Impera

Junta de emergencia.

Terminada la rebelión con la caída de la prisión y teniendo la capital en nuestros casos, la misma se había llenado de celebraciones a lo largo de las calles, apenas fue terminada la gran batalla, comenzaron a alzar banderas imperiales por toda la gran avenida y los estandartes del palacio habían sido remplazados con gritos de júbilo a cada que caía una de las insignias equestres.

Sin embargo, no todo había sido sencillo, las consecuencias de la revuelta se extendieron por horas, la furia popular se enfocó en la población equestre, costo calmar las aguas y aun no estaban completamente relajadas. La población de la prisión cambio de presos imperiales a prisioneros de guerra equestres entre los que había muchos de sus burgueses mayores y menores, había ordenado se les mantuviera en condiciones, pues en cierto punto del conflicto podrían servirme para intercambiarlos por imperiales presos en equestria.

Para arreglar todo se organizó raídamente una reunión en el palacio, junto conmigo vinieron las sacerdotisas y los mandos del ejército en la ciudad, a encontrarnos con los nobles y burgueses de la corte. Teníamos que organizarnos rápidamente para dar el siguiente paso, esperaba recibir igualmente un informe de cómo iba la misión de Amatista. También teníamos que oficializar mi toma de poder, empezar la organización de mi coronación aun cuando estábamos en media guerra, ya tenía el palacio y el corazón de cristal, solo faltarían las joyas del imperio.

Se tuvo que limpiar el palacio lo mejor posible, especialmente el salón del trono, para llevar a cabo la reunión, cuando llegué al mismo estaba más o menos decente, al menos no había cuerpos ya. Mi guardia palatina tomó posiciones alrededor del salón, los nobles y burgueses dentro hicieron reverencia y yo entré seguida por más nobles y el clero equestre. ascendí hasta el trono, rozándolo con mi casco antes de voltear a verlos a todos y comenzar la asamblea.

-Con un esfuerzo titánico y un plan bien llevado a cabo logramos recuperar control de la capital y sacar a los equestres de la misma, sin embargo, la rebelión ha dejado un caos en su paso. Hemos desplegado a los guardias a lo largo de toda la ciudad y nuestro ejército permanecerá en las murallas, al menos en su mayoría, necesito formar un grupo de ejercitó para ir a capturar Flurry Heart de la cual espero hayamos conseguido su localización: - dije observando a uno de los generales.

-Después de interrogar a los equestres capturados en la toma de la fortaleza, logramos averiguar a donde fue, impedidos de ir al sur o demasiado al norte fueron a una vieja fortaleza cerca de las montañas. Esperan ayuda de equestria, probablemente algún mensajero equestre se encuentra en este momento intentando llegar a la frontera para informar a equestria la localización de Flurry.

-Eso no debe pasar, quiero que se capture a ese mensajero, y que capturen a Flurry Heart cuanto antes, puede ser la única forma de ganar este levantamiento en mayor escala. - continué

-También debemos informar que desde el este se avistaron flotas enemigas, parece que, en su mayoría Grifos, pero tenemos razones para pensar que los dragones los acompañan, por lo que tendríamos un ejército grifo-dragonico a nuestras puertas. Lo bueno hasta cierto punto, es que la tecnología armamentística de ambos los dragones y los grifos está muy atrasada. – me informó un oficial.

-Eso será un problema que no puedo dejar pasar, necesitará ser tratado de forma inmediata, enviare a Morfea.

-¿A mí? – preguntó ella señalándose a sí misma.

-Sí, si es cierto que vienen en mayores números necesitare alguien que sepa aprovechar nuestra ventaja tecnológica, estoy segura que sabrás que hacer, te permitiré llevar todo lo que consideres necesario, monta una defensa, repelé a ese ejército y luego parte a apoyar a Sergeí, a quien mandare a capturar la fortaleza donde se encuentra mi hermana. – dicho esto caminé hasta Sergeí y continué – Como ya escuchaste, te concederé los efectivos necesarios para tomar la fortaleza donde ha tomado refugió Flury Heart, los sacaras de ahí a como dé lugar y la traerás a la capital, viva.