Confrontaciones

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Shameena.

- Sigo sin entender que demonios hacemos aqui.- ruedo los ojos al escucharlo.

- Lo sabes muy bien, no te explicare otra vez.- me volteo para fulminarlo con la mirada y nuevamente vuelvo la vista al frente.

Asmodeo es el demonio mas fastidioso cuando se lo propone.

- Shameena, no tiene sentido que estemos aqui, se que tu lado racional lo sabe tambien, simplemente eres la demonio mas obstinada de todo el Infierno y te niegas a reconocer que esto es una locura.-

-¿Desde cuando estas en contra de las locuras?- inquiero con burla. - Eres aburrido.-

- Si quieres saber si esta aqui lo unico que tenemos que hacer es ir al reino de los Mortales a reunirnos como acordamos, si Everette esta por su cuenta ya tendremos nuestra respuesta, no tenemos que regresar al lugar donde quedaste completamente desfugurada.- replica irritado.

- Ya te dije que no, quiero ver su sinismo con mis propios ojos.-

Se supone que Everette le permitira a Aisha escoger, cuando regresamos a casa no pense que todo este viaje al Reino Celestial incluiria ese plazo, crei que Everette la llevaria al reino de los Mortales, el necesita todos sus poderes todo el tiempo, es un ser demasiado importante para las fuerzas oscuras. Asmodeo menciono que Aisha estaba aqui, la muy sinica permitio que Everette fuera solo, se arriesgara solo, ella sabe muy bien que el no conoce mucho del reino humano y quiero ver con mis propios ojos lo poco que le importa ese hecho.

Princesa del Infierno, al demonio con eso. Un cadaver humano tiene mas valor que ella...

- Dime, ¿como piesas entrar?- interroga mi compañero de existencia.

Sonrio con malicia y sin poder evitarlo paso una mano por mi rostro, solo para cerciorarme por milesima vez que se encuentra completamente recuperado. Asqueroso reino, ni siquiera yo entiendo porque quiero ver lo que ya se. Tal vez sea porque quiero confirmar de una vez por todas lo que siempre supe de esa alma. Aisha simplemente es como las olas del mar de los lamentos, se mueven al merced del viento, hace lo que es mas facil para ella.

-¿Recuerdas esas extrañas criaturas que vimos la ultima vez que estuvimos aqui?- inquiero con una sonrisa psicopata.

Asmodeo camina hasta situarse justo frente a mi, tiene el ceño fruncido a causa de la confusion.

-¿Te refieres a las mariposas?- agrega confuso.

- Exactamente, esas cosas aladas que desprenden luz.- hago una mueca al recordar el primer avistamiento que tuve de estas, hay criaturas muy repugnantes en este reino , sin duda.

-¿Que tienen que ver con nosotros?- se cruza de brazos sobre su pecho, aun sin querer estar aqui.

- Me convertire en una, simple.- me encojo de hombros.

Asmodeo suelta una risa burlona lo cual me obliga al lanzarle una mirada de fastidio.

-¿Como haras eso?-

- Dejame decirte un secreto.- camino hacia el y hago que se incline para estar a la altura de su rostro, acerco mis labios a su oreja para poder susurrar. - Soy un demonio.-

Me da una mala mirada y se incorpora.

- Muy graciosa.- comenta con ironia.

- Sabes que no tolero las preguntas estupidas, ¿como hare eso? Pues los demonios podemos cambiar de forma querido, me convertire en una de esas criaturas aladas y de esa manera entrare al reino Celestial.-

- Sabes que soy la ultima persona que engradeceria los poderes de los Celestiales, pero soy muy consciente que tienen la capacidad para detectar nuestra presencia si ponemos un solo pie en sus dominios.-

Pasión InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora