Gustacio (+18) ⚠

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Como ya he mencionado en más de una ocasión, a quien no le agrade leer este tipo de cosas puede saltarse el capítulo, no será sumamente importante, simplemente un poco de cosa hot para complacer a los lectores, os merecéis un capítulo sin lloros, de nada 🥵
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Gustabo apoyó su cabeza en su hombro y respiró en él, elevando un poco más esta para llegar a su oído.

—Yo no te provoco, Horacio... Tus fantasías son las que te pueden –le susurró

—Literalmente estabas botando sobre mi cintura. –lo agarró de los hombros y lo tumbó– No juegues con fuego Gustabo. Te lo he dicho. –se lo quedó mirando desde arriba– Es tu última oportunidad para retractarte.

Gustabo lo miró con cierta picardía mientras elevaba su brazo hasta él y le tomaba las mejillas.

—¿Me voy a quemar?

Relamió sus labios mirándolo desde arriba. Se enderezó y se quitó su camiseta, enseñando todos sus moretones y heridas.  Luego fue hacia la suya y se la levantó para luego sacársela. Se acercó a su cuello y empezó a respirar levemente, acariciando su pecho.

—Qué prefieres Gustabo... –susurró con voz ronca– ...¿meter o cabalgar? –se rió un poco– No quiero humillar a tu orgullo masculino, sabes. –dijo en su oído– Tú has despertado esto, es tu culpa. –emitió una sonrisa.

Gustabo sonrió de vuelta mientras llevaba sus brazos hasta su cuello. Lo acercó más a él hasta llegar a su oído esta vez

—No sé de qué coño hablas, pero te ves muy chulito tú hoy... –lo empujó bruscamente hasta tumbarlo y así ponerse él encima suyo.

Apartó las camisetas de en medio y se apoyó en sus pezones y tras eso se volvió a acercar a su oido.

—¿He despertado a la bestiaaa~? –alargó el tono

—¡Ahg! –Horacio cerró los ojos sintiendo como ejercia presión en estos. De vuelta sintió todo un escalofrío por su cuerpo. Jadeó levemente, agarrando las caderas del otro y lo apegó a su cuerpo. Subió y bajó las caderas para que frotase su miembro y despertarlo de alguna forma.

—Si... –le miró como si ambos estuvieran en una batalla en ver quién ganaba antes.

Gustabo abrió los ojos más que de normal. Había llegado al punto fuerte. Emitió un ligero gemido mientras se pegaba a él completamente. Se acercó a su cuello donde respiraba intensamente con la lengua fuera.

—Hijo de puta... –jadeaba.

—El rey de la fiesta sabe tus puntos débiles. –sonrió mientras sentía su aliento cerca. 

Lo acercó hasta su propio miembro y ambos empezaron a frotarse. Horacio cerró los ojos mientras jadeaba. Había estado deseando poder experimentar más con Gustabo, ver todos sus puntos, saber lo que le gusta hacer en estas cosas, dejarlo experimentar. Quería ser su juguete, quería que fuera su primera experiencia, y que fuera inolvidable. Y haría lo que fuera para que así fuese.

Se acercó a su cuello y empezó a hacer leves chupetones no muy fuertes mientras seguía subiendo y bajando las caderas del otro.

—¿Qué pasa Gustabo? ¿Dónde está tu energía ahora? –arqueó una ceja

De nuevo, había vuelto a sentir aquella sensación. Aquella satisfacción. Su cuerpo se sentía animado pero a la vez muy relajado. Conforme más frotaban, más intenso se hacia el calor que desprendía y mayor era esa satisfacción. Pero Gustabo no se quedó corto esta vez.

Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora