Revelación

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Pasaron unos días desde la última reunión, la espera por el momento adecuado se extendió, lo cual nos dio tiempo de planificar mejor, Angelina pudo conseguir más números. Por otro lado, nos enteramos que Amatista efectivamente había causado el ataque del tren, el cual fue inicialmente un saqueo al tren, saqueo que Amatista convirtió en una masacre. Ordenó matar a todos los equestres dentro del tren, poner pólvora en todos los vagones una de las cajas con una mecha, en el momento que la guardia equestre entró a ver qué había pasado al tren la explosión del primer vagón inicio una reacción en cadena.

Tuve que hablar con Amatista, comprendía su furia, su enfado, pero no la podía dejar hacer acciones tan agresivas, atrayendo atención de más, además de masacrar civiles, por más que fueran equestres, seguían siendo civiles. Tuve que hablar con ella para evitar esto se volviera a repetir, necesitaba siguiera saqueando caravanas, que trajera pólvora, municiones, comida entre otras cosas. Sin embargo, debía controlar sus ansias de venganza, cite a Amatista en los cuarteles, esperándola en el interior de la torre del homenaje en la sala de reuniones junto a Sergeí y Janina.

Al entrar al cuarto la pegaso nos observó a todos, fue hacia mí se detuvo delante de mí, realizo una reverencia y preguntó:

-¿Qué necesita alteza?

-Amatista, necesitamos hablar de lo ocurrido en el tren, pero antes, quiero que sepas que todos aquí somos conscientes de tu dolor, de tu duelo, de la colera que guardas a Equestria ahora acrecentada, pero necesitamos tu paciencia. Acciones tan precipitadas y dañinas como atacar el tren, traerán mucha atención por parte de Twilight, causara pánico por un lado y que refuercen su seguridad por otro lo que no nos conviene.

-¡Lo merecen! ¡Merecen sufrir por todo el dolor que han causado! ¡No solo fue mi pueblo alteza, ya lo sabe, fueron varios pueblos del área, eran ponis inocentes!

-Lo sabemos y se hará justicia, pero necesitamos, necesito, que esperes, que tengas paciencia, sigue saqueando caravanas, consíguenos los recursos que necesitamos, pero por favor, evita causar grandes disturbios es lo último que necesitamos. – le expliqué.

-Amatista, cada día que pasa estamos más cerca de la liberación, pero si queremos que resulte, debemos ser prudentes. – añadió Sergeí.

-¡¿Cómo Equestria lo fue?! ¡Eh perdido mi hogar y a mi familia a cascos de Equestria! ¡Me quitaron todo!

Amatista planto su mirada en mí, al ver que desvíe mi mirada al suelo debió darse cuenta lo que acababa de decir. Yo igual había perdido a Shining y a Cadence, había sido exiliada y apunto estuve de ser piedra de nuevo, la shire guardo sus alas regresando a una pose menos amenazante, siendo remplazada la rabia en su rostro por tristeza.

-Lo lamento... es solo que... lo lamento – terminó ella.

Me levante y me acerqué a ella, la abrace al menos para consolarla, comprendía su accionar, tal vez alguna vez en el pasado algo así se me hubiera ocurrido a mí.

-Lo entiendo, solo necesito que te controles, no te preocupes, pero aparte, en ese tren venían ponis inocentes, no te pierdas a ti misma Amatista, te necesito con la mente fría para lo que tendremos que hacer. – continué.

Ella me observó, asintió diciendo:

-Lo sé, no hare más locuras majestad, perdone, tendré en mente lo prioritario, por el imperio y por su libertad – me respondió.

-Eso es lo que me gusta escuchar, ahora ve, consíguenos los recursos, entrégalos aquí y a la catedral, se cautelosa. También necesito que me informen sobre cómo van las preparaciones en cuanto al resto del ejercitó, necesito que los más efectivos posibles estén a disposición de tomar la catedral. – terminé observando a Sergeí

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