65. ✻

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Ya sé que dije que actualizaría cada dos días, pero es que me aburría hoy, así que pum, capítulo 😜 JAJAJA. Nos vemos el martes muak
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Había pasado mucho más de una semana. Aquella mañana Gustabo se había levantado muy cansado, ya ni siquiera tenía fuerzas para nada, cada vez se sentía más apagado, necesitaba salir, despejarse.

Fue pasando el día. Aquella tarde le había dado por rebuscar por todos sitios algo que pudiera usar para salir de allí, para quitarse aquel sensor, para tratar de calmarse a sí mismo.

Se sentó en el suelo apoyándose en la pared y seguidamente su cabeza en esta.

—No hay nadaaaa –se quejó con pesadez– todo, se lo han llevado todo. No han dejado nada.

Fue entonces cuando al elevar su mirada vio el teléfono fijo de pared que se encontraba allí colgado. La excusa de tenerlo es que venía con la casa. Entonces su mirada se iluminó, tenía una posibilidad pero debía usarla bien, no debía de cometer ningún fallo, debía usar bien sus dotes.

Se levantó rápidamente y tomó el teléfono. Tenía que recordar un número, un número que él no sabía. Simplemente no lo recordaba y no recordaba haberlo aprendido alguna vez.

Inspeccionó el teléfono, parecía que tenía varias llamadas guardadas de meses atrás. Habían muchos números repetidos pero no sabía cuál de aquellos sería. Posiblemente el que más se repitiese. Seleccionó el número con los botones que habían en el teléfono y comenzó a llamar, esperaba que le respondiera y no se hubiera equivocado.

Resbaló su espalda por la pared hasta sentarse nuevamente en el suelo. Por lo menos el cable era bastante largo. El teléfono comenzó a dar tono.

Horacio estaba en la cocina preparándose cualquier cosa, ahora más que nunca necesitaba olvidarse de todo, y esta era la mejor forma. Empezó a sonar su teléfono. Tuvo que esperar un momento a terminar de quitar la comida del fuego para mirar quién era.

Lo sacó, viendo un número completamente desconocido para él. Hizo una mueca con curiosidad y le dió al botón verde.

—¿Si? ¿Quién es? –apoyó su teléfono contra su oreja y su hombro mientras sacaba la comida de la sartén.

Gustabo suspiró y apoyó su cabeza en la pared mientras cerraba sus ojos. Debía sonar convincente.

—¿Horacio...? –preguntó casi en un susurró. Su voz sonaba tranquila y muy calmada.

Horacio se quedó completamente quieto escuchando la voz del otro. Habían pasado semanas desde que hablaron por última vez, ya estaba desacostumbrado a eso. Tragó saliva suspirando con cansancio

—Hey. ¿Cómo va todo? –dijo con normalidad y un toque de indiferencia.

Se escuchó un gran suspiro desde el otro teléfono.

—No lo sé –respondió con cierta pesadez en su tono de voz.

Horacio se quedó unos segundos en el teléfono, hasta que se dio cuenta que la comida se estaba cayendo de la sartén. Gritó del susto dejando caer el móvil al suelo.

Cuando lo arregló todo, quemándose y maldiciendo un par de veces aquel desastre, ya que había agarrado la sartén con la mano, tomó el teléfono

—Tuve un par de problemas. –habló mientras su mano libre estaba debajo del grifo con agua– ¿Pasó algo Gustabo? ¿Te sientes mal?

Gustabo se sobresaltó al escuchar el grito de Horacio a través del teléfono. Iba a preguntar pero las palabras del otro lo cortaron.

—Bueno. –dijo sin más

Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora