Feliz Año Nuevo... Creo

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Nos levantamos temprano. Aunque la habitación estaba oscura y aún están afectado por el cambio de horario, decidí despertar remoloneando un poco.

Ayer... No, desde nuestra llegada a Londres ocurrieron muchas cosas.

Definitivamente si creí que este iba a ser un viaje tranquilo como el que hicimos a Osaka a visitar a mi hermano estaba cometiendo un error. No hay punto de comparación, después de todo se trata de los Usami.

Deje un beso en la mejilla de Usagi-san y me levante con las piernas algo entumecidas y me dirigí a la ducha.

Es realmente relajante el agua tibia caer sobre mi cuerpo.

-eh?!-dije cuando se abrió la puerta.

-buenos días.

-oye! Estoy en la ducha!

-mm... Se nota- dijo entrando a la ducha y aferrándose a mi.

-no te enseñaron antes de entrar tocar la puerta!? - dije cubriendo me el cuerpo con mis manos.

-prometo que solo me quiero bañar.

-si, seguramente-dije enfadado.

Acabamos bañandonos juntos

-ya no eres un niño para interrumpir a alguien mientras se asea

-pero si ya te conozco desnudo-dijo picarezco

-pero sigo siendo japonés! - protesté.

El sonrió y me sentó en sus piernas dejando caer la toalla.
Gracias a Dios estábamos medianamente vestidos.

Es 31 de diciembre.

-oye y tu teléfono?

-ah... Olvide recogerlo ayer con lo que sucedió... Debió quedarse apagado en alguna parte...

-no estarán preocupados porque no contestas? Pensé que estarías hablando con el manga ka o ese chico.

-si pero les dije que quizás iría a un sitio sin señal y que no se preocupen si no les contestaba.

-mejor, yo también lo tengo apagado.

-seguramente no quieres que aikawa te llame desesperada por tu manuscrito.

Usagi-san sonrió. Parecía estar más tranquilo pero seguramente le seguiré preocupando haberse encontrado con Akito-San.

El encuentro con ella ha sido por lejos la cosa más extraña del mundo. Es una coincidencia algo preocupante considerando todas las cosas que se, las que vi...

Bajamos tomados de la mano y pude notar que algunos familiares invitados en la casa o sirvientes nos miraban con más simpatía.

Yo estoy feliz con tal de no ser molestado por nadie.

-ah, Takahashi-kun- dijo Akito-San meneando la mano.

Extendí mi mano en expresión de saludo pero Usagi-san le dedico una mirada de odio y jalando me del brazo nos metimos a la cocina.

-esta vez tienen que desayunar adentro, ocuparé la mesa-dijo Kaoruko-chan con las manos blancas por la harina de arroz.

-de repente quiero hacer mochi-dijo Usagi-san doblando Las mangas de su camisa.

Kaoruko-chan meneo la cabeza y me alcanzó un mochi de color amarillo y yo sonriendo le di un mordizco.

-saben muy bien!

-esta bien de azúcar?

-mm!! - asentí con la boca llena.

-aún me falta terminar los osechi, estas libre esta tarde?

Para Volver A AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora