Cap.23 Carta 1✍

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Sé que necesitaba descansar pero lo que más quería era quedarme ahí, saber que algo podía pasarle y yo no estaría cerca me carcomía los nervios. Necesitaba una ducha con urgencia y algo de comer hace más de 8 horas que no como nada, solo el té de la cafetería. Además mi mamá me iba a estar vigilando.

-A- Mamá ¿Por qué no entraste a verla? –Me pareció extraño que no quisiera ir a verla.

-M- Necesitas que alguno de nosotros esté fuerte para que sigas bien. Tu papá la va a ver, él le hablará de mí. No es que no haya querido verla. La veré mañana. ¿Cómo fue para ti verla así?

-A- Mamá fue tan horrible, tiene moretones en su cara, está llena de pequeños cortes, en sus brazos, su rostro y en su pecho. Me duele mucho que eso le haya sucedido por mi culpa.-Me sentía la mujer más miserable por no cuidarla como debía.

-M- A ver mi pequeño pollo, no pudiste hacer nada más, era inevitable. Si piensas que ha sido tu culpa te volverás loca y ella te necesita bien y serena. Debes estar tranquila o te enfermarás.

-A- Lo sé mamá, pero se me hace imposible no pensar que pude haber hecho más para protegerla. Le prometí cuidarla todos los días y ahora está luchando por seguir con nosotros.

-M- Tu padre y yo estaremos a tu lado en todo este proceso mi amor. No te dejaremos sola, ni a ti ni a ella y mucho menos a sus padres.

Te prepararé algo rico para que comas y luego vayas a descansar, lo necesitas pollo.

-A- Está bien mami gracias, iré a tomar una ducha.

Mientras me estaba desnudando, fui descubriendo más hematomas y pequeños cortes. Mis brazos estaban cubiertos de pequeñas gazas manchadas con sangre, mi pecho tenía un gran moretón seguro fue cuando choqué contra el volante, ahí había un gran corte cerca de mi clavícula. Con forme iba descubriendo más cortes más lágrimas corrían por mi rostro. En él también tenía pequeños cortes. Lo que me pasó a mí fue una pincelada de lo que tuvo que vivir Victoria.

¿Qué te hice Dios? ¡Que hice mal! para que me estés arrebatando al amor de mi vida.

Tomar una ducha fue todo un desafío, me dolía todo el cuerpo, cuando el agua caía en mis cortes ardían como el mismísimo infierno. Tuve que pedirle ayuda a mi madre para pasarme la crema y ponerme las gazas de nuevo. Me sentía completamente inútil.

Mi mamá me preparó una deliciosa sopa de verduras para retomar fuerzas y pudiese descansar mejor. Pero aún no podría ir a dormir además dudaba lograr hacerlo de todos modos. De seguro tendría pesadillas.

Tenía que escribir la carta que le prometí a mi chica; una carta por cada día que va a estar en coma... será todo un doloroso reto.

Pasé un rato con mi madre viendo televisión, necesitaba sentir el calor de alguien a mi lado, no tenía a quien me hacía sentir completamente segura. Ahora solo tenía a mis padres a mi lado.

Ellos y mis hijos me darían la fuerza necesaria para continuar en pie de lucha, no me daría por vencida hasta tenerla de vuelta.

Le dije a mi mamá que ya iría a descansar, pero solo necesitaba estar a solas para poder escribir la carta en paz, lloraría otra vez...


Carta #1 amor mío 04 de agosto.

Mi princesa Victoria, lo que menos te merecías era esto que nos ha pasado. Si tan solo me hubieras dicho que le tenías terror a los camiones, podríamos haber evitado el accidente. Pero quedó en un simple Hubiera. –Si ella me lo hubiese comentado alguna vez le hubiese dicho que por esa ruta no, pero nunca me comentó nada.

El verdadero amor lo encontré en tus brazos✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora