Flurry Heart

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"Mama... Mama... ojalá estuvieras aquí"

No sé qué paso, como llegué a esto, todo lo que sabía el día que los rebeldes irrumpieron a mi cuarto era que mi tiempo había llegado a su fin. No sabía que había hecho mal, porque estaba pasando esto, en qué momento me había equivocado... solo me teleporté fuera del castillo y volé lejos volé hasta la prisión.

Una vez ahí los soldados me ayudaron, me llevaron fuera de la ciudad y nos retiramos hasta una fortaleza en las montañas, el plan era ir a Equestria, pero los rebeldes habían cerrado el camino, estaba aislada. Nos obligaron a refugiarnos en una fortaleza vieja, con muros derruidos, enviamos cartas a todas las fortalezas con soldados leales del imperio. Pero, nunca recibimos respuesta de ninguno, lo que recibimos fueron más soldados en busca de refugió, todos con el uniforme de equestria. Los pegasos shire del imperio, acompañados de batallones rebeldes y del ejército imperial habían tomado por sorpresa muchas fortalezas y cuarteles equestres a lo largo del imperio.

Decían que estaban liderados estos ataques separatistas, por una pegaso shire que portaba en su uniforme los colores del imperio. El ejército imperial en su totalidad era parte de la rebelión, solo podía contar con los soldados equestres, mi pueblo me había dado la espalda. No comprendía porque... había intentado todo lo posible por que las cosas estuvieran bien, pero nunca fue suficiente, los había defraudado a todos.

Los soldados equestres intentaron reparar la muralla de la fortaleza, o cerrar las brechas con nuevos muros de madera, intentaron traer más provisiones sin demasiado éxito. Cada que preguntaba si había noticias de algún lado, me lo negaban.

Esperé en aquella fortaleza, comiendo lo poco que había en los almacenes, esperando que al menos las cartas mandadas a equestria llegaran a su destino, pero perdí la esperanza cuando lo que apareció a las puertas de la fortaleza fueron regimientos del ejército imperial. Apuntaban sus armas contra nosotros, los soldados equestres no me permitieron acercarme a observar, espere tensa desde el interior de la fortaleza, mientras escuchaba el disparar de las armas, los estruendos de los cañones enemigos. La fortaleza en la que nos refugiábamos no tenía ningún tipo de artillería, o al menos eso había escuchado decir a los soldados, no tenía idea de que hablaban.

"Las almenas no serán suficiente defensa" "los Imperiales han hecho una brecha en nuestro muro de madera" "tenemos demasiados heridos" "aun así deben luchar... no tenemos refuerzos"

En una ocasión decidí desobedecer y asomarme por una tronera de la torre del homenaje, viendo en el pabellón del castillo a los heridos, muchos de ellos, tratados como se había podido, vendados con las telas que se consiguieron. Vi la dañada muralla, de repente escuché de nuevo disparos, cayeron muertos varios de los soldados en la muralla, los gritos desesperados, los oficiales dando órdenes apresurados.

Observé como los soldados rebeldes llegaron hasta los muros, subiendo a estos, vi cómo se abrían paso a través de las brechas. Los soldados equestres hacían lo posible por resistir. No pude ver más retrocedí me tire al suelo y me cubrí la cabeza asustada esperando a que el sonido del combate se detuviera o a que llegaran hasta mi alcoba. ¿Qué haría? ¿Intentaría teleportarme y escapar de nuevo? ¿A dónde? ¿A congelarme en la estepa de mi propio reino? ¿Me dejaba atrapar? ¿Luchaba? No lo tenía claro, no sabía que debía hacer.

Me desesperaba estar ahí, sin poder hacer nada, me preguntaba ¿Qué haría mi tía Twi? ¿Qué hubiera hecho mi madre? Deseaba que estuvieran conmigo, pero no, estaba sola, con estos valientes que daban sus vidas por mí. Nunca los olvidaría, fue entonces que decidí darles la ayuda que me fuera posible, baje al piso inferior de la torre del homenaje y comencé con mi magia a curar a los heridos tanto como me era posible, comencé a conocerlos. Muchos añoraban a sus familias en equestria, deseaban volver, otros eran muy jóvenes, como yo, les faltaba vivir. el oficial mayor de la fortaleza, encargado de su defensa era una pegaso de pelaje blanco y crin carmesí, se llamaba Flower Dust. Por lo que sabía era originalmente líder de un regimiento de granaderos equestres, pero la habían destinado al imperio, era muy buena en su trabajo, con lo poco que teníamos se las había arreglado para formar una defensa, para repeler los ataques.

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