitado

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James se queda con la boca abierta mirándome fijamente y yo no puedo para de sollozar. Cuando terminan de celebrar que Inna y Rodrigo se van a casar, la atención de todo el mundo recae encima de mí, y no puedo sentir más vergüenza.

―Solo... me he emocionado por mi amiga, estoy bien ―digo para que la gente se quede tranquila y empiecen a comer. Me levanto junto con James y vamos al cuarto de baño.

―Nena, ¿de verdad? ¿lo recuerdas todo?

―No sé cuánto es todo, pero en cuanto a nosotros sí ―le digo cogiéndole la cara y plantándole un gran beso―. Lo siento tanto James ―digo al darme cuenta todo lo que he hecho y el daño que he causado―. ¿Cómo he podido hacerte sufrir tanto?

―Nena joder ―me abraza y me soba todo el cuerpo mientras que pega el suyo al mío. Noto que su miembro se ha puesto duro y me lo restriega por todo el abdomen, lo que me pone cachonda.

―Te necesito James, quiero que estés dentro de mí ―le digo y él asiente con la respiración pesada. Me agarra por el culo y me levanta hasta su cintura en donde me enredo con mis piernas.

―Te voy a follar aquí tan duro que no lo vas a olvidar nunca ―me susurra al oído mientras levanta mi vestido hasta mis pechos.

Con cuidado me apoya contra la pared y con un ágil movimiento se baja la cremallera y libera su enorme polla. Siento que su mano viaja hasta mi intimidad y lo roza por encima del tanga.

―Gran elección, nena ―me vuelve a susurrar y me da una pequeña mordida en el lóbulo. Yo gimo sin poder resistirme.

Cuando termina de trazar círculos sobre mi clítoris, decide echarme el tanga hacia un lado y con necesidad me penetra lentamente hasta que llega al fondo de mi vagina. Siento cada palpitación de su polla en mi interior y eso me vuelve loca, al igual que siento como poco a poco se va hinchando más. Ni siquiera necesita echarle saliva porque mi coño chorrea a mares.

―Nena, hace tiempo que no noto tu vagina tan húmeda que se me escurre hasta la polla ―dice él lo cual me provoca unas carcajadas.

Empieza a acelerar el ritmo y profundizar más sus estacadas. Con cada movimiento que hace me siento más cerca al orgasmo. Sus manos se mueven por todo mi cuerpo lo que hace que me excite más y más.

―Grita mi nombre, cariño ―me dice poniendo su frente encima de la mía―. Grítalo cuando vayas a llegar ―asiento entre gemidos.

Y como si fuera posible, James aumenta todavía más el ritmo y no puedo evitar que el orgasmo me llegue.

―J-James... ¡James! ―grito sin control y él suelta un grito gutural.

James se corre en mi interior y siento como un poco de semen bajan por mi muslo interior. Ha sido el mejor sexo de mi vida. Solo espero que nadie lo haya escuchado.

[...]

Lizy está abriendo los regalos con mucha emoción y lo que más me sorprende es ver a Óscar a su lado poniéndole el brazo por encima de sus hombros. Se nota que ella está un poco nerviosa por ese gesto, pero que a la vez le gusta.

Inna y Carol están cerca de ella observando todos los objetivos para el bebé. Mientras que yo estoy en las piernas de James, no en el sentido guarro, aunque ya lo he estado, sino tranquilamente sentada. Desde que he recuperado todos mis recuerdos con él no quiere que me separe de su lado. Se ha puesto bastante protector y me excita tantísimo.

He sigo una tremenda gilipollas, ¿cómo no recordaba lo cachonda que me ponía cuando era protector y posesivo conmigo? No es lo más correcto y a veces pueden ocurrir faenas, pero no puedo negar lo innegable.

James me pone muchísimo cuando está salvaje.

Cuando ya por fin empieza a irse la gente y solo quedamos el grupito principal me pongo de pie con mi copita de vino en la mano.

―Hoy ha sido un día maravilloso ―empiezo a decir un poco borracha―. Ha sido la fiesta de nuestra amiga y niña, Rodrigo ha pedido la mano de Inna que, todavía tienes que pedirnos su mano a nosotras ―me señalo a mí y a Inna―. Y además... ya recuerdo todo lo que hemos vivido chicas ―digo escapándose de nuevo una lágrima traicionera. Escucho a las chicas chillas y levantarse corriendo para abrazarme. Se me cae hasta la copa de vino por lo que me emociono gritando con ellas.

Rodrigo se acerca a James y le da un apretón en el hombro. Steve y Óscar aplauden felices, mientras que las chicas casi me tiran al suelo.

Nos separamos y estamos todas con lagrimones en la cara y gritando de felicidad, hasta que escuchamos el quejido de Lizy y escuchamos líquido caer en el suelo. Todas miramos a la dirección de sus piernas.

Ha roto aguas.

Empezamos a chillar como gilipollas mientras que Lizy grita, se le descompone el rostro y se pone pálida. Está teniendo un parto prematuro, todavía le queda un poco menos de un mes para estar en cinta.

Los chicos se acercan corriendo y se ponen al lado de ella. Óscar la agarra con cuidado y la lleva hasta su coche, todos nos distribuimos corriendo y nos vamos detrás de ellos hacia el hospital. Carol y Steve se han montado con Lizy. Mientras que Rodrigo, Inna, James y yo vamos en otro coche. Estamos súper nerviosas y nos tiembla todo.

―¿Esto es malo? ―pregunto preocupada. Inna niega con la cabeza.

―No tiene por qué, solo ha sido prematuro, lo tendrán que poner en una incubadora hasta que haga los nueve meses ―dice ella y eso no me deja muy tranquila.

Llegamos al hospital y vemos a Lizy que la están poniendo en una camilla mientras grita por las contracciones. Nos bajamos corriendo sin esperar a que James aparque y entramos con ella al hospital.

Todos nos tenemos que quedar en la sala de espera mientras que a ella le llevan a la sala de parto. Desde aquí se pueden escuchar los gritos.

Me pongo a dar vueltas con nerviosismo y van pasando los minutos más eternos de mi vida. Al rato escucho como la puerta se abre y sale una enfermera corriendo, después vuelve con una mujer y entran en la sala.

Me vuelvo a mirar a Inna alarmada y ella me indica que me calme, que seguro no es nada.

Cuando pasa más de cuarenta minutos escuchas de nuevo abrir la puerta y sale la mujer que acompañó a la enfermera.

―¿Sois familiares de la señorita Lizy? ―asentimos porque nos vale verga―. Hemos tenido que hacerle una cesaría, ya que la niña estaba colocada al revés. Ambas están perfectas y fuera de peligro. Que sea un bebé prematuro no significa nada, está perfectamente saludable y vamos a seguir haciendo pruebas para seguir asegurando.

―Menos mal ―me llevo las manos a la cabeza y me echo el pelo hacia atrás. Inna viene a abrazarme y la rodeo con los míos.

―Nuestras niñas van a estar bien ―me dice ella.

―Nuestras niñas van a estar bien ―me dice ella

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22/04/2022

¡Holi de nuevo! Os recompenso por el atraso con otro capítulo más hoy jajajaja

Muchas gracias por tanto amor y apoyo.❤️

Deseo Incontrolable II [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora