Cap.54 ¿Error? 🔥

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Estar alejada de toda mi familia de mi amiga ha sido una tortura, extraño a Alma cada día más y ni hablar de cuanto extraño a mis hijos, nuestras llamadas no me bastan, me volveré loca sin ella, muchas veces me dormí llorando, extraño a mis monstruos. Los extraño mucho.

Estamos en junio, llevo ya un mes en California, me he adaptado bastante bien al lugar, Marita ha sido de mucha ayuda, pero siempre me dice que busque a una chica para divertirme y pasarlo bien, se supone que Alma es su mejor amiga ¿No? Y Dios soy su esposa.


Todo empeoró cuando choqué en la cafetería con una preciosa mujer alta rubia, unos ojos celestes de ensueño, piel de porcelana, con un cuerpo divino creado por los dioses y ni hablar de su delicada y dulce sonrisa, me crucé con ella en la cafetería de la universidad, casi terminamos en el suelo. Pero no era cualquier mujer, era nada más y nada menos la Decana de la Facultad de medicina, toda una doctora esa belleza. Se llama Catherine.

Todo comenzó en esa cafetería, la invité e a tomar un café en modo de disculpa "primer error", fue una conversación muy agradable, nadie pensaría que tiene más 35 años es toda una diosa, "segundo error" darle mi número telefónico y quedar para ir por otro café. Nos despedimos con un simple beso en la mejilla que duró más tiempo de lo debido y una caricia sensual en mi cintura.


Cuando llegué a la casa, Marita estaba tomando un café tranquilamente en la cocina, verla me recordó a Alma, me sentí la peor persona del mundo, por Dios estoy casada con una encantadora mujer y hace pocos minutos estaba "viéndome" con otra y lo peor es que me maravilló esa mujer. Su gran belleza, sus ojos, su delicadeza al hablar su sensualidad tan natural. ¡Me encantó!

Corrí a mi habitación, la compartía con mi amiga Kim. Me arrojé a mi cama a llorar desconsolada me sentía tan estúpida, me sentía sucia, tengo una esposa y 2 monstruos preciosos que son mi vida. Al poco tiempo escucho a Marita entrar y Kim nos dejó a solas.


-Ma- Vic ¿Estás bien? Llegaste muy alterada. ¿Alguna chica? –Es extraño verla así nerviosa y escucharla llorar me asustó mucho.

-V- Me siento horrible Marita, me tomé un café con una bella mujer que es la Decana de medicina, me acarició sensualmente la cintura y casi me besa. Por dios Marita tengo una esposa maravillosa esperándome en casa. Le estoy fallando a ella, a mis hijos a nuestro matrimonio.

-Ma- Belleza, esa mujer es toda una Diosa, sé quién es. ¿Te gustó? Pues deja que el tiempo decida qué sucederá entre ustedes, disfruta tu juventud por Dios solo tienes 20 años, en unos días tendrás 21 diviértete con Cate todo lo que quieras.

-V- Se supones que me debes cuidar, no decirme ni incitarme que le sea infiel a mi esposa, aparte es tu amiga, eres una maldita. Además, estás loca, me odiará si se entera de ese café. Por favor no le digas nada.

-Ma- No le diré tranquila, no me meteré en su matrimonio, tú sabes lo que haces, si quieres te alejas de ella y listo. Es tu decisión Victoria. Piensa al menos una vez en ti y no en los demás.

A la mañana siguiente desperté con un fuerte dolor de cabeza, fueron muchas emociones juntas, desayunaría en la universidad, ya iba un poco tarde a mis clases.


No sé si el destino me odia o me ama, Cate estaba de nuevo en la cafetería tomando su café, se levantó y me fue a saludar con un fuerte abrazo. Su perfume a flores me inundó, desee quedarme entre sus brazos por mucho tiempo. Su presencia me regalaba tanta paz, me sentía tan diferente cuando estaba con ella, no sentía lo mismo cuando estaba con Alma.

El verdadero amor lo encontré en tus brazos✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora