Cap.2 Me sentí en casa❤

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Antes de comenzar mis clases en la universidad, Alma me pidió que fuese a su casa para darme un tipo de clase introductoria y explicarme un poco como era estar en la universidad.

Estaba un poco sorprendida por ese gesto, no pensé que me iba a pedir que fuese a su casa, ella es una persona muy reservada con sus temas personales, y ya su hogar era meterme en su espacio, es su intimidad, pero bueno, ahí estaba yo a punto de tocar la puerta de su enorme casa, eso parecía una mansión, pero no niego de que era una casa preciosa, con tanto estilo.

Me recibió Nathy, con esa sonrisa tan dulce adornando su cara, con un vestido de princesas; yo tuve la oportunidad de conocer a esos chicos en una actividad que se realizó en el instituto y ella los llevó a ambos y me los presentó; desde ese momento quedé completamente enamorada de esos monstruos tan parecidos a su madre, Chris un chico muy dulce pero un poco serio para su edad y Nathy es un completo amor, me enamoré de esa niña desde el momento en el que Alma me la presentó, hasta Alma se sorprendió cuando Nathy me abrazó, fue un gesto tan dulce, hice una conexión con ella desde ese instante.

Me llevó hasta la cocina donde estaba su madre haciendo una clase de merienda que consistía solo en frutas y un poco de yogurt, Alma cuida demasiado su dieta, es un poco extrema con ese tema. Y aún años después me sigue pareciendo un poco extremo.

Alma me recibió con un abrazo enorme, desde mi graduación no nos veíamos, solo conversábamos por mensaje en uno de ellos me explicó que las clases me las iba a impartir en su casa; me ofreció un poco de su merienda saludable, en ese momento me sentía tan a gusto junto a ella, se sentía que la paz reinaba en su hogar, a pesar de ser una casa enorme, era tan cálida por dentro, se sentía como un hogar de verdad. No era extravagante por dentro, era muy cálida.

Me comentó que Chris no estaba, estaba en la casa su mejor amigo jugando fútbol, y Nathy estaba viendo alguna fábula de princesas en el salón, en ese momento Nathy terminó su pequeña merienda y se retiró para seguir con su película.

Nos dejó a solas en la cocina, en eso una pregunta invadió mi mente, ¿Dónde estaba el marido de Alma? en esa casa no habían fotos de él, no había seña alguna de que hubiese un marido en esa casa.

Le hice la pregunta, temiendo un poco, luego lo podía tomar de mala forma y se podía enojar conmigo; era lo que menos quería, la vi tensar sus hombros y su semblante cambió de uno sereno y tranquilo a uno fuerte y frío; simplemente me contestó, no tengo marido.

Sabía que algo andaba mal, ella normalmente no te responde de ese modo tan seco, me pidió que dejara el tema de lado por la paz, ya que iba a comenzar a explicarme varios temas.

Me llevó a su estudio, un lugar enorme, ubicado en el segundo piso de su casa, lleno de libros y un escritorio demasiado grande para ella sola, el cual tenía lleno de papeles.

Me pidió tomar asiento al frente de su escritorio color caoba, se veía tan hermosa en ese instante, su lindo rostro libre de maquillaje, un outfit tan relajado, una blusa blanca dos tallas más grande, un short de tela negro, que me dejaba a la vista sus hermosas piernas blancas.

Alma es una mujer demasiado tranquila y relajada, aunque a veces te puede llegar a sacar de quicio con su actitud tan cambiante y su carácter un poco fuerte.

Sentí que pertenecía a ese lugar, me daba tanta paz estar ahí, se sentía el amor que se desprendía en ese hogar, tener a Alma a mi lado me daba tanta seguridad, sentía que a su lado nada me podía herir, que todo estaría bien.

Buscó varios documentos en su escritorio y me fue explicando cada uno de ellos, me explicó la evaluación universitaria, me estaba mostrando un mundo totalmente diferente al del instituto, me sentía entusiasmada por iniciar ese recorrido y a la vez tan aterrada por enfrentarme a algo completamente nuevo, además iba a estar sola.

En varias ocasiones la observé detalladamente, y me di cuenta de que era realmente hermosa, su rostro libre de imperfecciones, sus labios rositas tan apetecibles y sus ojos color miel, tan llenos de brillo, tan llenos de vida, me sentía tan fascinada por ella y su cabello castaño parecía tan suave.

Me parecía una mujer tan fascinante y tan hermosa, tuve que sacudir mi cabeza para borrar esos pensamientos que no venían al caso, al menos no había un marido en su vida, pero eso no significaba que estaba soltera, podía tener una pareja.

Me encantó tener a esa mujer como mi profesora de clases particulares, era todo un espectáculo verla enseñar y poder ver ese brillo cuando me estaba enseñando y era todo un regalo solo para mí. Muchas veces ni siquiera le ponía atención a lo que me explicaba, me perdía en sus bellos ojos color miel tan cautivadores.

Me imaginaba una relación con Alma, debía de ser tan hermoso tener una relación con esa mujer, no solo por su gran belleza, si no por su gran personalidad, su carisma, su sentido del humor tan extraño; todo de ella es fascinante. Pero me aterraba ser la "mamá" de esos chicos adorables, en ese momento con 17 años lo que menos quería era ser la madre de alguien, pero si quería una relación con ella en algún momento, debía de aceptar a sus hijos.

Pero quien iba a decir que lo iba a lograr dentro de unos pocos meses, podría llamar a Alma, mi novia, aquello fue todo un proceso... un hermoso proceso, pero falta aún para llegar a esa parte.

Llegar a tener ese noviazgo nos costó bastante, más a ella que a mí, pero sí se logró.

Recuerdo como me pidió ser su novia, y se me llena el corazón de ternura, tengo a la mejor esposa de todo el mundo.

El verdadero amor lo encontré en tus brazos✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora