Cada vez más roto

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Recibí un mensaje de Riku-san diciendo que tenía unos recuerdos de los lugares que visitó en navidad y que quería dármelo.

-quisiera cambiarme esto-dijo kazuma viendo con disgusto su traje.


-te veías feliz atendiendo a las personas y diciendo "yes my lady" con ironía. Deberías ser actor-dije divertido.


El lanzó una risa irónica que me recordaba a su hermano y entró al departamento cargando a sorata entre sus brazos.


-al rato voy por kuroda.


-será?...


-puedes cuidarlo por mi un rato? Tengo algo que hacer.


-que, tienes una cita?


-algo así.


Me miró enojado y con las mejillas rojas y sólo reí.


-es solamente una amiga, descuida.


-interesante... - dijo detrás de mi.


-Agh...! Takano!! - dije acariciando me la cabeza porque dejó un coscorrón en ella.


-no habías salido con Jude?


-y ya volví también!


-eso explican tus orejas - dijo jalando de ellas, sacándome otro quejido de dolor
-no te dijeron que tomes algún analgésico, estés con hielo o algo?


-no, solo me dijo que no me quite los aretes y no me entre humedad al menos un día.


-bien, traje comida-dijo enseñando sus cajas de fideos


-lo siento pero tengo que ir.


Takano arqueo una ceja y se dio media vuelta tomando a kazuma del hombro y entrando.


Suspiré. Ya traeré algo para compensarselo después.


Me dirigí a la entrada y baje hacia la calle en el ascensor.


-Taxi! - dije extendiendo la mano.


Di la dirección de la cafeteria y me puse audífonos para ir directo al trabajo escuchando música.


Riku-san fue una persona muy atenta conmigo, así que acepte encontrarnos y decidí comprarle unas flores y una paleta y pinceles nuevos.
Llegando a la cafetería Riku-san estaba en el mostrador preparando café.
A veces más que un negocio, esto parece un pasatiempo para estos tres adultos.

Para Volver A AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora