78. ✻

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Yo diciendo, bueno, voy a subir capitulo cada dos dias porque así llega de sobra a los 30 mg y eso significa q les ha gustado. Also, yo viendo que los capítulos pasan los 30 mg en un dia: 🤡. JAJAJJAAJA. Si seguís así de buenos al final tendré que actualizar todos los dias 😩 (es broma, sí pls que quiero acabar este fic ya :D)

Quedan 4 capítulos AAAAAAA *muere*
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Finalmente entre tanto silencio, llegaron al hospital. Conway se giró a mirar a Gustabo y este se había quedado dormido. Normal, hacía tantos días que no dormía en algo mínimamente cómodo que se había quedado frito tumbado en todo el asiento de atrás.

Conway silbó para llamar la atención de Horacio y señaló hacia atrás con la cabeza

—Tu princeso se ha dormido

Horacio abrió la puerta del coche y salió con sus pies descalzos a la calle. Abrió la puerta donde estaba Gustabo durmiendo y lo cargó en su espalda. Empezó a caminar hacia el hospital, sin importarle mucho lo que tuviera que pisar en el suelo. No paraba de darle vueltas a lo que habían hablado antes.

Se llevaron a Gustabo en una camilla para comprobar el estado de su cuerpo y de sus heridas. Horacio optó por sentarse en una de las sillas a esperar todo el informe clínico. De mientras, Conway se quedó con él esperando en la entrada. Había acompañado hasta la sala donde habían entrado los médicos con Gustabo. Asegurándose de que todo estaba en órden. Caminaba bastante inquieto por allí, con sus brazos cruzados.

—Tranquilo –le dijo al de crestas.

Horacio se mantuvo callado mientras subía sus pies a su silla para abrazar sus piernas.

—Oye... Súper. No tendrás... ¿Algo de ropa extra? –murmuró.

Solo tenía una camisa manchada completamente de sangre, y sus pantalones estaban rotos, sus boxers eran más grandes que ellos incluso.

—Espera.

Conway se dirigió a la recepción donde había un chico atendiendo. Habló con este y el otro asintió con la cabeza. Después de un par de minutos, el super volvió con una bata del hospital y se la dio para que pudiera taparse.

—Ponte esto de mientras

—Gracias. –lo aceptó al no tener nada más de momento.

Se quitó la camisa llena de sangre y se colocó la bata. Eso le recordaba mucho a cuando estaban ingresados. Volvió a colocarse como antes, ya con menos asquerosidad en el cuerpo.

—Sigues pensando en eso... ¿me equivoco? –preguntó sentándose en una silla a su lado

—¿Cómo no voy a pensar en eso super? –susurró con lágrimas en los ojos– Cómo cojones no voy a pensar en eso...

—Horacio. A menos que tú puedas hacer algo, que podamos hacer algo. Va a ser inevitable.

Se mantenía serio y firme

—¿Qué voy a hacer yo? –suspiró con algunos jadeos de sollozar. Lo miró de vuelta con una mirada pesada y con cansancio. Estaba agotado de todo. De los días que había pasado, de la humillación del bar, de estar pendiente de la curación del otro... Estaba que no sabía cómo se mantenía en pie– Tengo... Dos semanas, ¿no? –susurró pestañeando con lentitud, con sus ojos rojos e hinchados.

—Sí –soltó un suspiro– dos semanas. Pero, deberías descansar tú también, llevas unas semanas que cada dia estás peor. No puedo permitir que vuelvas al cuerpo en estas condiciones.

Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora