Encierro domiciliario

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Casi dos semanas pasaron, no fui capaz de abandonar el cuarto ni un instante, Cadence y Shining eran los únicos adultos que veía Flurry no empezó a visitarme hasta iniciada la segunda semana, sus juegos me parecían vánales, pero a falta de algo que hacer al menos eran entretenidos.

Cadence por su lado había intentado animarme de muchas formas, me trajo regalos, me hablo de las costumbres de la ciudad, me hablo de Flurry y de lo emocionada que se mostraba por mi llegada.

Intento decirme más de una vez que no me tomara mi encierro a pecho, que eran órdenes de Equestria, pero que ella lo solucionaría y podría ser una potrilla nuevamente, en lugar de una prisionera. Si bien ella no me dijo todo esto en esas palabras, comprendí perfectamente lo que pasaba, Twilight había dado órdenes muy específicas de cómo se debía tratar mi proceso de reformación. Podía sentir la desconfianza que me tenían en el aire, aun a pesar de la distancia entre Canterlot y la capital imperial.

Shining Armor por otro lado, se mostró interesado en mi talento, mi cutie mark, me preguntó muchas cosas al respectó, incluso trajo al cuarto un ajedrez que siempre jugábamos mientras hablábamos. Era muy obvio lo que hacía, todas sus preguntas rondaban alrededor de mi genio táctico, el ajedrez era para probar que tan buena estratega podía ser. Shining era líder del ejercito de cristal, era muy obvio que quería aprovechar alguien con un talento tan curioso y raro como el que marcaba mi cutie mark, así que pensando en el poder que esto me podía llegar a dar, le seguí la corriente.

Con ambos, Cadence y Shining llegue apropósito a mostrar indicios de mi antigua actitud incluso falsifique un intento de escape por la ventana, lo que menos quería era que sospecharan que mi cambio de actitud era solo una mascará, tenía que hacerlo creíble.

Para el lunes de la tercera semana, Cadence entro nuevamente a mi alcoba, acompañada por nadie menos que Twilight Sparkle quien había viajado para asegurar que todo estuviera bien. Cuando entro la alicornio no me moleste en voltear, seguí viendo la ciudad desde mi ventana, solo supe que era ella gracias a que realmente estaba centrando mi atención en el reflejo del cristal.

La princesa me nombro, sin embargo, hice caso omiso a su voz, hasta que me nombro por tercera vez, con el tonó de voz ya medio levantado, decidí voltear a verla. Le di una mirada melancólica, a pesar que en mi alma deseaba darle la mirada más fría y cruel que pudiera dar, y pregunté directamente:

-¿Algún día voy a poder salir de aquí?

Twilight no respondió de inmediato, solo me lanzó una mirada cautelosa, que se suavizo un poco cuando vio bien mi expresión melancólica acompañada de unos ojos húmedos por la tristeza.

-Paciencia Cozy Glow, todo esto tiene un propósito, si demuestras que de verdad cambiaras y serás diferente, no tendrás que vivir en aislamiento. Esto solo es momentáneo, es más, para apresurar tu regreso a la sociedad, eh decidido reiniciar tus clases en la escuela de la amistad.

-¿De verdad? – pregunté con un tono apagado medianamente feliz al tiempo que dibujaba una pequeña sonrisa en mi rostro, sin embargo, manteniendo los ojos llorosos.

-Sí... pero no serán realmente en la escuela, vendrán las maestras aquí, todas mis amigas, Starlight te dará las clases que yo alguna vez te di, lo ha estado haciendo por ya algún tiempo en la escuela.

Al escuchar exactamente lo que iba a pasar regrese a mi expresión melancólica inicial, no dije nada dejé que mi rostro lo dijera todo por mí. Twilight al ver que regresaba a mi estado inicial se acercó, parecía dudosa, fue entonces que lo dije:

-Están bien las clases... pero yo quiero tener contactó con otros ponis, estoy muy sola, necesito a ponis a mi alrededor.

Terminando la frase llevé uno de mis cascos a mi mejilla haciéndome ver dulce, Twilight pareció retroceder dudosa de nuevo, su vista volvió a su fortaleza original contra mí y dijo:

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