Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •

60. ✻

¿Y si os digo que quedan casi específicamente unos 25 capítulos para el final de la historia...? 👀
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—A ver tengo algunos puzzles o alguna Gameboy por ahí. Pero no sé si funcionará aún. –dijo Horacio.

—Pero si eso tiene ochenta años –se quejó– ¿cómo sigues guardando eso?

—Tiene recuerdos para mi. –susurró– Yo nunca olvido lo que vivimos de niños. –sonrió– Lo robamos de una tienda tío.

—Ah –dijo sin mas cerrando sus ojos. En verdad si que tenía un poco de sueño.

Los volvió a abrir y giró su cabeza mirándolo

—¿Me dejas tu movil un momento?

—Uhmm... Claro –le extendió su mano con el móvil para que lo pudiera coger– Pero ten cuidado, se rompe fácil.

—No tengo tres años –lo cogió y lo encendió.

Fue hasta la zona de mensajes y le escribió a Conway. Envió el mensaje.

—¿Qué estás haciendo? –dijo curioso mientras miraba al otro– No cotillees, eh. –le fulminó con la mirada

—Nada –apagó el móvil y lo dejó encima de la mesa.

El de crestas rodó los ojos, seguramente estaría haciendo alguna trastada. Horacio se quedó mirando a la tele por un buen rato, y así pasaron algunas horas.

[...]

—¿Te apetece cenar algo en concreto?

—El qué –preguntó mirándolo mientras movía sus pies de forma inquieta

—¿Cómo que el Qué? –alzó una ceja– Pues cenar, que si te apetece algo. –se fijó en el otro– Estás un poco alterado, ¿quieres alguna pastilla para relajarte? ¿O un té?

—Estoy bien –volvió a ponerse boca abajo– me aburro, esto de estar encerrado es una mierda.

—Es lo que toca Gustabo. –susurró mientras se dirigía hacia la cocina– ¿No quieres nada en especial, no?

—Exacto –le dijo poniéndose en pie. Se dirigió hacia las ventanas del salón y se quedó mirando hacia fuera por unos minutos

—Entonces haré sopa. Con fideos. –agarró un brick de sopa ya hecha y lo puso en una olla. Esperó a que está hirbiera.

Gustabo apoyó su mano en la ventana y seguidamente su frente en esta. Tenía unas ganas enormes de salir fuera. Horacio le miró con una mueca y apagó el fuego.

—Gustabo. Sígueme. –empezó a subir lentamente las escaleras hacia arriba hasta estar dentro de la habitación donde ambos dormían.

Este lo miró y fue detrás suya hasta subir por las escaleras y entrar en la habitación.

—¿Confías en mi?

—Eh, sí, claro –respondió el rubio

—Bien.

Abrió su armario y agarró una caja larga y pesada. Abrió la ventana de la habitación y pisó en el tejado, saliendo por la ventana.

—Ven. Yo te agarro. –dejó la caja apoyada en el tejado.

—Pero –Gustabo se quedó pensando por unos momentos mientras miraba hacia abajo su tobillo con la pulsera.

—¿Y esto qué?

—Estaremos dentro de casa. Lo importante es no salir del recinto, vamos a ir al tejado Gustabo. –sonrió– La pulsera detecta alrededor del sensor, aquí no pasará nada. No te preocupes. –le tendió la mano– Yo te ayudo a subir. Esto lo he hecho mil veces.