Encontrando el Reino de las Sombras

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Aisha.

Sitios en los cuales nunca jamas quieres acabar:

El calabozo Infernal. 

Creo que prefiero caer en picada a la gruta de Pasion Infernal a estar encerrada en este lugar por toda la eternidad. Huele fatal, es frio como el demonio y tiene rincones mas oscuros que el mismisimo palacio de Lucifer.

Y es por esa misma razon que no entiendo que hacemos aca. 

Everette dijo que tenia que decirme algo importante, una parte de mi penso que estaba a punto de pedirme portar su marca nuevamente, pero no creo que las cosas se hagan asi aqui, no es como una propuesta de matrimonio.

¿Tengo que pedirla yo?

Seria algo asi como:

"Decidi que eres digno de que porte tu marca."

Suena increible...

-¿Que tanto caos hay en esa cabecita tuya?- la voz del susodicho me trae de vuelta a la realidad.

- Oh, solo me preguntaba que haciamos aqui.- sonrio inocente, aunque se muy bien que no lo engaño ni un poco. 

- Bueno, es porque este es el lugar de los desterrados.- 

Me detengo de golpe y si mi tez pudiera ser mas palida de lo que ya es, estoy segura que ese ya seria mi caso. ¿Que acaba de decir? Trato de reunir todo mi autocontrol para que mi respiracion no se vuelva irregular, para no convertirme en un mar de lagrimas, para no dejarme caer en el suelo.

Estabamos...bien.

Mas que bien, estabamos perfectamente, no hemos discutido o bueno...no como lo haciamos antes. Es imposible que dos seres tan opuestos como Everette y yo no lleguen a rozar un enfrentamiento de vez en cuando, pero ha sido solo eso, un leve roce. 

Estuvimos juntos toda la noche y parte de la mañana, el ha estado tranquilo y risueño, ha sido maravilloso.

El...no pudo hacer estado fingiendo...

-¿Q...que quieres decir, querido?- limpio mis palmas disimuladamente en mi vestido. - Aqui...no hay ningun desterrado.- 

- Si que lo hay, un desterrado.- sonrie, observandome fijamente. 

Oh, por los pecados capitales, estoy a punto de vomitar como una desquiciada justo ahora. Calmate Aisha, si lo supiera tu ya ni siquiera existirias.

- No te entiendo...- 

- No te lo habia dicho anteriormente porque queria que...- se detiene mientras busca las palabras adecuadas. - Queria que te concentraras solo en ti, o al menos en tu lugar aqui, en econtrarlo y en sentirte comoda no solo por tu cuenta, si no que a mi lado.-

¿Este es uno de esos momentos donde ma dan una falsa sensacion de seguridad antes de que me arrojen a la peor de las torturas?

Camino a paso vacilante hacia el, ni siquiera me di cuenta en el momento en el que comence a alejarme. Poso una mano en su mejilla y lo acaricio.

- Eso es lindo, pero sigo sin entender a que te refieres.- admito.

- Mientras estabas en el reino de los Celestiales logre dar con un desterrado. Bueno, el dio conmigo. Aun no logramos dar con todos ellos, tenemos el tiempo sobre nosotros. Asmodeo se ha estado ocupando de los interrogatorios pero no ha tenido ninguna avance. Es por eso que decidi ocuparme de ello personalmente.- 

-¿No habias estado presente en ninguno de los interrogatorios anteriores?- no es usual en el dejar a alguien mas a cargo de este tipo de cosas.

El sonrie travieso ante mi pregunta. 

Pasión InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora