Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •

61. ✻

Olaa, vengo a avisar de algo. Cuando queden pocos capítulos para acabar el fic actualizaré quizás cada dos o tres días, así os quedáis con la intriga y sufrís un poco (que ya os toca 🙄) ya que serán los últimos capítulos jsjsjs. Bueno, eso era, bye.
Pd: ya tengo el final OFICIAL escogido, os va a gustar muchoooo
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Las horas pasaban y pasaban, el aire fresco y el sonido de los grillos lo tenían relajado. Se sentía calmado. Horacio empezó a pensar en todo, en el tipo que mató, en lo de la fiesta, en Gustabo... Todo se estaba poniendo demasiado intenso en su vida. Esperaba que pudiera ser como antes, o como esos días que había pasado con él, riendo en el sofá, juntos.

Estornudó, en medio de la luz del amanecer. Se incorporó estirando sus manos. Quizás hubiera sido mejor que se hubiera traído una manta. Rodó los ojos y empezó a bajar de ahí. Se resbaló, pero tenía suficiente experiencia subiendo y bajando de ese lugar que no se cayó por suerte.

Entró a la habitación tropezandose con la ventana, cayendo tumbado contra el suelo. Se incorporó poco a poco y se abrazó a si mismo mientras buscaba ropa en su armario, algo que lo pudiera calentar un poco.

Agarró una sudadera gruesa y se la puso.

-Gustabo... Ya es hora de desayunar

Gustabo dormía profundamente, tanto que no se enteró de que Horacio estaba allí llamándolo. Estaba encogido en si mismo dejando colgando un brazo por el borde de la cama.

Horacio se rió al verlo como estaba. Se sentó en la cama y se quedó unos minutos mirando la nada, para después suspirar.

-Ey, Gustabo... -lo movió con suavidad y lentitud- Venga crack, arriba. -susurró

El rubio no se movió para nada, tenía un sueño tan profundo que después de lo que pasó en la noche, cualquier cosa que ocurriera a su alrededor era completamente ajeno a él mientras dormía.

Horacio suspiró al no conseguír resultados. Agarró a Gustabo y lo acercó más al centro de la cama. Luego lo tapó lentamente con la sábana. Acercó su mano a su cabello, pasandola por esas hebras rubias que bailaban entre sus dedos. Esbozó una sonrisa levantándose y dejándolo arropado.

Si estaba cansado, mejor dejarlo dormir. Bajó lentamente hacia la cocina y ahí preparó un par de huevos con bacon y tiró el contenido de la olla de la anterior noche, menudo desperdicio, al menos era barato.

[...]

Pasó un largo rato, podría decirse casi media hora desde que Horacio lo había dejado en la habitación.

Al fin comenzó a abrir los ojos lentamente. Se sentó en la cama y se rascó estos con sus puños observando su alrededor con detalle. Se levantó de la cama minutos después y salió de la habitación todavía medio dormido. Bajó las escaleras y fue hasta la cocina.

-Buenos días -sonrió Horacio mientras ponía un plato de dos huevos y bacon con un zumo de naranja- ¿Te encuentras mejor? -se sentó en la otra parte de la mesa y empezó a comer unos cereales.

Gustabo se sentó en la mesa y se quedó mirando la comida. Se veía bastante ido como si mirara a la nada pensando en todo.
Aunque en verdad no estuviera pensando en nada. Estaba confuso.

-¿Pasa algo Gustabo? -susurró preocupado mientras lo miraba actuar así. Parecía que estaba cansado y que ni siquiera era capaz de levantar su mirada- ¿Necesitas dormir un poco más?

Este elevó su mirada hacia él y se frotó los ojos.

-No, estoy bien -le respondió comenzando a comer