Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •

53. ✻

Todo el sufrimiento de ahora valdrá la pena para lo que pasará al final, haganme caso amigos, confíen en mi, no soy Auron, yo sí cumplo 😔.
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Finalmente la noche había caído por completo. Gustabo fue hasta su armario y agarró un pañuelo que se colocó atado detrás de su cabeza para cubrir parte de su rostro, en concreto la zona de la nariz para abajo. Tras eso se encaminó hacia fuera de la casa bastante normal. Salió y cerró la puerta tras él.

Fue caminando con su rostro oculto por la capucha y el pañuelo hasta casa de Horacio. Cuando llegó se cruzó de brazos y llamó a la puerta un par de veces bastante seguido y fuertemente esperando una respuesta del otro. Todavía era temprano.

Horacio se incorporó con rapidez por el susto de estar durmiendo.

—Ya voy... Ya voy. –tenía su croptop favorito y unos pantalones de chándal, no vio que estaba mal, ni sangre ni nada que quedara por el salón o el pasillo. Bueno, quizás las múltiples marcas, chupetones y moretones, pero igualmente abrió la puerta

—¿Si?

Gustabo entró rápidamente dentro mientras se abrazaba ahora a si mismo como si tuviera frío. Fue directamente al salón y se sentó en el sofá sin decir nada

—Ehmm...  –por la actitud que tenía, supuso que era Gustabo– ¿Quieres chocolate caliente?

Este asintió mientras frotaba sus propias manos tratando de entrar en calor. No se quitó ni el pañuelo ni la capucha en ningún momento

—¿No tienes estufa en tu casa Gustabo? –susurró dirigiéndose a la cocina para después sacar algo de chocolate.

Dejó suavemente la taza en la mesa enfrente suya con algunas nubes encima.

—Por cierto... Uhmm... –rascó su nuca– Siento... Haberte contestado mal cuando querías hablar. Solo estaba enfadado. –susurró incómodo mientras volvía a la cocina a recoger todo lo que había sacado.

Gustabo negó con la cabeza mientras tomaba la taza con ambas manos y se la inclinaba por debajo del pañuelo para evitar que este viera su rostro.

Horacio terminó de arreglarlo todo y se sentó en el sillón junto al sofá. La tele hacia suficiente ruido para que no fuera un silencio incómodo.

—¿Por qué estás tan tapado? –susurró

—Tengo frío –dijo sin mas mientras tomaba otro sorbo del chocolate

—¿Pongo la estufa o algo? –preguntó mientras se incorporaba y agarraba el mando del aire acondicionado

—No hace, falta –dijo mientras se recostaba en el sofá y miraba la tele– me seguían

—¿Quién te seguía? –frunció el ceño extrañado acercándose a la ventana

—No lo sé –dijo dando otro nuevo sorbo al chocolate– de negro –añadió tratando de dar mas información. Aunque todo fuera mentira

—Deberíamos informar a Conway...,–susurró sacando su móvil y empezando a teclear.

Gustabo se quedó mirándolo por un momento pensativo. Dudaba que fuera a interferir mucho en sus planes así que le dio igual.

< Conway todo está siendo muy raro. Hay gente de negro que nos está persiguiendo. Quizás pueda ser de la mafia del tipo que mate ayer. >

Horacio pensó en escribir algo más... Pero decidió que con eso bastaría. Guardó su móvil y se volvió a sentar.