Impera

Toma de la capital

Con los primeros rayos de sol atravesando los cielos fue que lidere mis guardias incluido mi nuevo regimiento de guardia palatina fuera del cuartel de la capital, mi pequeño ejercito contaba con tres batallones coraceros, pegasos que traían la armadura tradicional del imperio, cuatro batallones de guardias imperiales y mis tres batallones de guardia palatina, mi guardia personal. Con esto a mi mando tenía que empezar a tomar el oeste de la capital, aun tenia a mi disposición el factor sorpresa y tal vez algunos ciudadanos y rebeldes se me unieran a mi marcha.

Lo primero que tomaría serían los distintos cuarteles de guardias en la ciudad arrestando a todo soldado equestre en ellos y remplazándolos con la guardia original de la ciudad, con la que me reuniría cerca del primer cuartel, las milicias de la ciudad serían importantes para mantener control de las zonas reconquistadas. Al arrestar a la guardia miliciana equestre en la ciudad, evitando lo más posible iniciar la contienda prematuramente, podría avanzar por casi todo el oeste de la ciudad sin oposición importante.

Debía realizar este avance con cuidado, confiar en mis números para rendir cuantos equestres fuera posible antes de que iniciara la batalla por la ciudad. Confiaba en que la muralla ya era nuestra y en cualquier momento el resto del ejército imperial empezaría a entrar en la ciudad, una vez esto pasara, estaríamos listos para iniciar la batalla, pues habríamos movido a nuestro lado de la balanza la ventaja numérica.

Así lo hice, con mis soldados marché hacia el noroeste de la ciudad, en cada comisaria que paramos amenazamos a los guardias, sin darles oportunidad de defensa, rindiéndolos y desarmándolos. Fui dando vuelta con mis tropas a todos los varios del noroeste regresando al este, para este punto la marcha ya había empezado, muchos rebeldes iban hacia la gran avenida, yo debía seguir mi camino.

Había logrado conquistar un cuarto de la ciudad sin mayor oposición retirando banderas equestres de cada comisaria y cuartel que tomé, sin embargo, cuando llegara de regreso a la zona este con mis tropas la batalla había empezado. Aun me faltaba uno de los más importantes cuarteles de gendarmería, había iniciado antes de lo esperado la contienda entre los rebeldes y las fuerzas equestres. tomando en cuenta esto apresure mi paso liderando a mis soldados hacia estos cuarteles esperando poder cortarles es paso al centro a los soldados enemigos. Fue que me encontré las fuerzas equestres marchando hacia el centro.

-¡Quiero a la guardia imperial a los flancos! ¡Coraceros preparados para la carga! ¡Mi guardia palatina al frente conmigo! – con estas órdenes dadas y pasadas a mis tenientes avance bloqueando la callé, deteniendo la marcha Equestre, esperando así haber detenido el flujo de refuerzos hacia el centro. - ¡Abran fuego cuanto antes!

Los respectivos tenientes de cada batallón recibieron mi orden y ordenaron a sus soldados, nuestra primera salva fue dada, los equestres todavía no se reorganizaban dándonos la ventaja inicial. Mientras ellos reformaban los nuestros recargaban estando listos para disparar nuevamente al tiempo que los Equestres terminaban de posicionarse. La orden de fuego volvió a ser dada, logramos impactar una salva más antes de que nuestro enemigo lograra abrir fuego. Observé al cielo y a los flancos, otros dos batallones equestres querían terminar de cerrar la calle emparejando nuestra potencia de fuego, sin embargo, su centro ya había quedado debilitado por dos salvas recibidas a tan corta distancia desde tres flancos.

Logramos abrir una tercera salva ahora impactando a los tres batallones equestres, note que sus fuerzas se dividían, el resto de ellos que no estaba enfrentándonos se retiraba por otro camino. Sin embargo, no estaría atorada ahí mucho tiempo, mis coraceros como se los había indicado sobrevolaron al enemigo y se prepararon para cargar por la espalda, viendo que podía arrinconar a los batallones equestres que se habían quedado enfrentándome entre dos fuerzas enemigas, decidí hacer una carga.