Alea Iacta Est

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A la mañana siguiente me preparé rápidamente y fui al gran comedor, siendo la primera en llegar, de mí siguió Shining Armor, el unicornio se veía agotado, por lo que sabía aparte de todos los asuntos políticos traía un insoportable catarro desde hace un par de días, de momento los guardias que había eran los que me acompañaban, un momento después mi padre adoptivo me observó.

-¿Cómo te sientes? Escuché tuviste un gran recibimiento en Kromapolis, no hemos podido hablar de eso más casualmente.

-Sí, la verdad fue una gran sorpresa, no me esperaba tanto, no me esperaba nada realmente y llegó al norte y me llueven toda clase de regalos, no supe que sentir.

-¿Quieres escuchar una historia?

Me dijo dándome una sonrisa, me recargué en la mesa y asentí curiosa de que podría contarme, de que se habría acordado con lo poco que le conté del viaje.

-A Cadence le paso lo mismo, llegamos al imperio, solucionamos la problemática con Sombra y comenzamos a tratar los problemas del Imperio, poco a poco comenzaron a quererla, a apreciarla.

En cada viaje que hicimos para conocer las tierras que gobernaríamos, la recibieron de la misma forma que a ti en Kromapolis, y aun te falta ver más de la cultura del imperio, nos tomó al menos tres años recorrer en su totalidad todo el imperio, separado en distintos viajes a lo largo de los primeros años de la nueva administración.

Recuerdo cómo se sintió, fue una sorpresa, fue toda una nueva experiencia, aunque seguramente lo fue aún más para ti. – terminó el

-¿Entonces a ella también le dieron mil regalos eh?

-Sí, por millares en cada viaje, le dedicaron escritos, poemas, canciones, también a ti te las terminaran por dedicar si sigues complaciendo al pueblo, esperaría también que Flurry lo viviera, si no fuera por las políticas Equestres sería más fácil. – Añadió terminando esta frase con algo de frustración.

-Lo lograremos controlar, no dejaremos que hoy Twilight haga ninguna gracia.

-Lo sé, pero igual, nunca deja de preocuparme.

La platica se vio cortada en el momento que entraron al cuarto Flurry Heart seguida de la nobleza Imperial y Equestriana estacionada en el imperio, después entro Twilight detrás de Spike y sus guardias entre estos, claro, estaba Gallus. El rostro del grifo a pesar de ser reconocible, ahora tenía algo con lo que el mismo tendría que aprender a vivir, una cicatriz que bajaba desde el lado derecho de su frente hasta su mejilla izquierda, cortesía de Angelina.

No podía quejarse demasiado, pudo haber sido mucho peor, como haberse quedado tuerto, claro, el nuevo aspecto tampoco le favorecía demasiado, aunque los ciudadanos imperiales dirían que le queda bastante bien la nueva pinta amenazante a como se ha portado con ellos. Ya podía imaginar lo feliz que iba a estar Sergei de que ese día Gallus iba a estar casi todo el rato en el castillo.

Y tuve razón apenas llegó Sergei su rostro cambio completamente al posar su mirada en Gallus, el grifo no mostró interés en devolver la mirada. Una vez todos estuvieron en el cuarto comenzó el desayuno, no tardó mucho en llegar la comida traída por la servidumbre, el inicio de todo fue bastante calmado, aunque se sentía la tensión en el aire, había demasiadas rivalidades y malos términos en un solo cuarto. Los banquetes siempre tendían a ser bastante tensos debido a las dos aristocracias, pero hoy con la presencia de Twilight subía el problema bastante. La relativa calma llegó a su final a la media hora de habernos sentado a la mesa,

-Ya que estamos reunidos la gran mayoría de los involucrados en la problemática, podríamos empezar a hablar. – comenzó Twilight. – Primero que nada, deberíamos atender el tema de la seguridad, ya hemos perdido demasiado, no dejan de llegarme quejas de burgueses o aristócratas que perdieron enormes cantidades de productos o incluso de oro en el camino hacia acá y aún no hemos tenido una solución efectiva.

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