Crisis de los dragones

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Paso el tiempo, entre Ópalo y yo conseguimos pagar la escuela a Janina, quien tenia bastantes ganas de ver como era. Ahora los cuatro estábamos dentro, irónicamente hacerme de estas amistades suavizo bastante la presión que había sobre mí, se hacían menos reportes, se me cuestionaba menos, la vigilancia a mi persona se hizo menor.

Por otro lado, Janina la tenía algo complicado para sumarse, su aspecto no solía ser el más cuidado por su situación, se mantenía con nosotros, no era buena haciendo nuevas amistades, pero ahora estaba dentro, ya no tenía que ver desde afuera. Por mi lado, había recopilado la información que me había sido posible, tenia que investigar otras cosas para armar un mejor plan, pero me hacía una idea ya de lo que podía hacer.

En una de las clases que tuvimos, compartíamos salón con un par de dragones, lo que me causo notar que Janina les evitaba completamente, no solo eso se dirigió a la banca ubicada atrás de la mía, teniéndome casi como escudo a la vista de las demás. No pude evitar en un momento que la maestra salió, voltear y preguntarle:

-¿Qué tienes? Sueles ser tímida, sí, pero pareces mucho más aislada de lo usual.

-No me gustan los dragones, me aterran

-¿Por qué? ¿Alguna razón en particular? -le pregunté sonriéndole.

-Pues, eh tenido malas experiencias. – me respondió taciturna.

-No te preocupes – le dije alcanzando uno de sus cascos con el mío – aquí adentro es muy poco probable te pasé algo.

-Mientras este cerca de ti sé que estaré bien – me dijo sonriéndome.

La respuesta me llamo la atención, sin embargo, le regresé la sonrisa y cuando volvió a entrar la tutora, volví la vista al frente, la escuché sacar algún libro y el sonido particular del movimiento de un lápiz dibujando. Mas tarde cuando terminaba las clases fui con Angelina a la biblioteca local, al salir Ópalo fue en dirección opuesta junto con Janina compartían un tramo de camino hasta separarse cada quien para ir a su hogar.

En la biblioteca mientras leía uno de los libros de historia del imperio de cristal llegué a un capitulo que hablaba de unos ponis caza dragones, volteé a verla y le pregunté:

-¿Antes cazaban dragones?

-Oh ya llegaste a eso. Sí hubo un tiempo que el imperio de cristal y los dragones no eran precisamente amigos, hasta la fecha algunos recuerdan eso con malos ojos.

-¿Por qué?

-Los dragones en tiempos antiguos les encantaba saquear, ya fuera a los grifos, ponis, jacks, con quienes también llegamos a tener conflicto de hecho, pero menos destructivo.

-Dragones saqueadores, con la fama que tenían de avariciosos.

-Oh era mucho peor que los rumores de hace un par de años, en ese entonces eran inclementes, el imperio sufría más que cualquiera sus idas y venidas, y cuando atacaban aquí se llevaban más que tesoros.

-¿A que te refieres?

-Ven

Angelina se levantó y fuimos con la bibliotecaria, hablaron un momento y le dio a Angelina una llave, entonces fuimos al tercer piso de la biblioteca donde entramos a un área normalmente cerrada al público aquí se guardaban crónicas, pergaminos y libros medievales y clásicos. Era un archivo de historia y literatura.

Angelina se dirigió hacia la sección de crónicas y sacó tres libros, los tres de pasta dura, algunos con una escama de dragón pegada a la careta del libro arriba del tituló. Que no entendía pues estaba en ponaco medieval que no sería un problema de no ser porque era el dialecto de los ponis de cristal, no conocía la lengua ni por las clases de Twilight que hubiera tenido hace años, ni por lo que estudie en mi infancia de ponaco antiguo.

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