Bajo Asedio 1°parte

120 17 9
                                    

El día paso, vimos desde nuestras posiciones como los equestres comenzaban a armar campamento la distancia, rodeando la ciudad, se veían las banderas reales y las banderas regimentarías desde la muralla de la ciudad. A penas se corrió la voz de la llegada del ejercito real la ciudad se volvió silenciosa, las calles se vaciaron y todos los no combatientes fueron a refugiarse a sus hogares o a los templos.

En nuestros muros ondeaba en cada baluarte, en cada torre la bandera imperial, también se podían ver algunos abanderados de sus respectivos batallones. Suponía el ambiente era similar en ambos bandos, una tensión latente reinaba, casi podías sentir los nervios de los soldados que se preparaban en sus puestos para lo que viniera. Algunos observaban preocupados, tal vez con miedo, como la artillería que había traído consigo Equestria era posicionada, probablemente imaginando como los proyectiles de esos cañones en poco tiempo estarían azotando nuestros muros.

Por mi parte regresé con Starlight, le entregamos una bandera blanca y una alforja, mandé por escrito específicamente lo que deseaba. De momento no eran muchas exigencias, era un intento de una paz rápida, le entregamos también un uniforme de mensajera imperial, similar al de la tropa, cian con detalles lila, pero más simple, sin chatarreras, sin cartucheras, ni vaina, tampoco incluía las botas, al fin y al cabo, era de lo que iba a servir de mensajera. Se veía nerviosa, pero decidida, antes de mandarla con Twilight le dije una vez más:

-Solo debes ir hacia ella, entregarle la carta, explicarle, intentar convencerla y regresar con su respuesta, no se toman riesgos. Para evitar ilusiones si la respuesta es negativa, regresa con la bandera agachada, si es positiva, mantenla en alto. Cuando estes de vuelta me comunicaras la respuesta en su totalidad. Mucha suerte.

-Haré lo que pueda, en verdad, espero Twilight me escuché. – respondió Starlight.

-Todos lo esperamos.

Con esto dicho me despedí de ella, deseándole suerte una vez más, ella bajo por las escaleras de la torre saliendo hacia la puerta de la ciudad, yo subí a las almenas de la misma torre y desde ahí con un catalejo observé el campamento equestre poniendo especial atención a la que identificaba como la tienda de Twilight, flanqueada por estandartes con su cutie mark. Escuche abrirse la puerta de la ciudad, pase mi vista al suelo cercano a los muros, observé a Starlight recorrer el camino desde la ciudad hasta el campamento equestre.

Observé cada paso con el catalejo, vi como las fuerzas equestres le apuntaron, deteniéndose cuando una de las amigas de Twilight la reconoció, Rainbow. Vi que intercambiaron unas palabras y después la llevó hasta la tienda de la alicornió, la distancia era considerable incluso con el catalejo era muy difícil distinguir lo que hacía. Pude ver a Twilight salir a recibirla, pude ver con dificultades como Starlight le entregaba la carta y supuse se encontraban hablando. Dejé el catalejo de lado suponiendo tardaría un tiempo la charla que fueran a tener. Janina se acercó a mi lado observando también hacia el ejercito equestre, preguntando:

-¿Funcionara?

-Eso quisiera, pero si te soy completamente honesta, lo dudo.

-Los soldados están listos para defender estos muros con su vida, no lograran pasar a la ciudad. – continuó.

-No, no mientras yo este viva, pero será difícil, se avecinan días terribles Janina, deberías retirarte al castillo.

-No te dejare aquí, me quedare a tu lado, hemos pasado por situaciones peligrosas antes y estuve con Sergeí en la captura de la muralla. Puedo arreglármelas de ser necesario. Además, necesitas alguien que te cubra las espaldas. – terminó chocándose conmigo.

-Supongo que eso es verdad, sin embargo, me preocupa profundamente. – dije volviendo a mirar por el catalejo, dándole un buen vistazo a los cañones equestres.

ImperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora