29. ✻

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Gustabo cogió un vaso de agua de la cocina y volvió al sofá, sentándose a su lado con este en la mano y la pastilla en su palma. Miraba fijamente ambas cosas.

—En fin...

Horacio puso sus pies sobre la mesa y se resbaló del sofá hacia abajo . Frunció el ceño observando impaciente al otro mientras tenía los brazos cruzados.

—Hace años que no me tomo una pastilla, creo –dijo el rubio todavía con esta en la mano moviéndola.

—Gustabo, es solo una pastilla. –rodó los ojos.

—Bueno. Pero sabes que odio estas cosas –metió la pastilla dentro de su boca y tras eso bebió un gran trago de agua.

—Agh, que puto asco –dijo después tosiendo un par de veces al atragantarse con el agua.

—Melodramático –suspiró levantándose del sofá y dirigiéndose a la cocina para hacer algo de comer.

Horacio sacó una olla y la llenó de agua. Tras eso la dejó sobre la cocina y encendió el fuego. Esperó un largo rato hasta que el agua se pusiera a hervir.

—¿Qué vas a hacer? –preguntó el otro mientras ponía sus manos entrelazadas en su frente.

—Pasta –musitó sentándose en la silla.

—No sabía que sabías cocinar de forma tan, bueno, experta, la verdad –respondió mirándolo de reojo

—La pasta no es difícil de cocinar Gustabo –respondió secamente mientras se distraía con su móvil ignorando por completo a su compañero.

—Bueno, perdóneme usted, don chef –le dijo con cierta rabia al notar aquel tono tan frío con el que le había contestado.

—Mhm –respondió secamente, evitando conversación.

—No me vas a hablar mas al parecer, ¿verdad? –le dijo acercando el brazo hasta coger el mando de la televisión y encenderla tras eso.

—No se de qué me hablas –contestó desinteresadamente.

—Olvídalo –concluyó girándose de lado para mirar a la televisión.

Horacio no respondió. Vio como el agua estaba hirviendo y metió un puñado de spaghettis. Puso en su teléfono un cronómetro de 8 min y se volvió a sentar en la silla.

Gustabo sacó su teléfono revisando si tenía algún mensaje, tratando de encontrar algo interesante con lo que entretenerse. Entró al chat de Conway y le escribió:

< Creo que tienes hablar con Horacio >

Segundos después el mayor le respondió, comenzando así una larga conversación.

< Pero vamos a ver, gilipollas. No te he dicho, que los problemas de vuestro matrimonio, nenas, ¿lo solucionéis vosotros? >

< Pero no quiere ni hablar conmigo, que quieres qué haga. Cada día está peor, incluso quería echarme de su casa. No sé que coño le pasa, y yo me aburro >

< ¿Estás viviendo en su casa o qué coño haces con tu puta vida? Has pasado de traidor a vagabundo acoplado >

< A ver no, no es eso. Solo no quiero estar solo, me aburro, ya te lo he dicho. Además, si no le he hecho nada. Llamalo y habla con él a ver qué te dice, venga >

< Si así vas a dejar de darme por culo >

[...]

Y así pasaron varios minutos, Conway volvió a enviarle un mensaje a Gustabo después de estar hablando con Horacio por mensaje, ya que por supuesto no iba a llamarlo estando ambos en la misma sala.

Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora