La Captura.

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Después de la batalla de Kromapolis, el ejército equestre entro en retirada, inmediatamente organicé la respuesta, Amatista se adelantó organizando sus guerrilleros y dando caza al ejército equestre en retirada, haciendo un infierno en tierra su camino de regreso. Nosotros seguimos la pista de cerca, siguiendo el rastro de muerte y desesperación que dejaba tras de sí el ejército real, el invierno y Amatista estaban haciendo un muy buen trabajo.

En el avance llegamos a encontrar todavía equestes con vida, o pequeños grupos rezagados, que se habían separado del resto, algunos mostraron fútil batalla, otros se rindieron. A los prisioneros que fuimos capturando en el camino, les dimos agua y comida, además de que un médico les atendió, sin embargo, no les dimos suficiente para que recuperaran energía combativa. A algunos les mandamos de regreso a las prisiones en Kromapolis, a otros los llevamos con nosotros, a los grupos que se nos resistían, después de vencidos les ejecutábamos, para dar el ejemplo. A los ya prisioneros no se les causo daño alguno, algunos de ellos incluso parecieron relajarse, eran cautivos, sí, pero al final del día iban a sobrevivir.

Siguiendo un plan formulado por Morfea, tomamos un atajo para llegar antes que el ejército equestre al lago congelado, una vez ahí esperamos, cuando pasara el ejército equestre, la artillería de Morfea disparo causando el caos. El resultado de esta maniobra fue un gélido mar de muerte, algunos pocos sobrevivientes dejados atrás fueron también hechos prisioneros por nosotros. el ejército Equestre seguía en retirada impotente ante nuestro avance, incapaz de hacernos frente, débil por el frio y la falta de suministros.

En este punto un mensajero llego a mí, diciendo que se había localizado en las montañas al ejercito grifo, o al menos gran parte de este, se habían extraviado en los duros caminos montañosos, sin saber salir de los cerros, gran parte de ellos habían muerto de frio y hambre. se encontraron también varios grupos tanto, en las montañas, aun vivos, que se hicieron prisioneros. La gran invasión que había planeado Twilight, era oficialmente el peor desastre militar en la historia Equestre, y el preció iba a ser grande, iba a aprovechar la ventaja ganada para empujar hasta Canterlot.

Una vez alcanzada la ciudad Imperial pare, retomamos la ciudad y me dirigí al centró para recolocar al corazón en su lugar, la ciudad de antemano había sido resguardada por guerrilleros impidiendo así que Equestria en su retirada intentara refugiarse en la misma. Sabía que no iban a arriesgar asediarla en su posición tan desventajosa y con tan poco que ganar, el corazón rápidamente limpio la ciudad de nieve, permitiendo entrar solo la pequeña cantidad que siempre entraba en invierno. Crystalia se mostraba bastante complacida de haber regresado el corazón a su lugar, al verla tan feliz me acerque a ella:

-Te dije que seria temporal, esta de regreso donde pertenece.

-Así como nosotros, el Imperio esta salvado, el ejercitó real va en retirada y la ciudad vuelve a nuestros cascos. Fue una técnica muy arriesgada, pero tomaste la decisión correcta adalid, no solamente la ciudad esta intacta, y el corazón de regreso en su lugar, además, has expulsado al enemigo en una sola batalla.

-Y seguiré avanzando, Equestria aun no ah capitulado, no me detendré hasta que lo haga, hasta que tenga la paz firmada, hare lo necesario.

-Ve con cuidado, el imperio te necesitara mucho más para levantarse, cuando esto acabe.

-Lo sé, volveré.

No me quede demasiado tiempo en la ciudad, algunas de nuestra fuerzas se quedaron y ordené se esparciera la noticia, la ciudad imperial estaba libre y aquellos refugiados, podían volver a ella. al mismo tiempo, ordené se celebrará los funerales de los caídos, todos serian enterrados en las proximidades de la ciudad, Crystalia quedaba encargada de hacer los preparativos.

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