Cuando Horacio llegó a la habitación había alguien dentro de espaldas a la puerta mirando a través de la única ventana que había en el cuarto. En efecto, era el superintendente. Se había corrido bastante la voz por la ciudad después de lo ocurrido un par de horas atrás, así que no dudó en ir a ver cómo iban las cosas. Por supuesto, no venía a interferir en lo que hubiera pasado, si los habían mandado allí, sería por algo de lo que él no se haría cargo.
—Vaya, Horacio. –dijo este sin darse la vuelta. Sabía muy bien que era él. Mas que nada porque le habían indicado que esa era su habitación.
Horacio, pensando que no era real, simplemente lo ignoró y se sentó en la cama.
—¿Eres real? –susurró confundido. No podría asegurarse. Aunque lo tocase, su mente también podía hacer que sintiera que está tocando algo que es simplemente una ilusión.
Conway frunció el ceño y se giró a mirarlo mientras caminaba en circulos por la habitación.
—¿Tú que crees? Quizás dándote una buena hostia te des cuenta por fin de si lo soy o no. Qué coño habéis hecho –respondió molesto
—Gustabo... Gustabo llamó a un psicólogo y cogió cita. Vieron que él se negaba a tomar la medicación y empezó a gritar. Estaba muy hostil, parecía que iba a tirar algo al suelo, o al menos fue impresión mía. Me... Me asusté y le agarré e intentamos escapar. Nos pillaron y nos tienen en vigilancia. Y al parecer yo también debo de estar porque mis alucinaciones han vuelto. –susurró.
Conway suspiró mientras llevaba su mano a su frente y arrugaba esta con fuerza. De verdad que ya estaba bastante harto de ambos y sus tonterías de siempre.
—Primero la mafia, luego las peleas, luego que si ñoñerias varias y ahora os meten en un puto hospital psiquiátrico porque creen que estáis mal de la cabeza. Bueno, al menos uno de vosotros si lo está –dijo elevando la voz mientras se cruzaba de brazos.
—Es que ya habeiws conseguido hacer que no entienda una misera mierda ¿Por qué cojones se negó Gustabo si ya había empezado a tomar el tratamientos? Me lo dijo por teléfono –preguntó seriamente.
—Mintió. No era su medicina. –susurró desviando su mirada– Era obvio que él nunca se la tomaría así por las buenas. Pero super, es lo mejor. Si se sale de control es muy peligroso. Además, yo... Bueno, no me importa estar aquí.
—Será capullo, anormal de los cojones, ¡cómo se le ocurre hacer eso! –gritó sorprendido mientras se movía por la habitación frenéticamente.
Después de escuchar las últimas palabras de Horacio suspiró y se relajó
—Escuchame Horacio. Voy a tener que darte de baja en el cuerpo mientras estés aquí metido. No soy yo, es por la ley de mierda que me veo obligado a hacerlo –se acercó hasta él y le puso una mano en el hombro– tú siempre has sido más cuerdo que Gustabo y espero que se mantenga así, la verdad. No tienes que dejarte vencer por los problemas del pasado, nena.
Las palabras del superintendente le llegaron como una ola de calor que derrite a una masa descomunal de nieve. Simplemente se lanzó y lo abrazó con fuerza. Era un impulso que necesitaba.
—Al ser parte del CNI... ¿Puedo tener un teléfono escondido por si pasa algo y así avisarle? –susurró separándose lentamente– Y lo del CNP, lo suponía. Siento mucho no haber podido. Me quedo con las ganas de seguir luchando por usted y por el cuerpo...
Definitivamente su visita le había alegrado. Horacio estaba devastado por estar en ese sitio, pero se sentía con fuerzas y ánimos al escuchar al otro hablar. Se separó de él colocando su mano estirada en su frente como un saludo militar.
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Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •
Fanfiction"𝑫𝒂𝒓𝒊𝒂 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒊, 𝑮𝒖𝒔𝒕𝒂𝒃𝒐" Fanfic sobre GtaRp/SpainRp. Una historia con un camino alternativo al que se ha llevado a cabo en la serie original. ⚠ Leve Gustacio ⚠ Horacio se deja llevar por sus emociones y sentimientos mie...