Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •

23. ⚠

⚠ ¡Advertencia! ⚠

En este capitulo va a haber una parte que puede ser considerada +16 rozando el +18, aunque no es algo muy fuerte, pero dejo la advertencia por si hay alguien a quien le llega a incomodar.
Os tkm bbs.

No pensaba actualizar hoy, pero aprovechando que tenía la noche libre os dejo por aquí un capitulo jugoso.

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Horacio asintió mientras se subía al coche junto con Gustabo. Condujo hasta un bar, muy grande, las paredes eran de color negro y habían leds moradas por estas. Dentro del local había música muy movida y mucha gente. La mayoría estaban sentados en el bar y otra parte estaba bailando en una parte del lugar.

—¡Hey! –gritó Horacio bajando del coche.

Algunas personas saludaron a Horacio y este los saludó de vuelta mientras entraba al sitio.

—Podemos sentarnos en las mesas o en la barra –le dijo a Gustabo– ¿Qué te apetece?

—Quizás en una mesa estemos mejor.

Gustabo cuando bajó del coche junto a él y entraba a aquél bar no podía evitar el sentirse sorprendido por la popularidad que tenía Horacio, Gustabo apenas conocía a nadie en la ciudad (aunque siempre presumiera de tener tantos amigos), parecía que Horacio era todo lo contrario.

—¿Pero cuánto tiempo pasas tú aquí? Conoces a mucha gente, quien te ha visto y quien te ve, eh Horacio –le dijo entre risas mientras se paraba a su lado cruzándose de brazos.

—¡Si, si! Suelo pasar tiempo aquí. Cuento mis problemas les doy pena y quizás me llevo premio –Se rió mientras se sentaba en unas mesas apartadas.

—Bueno, es un pasatiempo entretenido al menos –dijo mientras movía la cabeza hacia los lados

—Creo que pediré Sprite con alcohol o algo así –sonrió– Hoy quiero beber.

Gustabo se sentó junto a él y apoyó los codos en la mesa para después apoyar su rostro en sus manos.

—Yo... Sorprendeme. Pideme lo que tú quieras –le ofreció

Horacio se levantó y pidió un par de bebidas. Sonrió mientras se apoyaba en la barra esperándolas. Un tipo lo saludo animadamente y le dio una nalgada, Horacio le dio una patada en los huevos con rabia por aquello y agarró las bebidas para irse.

Gustabo lo observaba desde lejos y no pudo aguantar la risa al ver aquella escena. Cuando este volvió, Gustabo todavía se estaba riendo, y no poco

—Hostia, espectacular. Se los habrás puesto del revés como mínimo –dijo riéndose

—Esas cosas pasan mucho por aquí. Pero no pasa nada, a ese en concreto le gusta. Míralo –el tipo estaba en el suelo retorciéndose con un sonrojó en el rostro.

—Aquí tienes. –sonrió dejando las copas– Ni siquiera sé lo que te he pedido.

Después de unos segundos de tranquilizarse y limpiarse las lágrimas de risa tomó la bebida y la miró un par de veces.

—Ni siquiera lo sabes, bueno, luego si me pasa algo cargarás tú con la culpa –le aclaró– sabrás si al menos tiene alcohol, ¿no?

—Si, tiene un poco de alcohol, pero no mucho.

Gustabo desvió la mirada hacia el tipo y rodó los ojos.

—Mas bien creo que es un pervertido pero bueno –tomó un trago de la bebida y lo tasteó en sus labios– no está mal.